Resúmenes amplios

ESTRATEGIAS PARA EL CONTROL Y LA PREVENCIÓN DE COVID-19 EN PAÍSES EN DESARROLLO


Nijmegen, Países Bajos
Se evaluaron los métodos de tratamiento de COVID-19 en poblaciones de países con escasos y medianos ingresos. Las tácticas y las estrategias de salud pública para el COVID-19 son importantes si se implementan de manera temprana.

JAMA 1-2

Autores:
Hopman J, Allegrizi B, Mehtar S

Institución/es participante/s en la investigación:
Radboud University Medical Center

Título original:
Managing COVID-19 in Low- and Middle-Income Countries

Título en castellano:
Tratamiento de COVID-19 en Países de Escasos y Medianos Recursos.

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.44 páginas impresas en papel A4

Introducción
La respuesta de la salud pública al coronavirus (COVID-19) en China demostró que es posible contenerlo si los gobiernos logran enfocarse en medidas comprobadas de salud pública, como el aislamiento, la cuarentena, el distanciamiento social, y medidas de contención implementadas rápidamente. En China, los pacientes con COVID-19 fueron aislados de manera inmediata en hospitales específicos y la cuarentena se inició en los domicilios, además de instituir medidas de contención de la comunidad para cerca de 40 a 60 millones de residentes. El rápido aumento en el número de infecciones en China resultó en la insuficiencia de los recursos del sistema de salud, seguida del aumento de la mortalidad. La asociación entre la mortalidad y los recursos del sistema de salud debería ser una guía para las regiones con escasos recursos sobre cómo y cuándo prepararse para posibles brotes locales.

Grado de preparación para COVID-19 en África
Los líderes de los países de escasos recursos tienen dos responsabilidades en tiempos de crisis: resolver el problema inmediato y lograr que no se repita.
En un equipo de trabajo africano para la preparación y la respuesta al coronavirus se establecieron 6 corrientes de trabajo: el diagnóstico de laboratorio, la vigilancia (incluido el tamizaje en los puntos de ingreso y en la actividad de frontera), la prevención de la infección y el control de los recursos de salud pública, el tratamiento clínico del COVID-19 grave, la comunicación de riesgo y la cadena de suministros.
Si el COVID-19 se disemina rápidamente en África, la mayoría de los países no podrá costear los métodos diagnósticos a gran escala, aunque el equipo de trabajo africano establecido podría aumentar esta capacidad a más de 40 países del continente. Por este motivo, ante la ausencia de métodos de prueba debería priorizarse el triaje basado en la definición del caso clínico o el diagnóstico presuntivo.

Terapia intensiva
En el pico del brote chino de COVID-19, el número de pacientes que requirió apoyo ventilatorio superó la cantidad de camas disponibles en terapia intensiva. Las camas de internación se convirtieron en camas de terapia intensiva y los hospitales generales, en hospitales de terapia intensiva. Además, los médicos y los enfermeros entrenados en terapia intensiva fueron transferidos hacia las zonas más afectadas.
En África, las camas de terapia intensiva y el personal entrenado se limitaron a los hospitales especializados; por lo tanto, la mortalidad asociada con COVID-19 probablemente exceda la frecuencia informada en 2.3%. Sin embargo, es discutible si los países de escasos y medianos recursos pueden costear el gasto adicional de las unidades de terapia intensiva con los presupuestos sanitarios aprobados.

Requisitos mínimos para la prevención y el control de las infecciones
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los requisitos mínimos de control y prevención de las infecciones son los estándares que deben estar presentes tanto en todo el país como en distintos niveles de salud para proveer la protección mínima y la seguridad a los pacientes, al personal de la salud y a las visitas. Estos requisitos mínimos constituyen el inicio para establecer los componentes de prevención y control de infección de manera escalonada, según las condiciones locales. El brote de COVID-19 demostró la importancia de las medidas básicas de control y de prevención de la infección y la importancia de contar con estos requisitos mínimos.
La disrupción de la cadena de suministros y la falta de stock, tanto en situaciones de escasos y altos recursos, catapultó el componente de control y prevención de la infección (ambiente, materiales y equipo) a los titulares en los medios y en la prensa. Las compras de pánico y el uso irracional del equipo de protección llevaron al uso inadecuado de mascarillas N95. La escasez de suministros tendrá consecuencias para los países de escasos y medianos recursos con tuberculosis multirresistente.
Para prevenir la escasez de elementos de protección esencial, el gobierno debe dar instrucciones clara sobre su uso y actuar de manera inmediata para asegurar la provisión adecuada y el stock en caso de la diseminación del brote en estos países.
Además, la producción regional de estos insumos clínicos debe considerarse en todos los continentes para reducir el riesgo de escasez de equipos en épocas cruciales.

