Resúmenes amplios

CONSECUENCIAS DE LA PANDEMIA DE COVID-19 SOBRE LOS TIEMPOS DE TRATAMIENTO EN EL ACCIDENTE CEREBROVASCULAR AGUDO ISQUÉMICO


Candem, EE.UU.
La evaluación de pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo durante la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) se caracterizó por un retraso leve, pero significativo, hasta la trombólisis, pero no hasta la trombectomía. Las estrategias destinadas a reducir las demoras entre la realización de los estudios por imágenes y el tratamiento farmacológico podrían atenuar este efecto colateral de la pandemia.

Stroke 521-8

Autores:
Siegler JE

Institución/es participante/s en la investigación:
Cooper University Hospital

Título original:
Influence of the COVID-19 Pandemic on Treatment Times for Acute Ischemic Stroke

Título en castellano:
Influencia de la Pandemia de COVID-19 sobre los Tiempos de Tratamiento del Accidente Cerebrovascular Agudo Isquémico

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.84 páginas impresas en papel A4

Introducción

En diciembre de 2019 surgió el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2), asociado con más de 29 millones de pacientes infectados en todo el mundo y más de un millón de decesos. Con la finalidad de evitar la transmisión de COVID-19, la medicina asistencial sufrió cambios profundos. Como consecuencia de ellos, es posible que la atención de diversas enfermedades agudas se haya visto afectada. Cabe la posibilidad, por ejemplo, de que la atención de pacientes que consultaron por síntomas neurológicos agudos se haya demorado. El presente estudio tuvo por finalidad evaluar el efecto de la pandemia de COVID-19 sobre la asistencia de pacientes con accidente cerebrovascular (ACV) agudo; específicamente se compararon los tiempos entre la presentación y la realización de los estudios por imágenes, en comparación con enfermos con ACV asistidos en el mismo período del año anterior.

Se utilizaron los datos de 14 centros para la atención de ACV en 9 estados de Norteamérica. Hasta septiembre de 2020, en estos 9 estados se asistió al 47% de todos los casos de COVID-19 en los Estados Unidos y se registró el 37% de todos los decesos asociados con COVID-19.

Se incluyeron pacientes consecutivos de 18 años o más, internados entre enero de 2019 y julio de 2020; los enfermos presentaban ACV isquémico agudo, en base al diagnóstico efectuado por el profesional. La indicación de estudios por imágenes para la confirmación diagnóstica también fue decisión del médico. Para el estudio se siguieron las pautas Strengthening the Reporting of Observational Studies in Epidemiology.

Se tuvieron en cuenta las características demográficas, como la edad, el sexo y la etnia, los antecedentes clínicos, la gravedad del ACV según el puntaje de los National Institutes of Health Stroke Scale, el tiempo que transcurrió entre los estudios diagnósticos y el tratamiento (trombólisis intravenosa o recanalización endovascular), duración de la internación y evolución clínica. Sólo se consideró la recanalización endovascular en los pacientes con oclusión proximal de grandes arterias (arteria carótida interna intracraneal, segmento proximal de arteria cerebral media o arteria basilar). Los centros se clasificaron según la cantidad anual de trombectomías. Para el período previo a la pandemia de COVID-19 se consideraron los pacientes que presentaron ACV isquémico agudo entre 1 de marzo y 31 de julio de 2019, mientras que durante la pandemia se consideró el período entre 1 de marzo y 31 de julio de 2020. En ambos casos se consideraron distintas épocas en semanas y meses.

El criterio principal de valoración fue el tiempo de 60 minutos o menos entre la llegada al hospital y la trombólisis intravenosa para los pacientes asistidos en sala de guardia, es decir con ACV no intrahospitalarios ni pacientes derivados de otras instituciones, según las recomendaciones del Target:Stroke.

Resultados

Entre los 2955 pacientes que reunieron los criterios de inclusión, 1491 fueron internados antes de COVID-19 y 1464, durante COVID-19, 15% de los cuales fueron sometidos a trombólisis intravenosa.

Los pacientes tratados durante COVID-19 tuvieron menos probabilidades de recibir trombólisis en el transcurso de los 60 minutos, desde la llegada al hospital (odds ratio [OR]: 0.61; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.38 a 0.98; p = 0.04), con una mediana de retraso de 4 minutos (p = 0.03). La probabilidad más baja de recibir tratamiento según el Target:Stroke persistió incluso en los modelos con ajuste según diversas variables de confusión (OR ajustado de 0.55; IC 95%: 0.35 a 0.85; p < 0.01).

El retraso hasta la trombólisis dependió de la demora entre la realización de los estudios por imágenes y el tratamiento intravenoso (mediana de 29 minutos, en comparación con 22 minutos; p = 0.02). En cambio, no se observaron demoras importantes entre el ingreso y la trombectomía (mediana de 83 minutos, en comparación con mediana de 90 minutos; p = 0.30). Las demoras en la trombólisis se observaron en los meses de junio y julio.

Conclusión

Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto demoras hasta la trombólisis, pero no hasta la trombectomía, en pacientes con ACV isquémico agudo durante COVID-19, en comparación con enfermos con las mismas características, tratados antes de la pandemia.

 

 



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