Influencia del clima y estaciones
La mayoría de los casos de COVID-19 asociados con la transmisión local se identificó en países ubicados en el hemisferio norte, que se hallan en temporada de gripe invernal. De manera similar, el brote de SARS-CoV de febrero de 2003 no afectó a África o a Sudamérica a gran escala, lo que sugeriría que los virus respiratorios se diseminan de manera más efectiva en el invierno y, por lo tanto, el hemisferio sur va a verse afectado posteriormente.
Las diferencias culturales específicas del clima (mayor actividad realizada en el exterior que en el interior), el efecto de los rayos ultravioleta en la supervivencia del virus en las superficies, las diferencias inmunológicas de la población, la exposición previa a coronavirus o a temperaturas más altas también podrían contribuir. Al momento de esta publicación (marzo 2020), todos los casos identificados de COVID-19 en África provenían de Europa y no de China.

Refugiados y zonas de conflicto
Según la estimación de la United Nations High Commisioner for Refugees, más de 41 millones de personas se desplazan internamente y 25 millones de refugiados se trasladan en todo el mundo, muchos de los cuales viven en países de escasos o medianos recursos. Los campos de refugiados en general se localizan en países en riesgo para COVID-19, y cuentan con recursos limitados para aumentar las medidas de preparación. Las comorbilidades conocidas para COVID-19, como la enfermedad cardiovascular, la diabetes, la enfermedad respiratoria crónica, la hipertensión y el cáncer, tampoco se controlan apropiadamente en estas situaciones. Además, los sistemas de salud en los campos de refugiados no son sólidos y el acceso a la salud pública está limitado; por lo tanto, el COVID-19 podría ejercer consecuencias graves. El tratamiento de las enfermedades no transmisibles y la reducción de los factores de riesgo para COVID-19 en refugiados es factible, según lo demostrado en el modelo de cuidado de diabetes e hipertensión realizado por Médicos Sin Fronteras en un campo de refugiados en Shatila.
Además, el triaje y la implementación de los requisitos de control y prevención de infección de la OMS deberían realizarse como parte de la preparación para COVID-19 en las instituciones de salud pública.

Asociación con los medios

Las respuestas al ébola brindadas por África del Este y la República Democrática del Congo demostraron el efecto negativo de los medios, que resultaron en la desconfianza en las medidas de prevención y control de infección y de la estigmatización de los pacientes. Estos factores son importantes para la respuesta de la salud pública. Los medios sociales deben brindar apoyo a la salud pública, tanto en la preparación como en el control del brote al asociarse con el gobierno y brindar mensajes consistentes, simples y claros. Tanto los mensajes positivos como negativos pueden influenciar en el público. Los mensajes correctos, cortos y motivacionales pueden ser un punto de inflexión para las comunidades para apoyar la aceptación y las medidas específicas de prevención para COVID-19 y de la cuarentena. En los países donde se brindaron al público mensajes apropiados, como conferencias de prensa, ha mejorado la confianza de la población con respecto a los esfuerzos del gobierno para disminuir la diseminación del virus.

Conclusiones
Los autores concluyen que el caso de China ilustró cómo la pandemia por COVID-19 puede ser limitada cuando se implementan de manera temprana tácticas y estrategias de salud pública para el brote. Además, consideran que, en países con escasos y medianos ingresos, los programas de prevención y control de la infección deben fortalecerse para asegurar que los requisitos esenciales se ubiquen rápidamente, además de que debe crearse una asociación con los medios para prevenir el miedo en la sociedad.



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