Resúmenes amplios

ALOPECIA AREATA, TOFACITINIB Y COVID-19


Istanbul, Turquía
Los resultados del presente estudio sugieren que los pacientes con alopecia areata tratados con tofacitinib pueden continuar el tratamiento durante el resto de la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019, siempre y cuando los beneficios sean superiores a los riesgos.

Dermatologic Therapy (e14746):1-3

Autores:
Askin O

Institución/es participante/s en la investigación:
Istanbul University-Cerrahpasa

Título original:
Evaluation of the alopecia areata patients on tofacitinib treatment during the COVID-19 pandemic

Título en castellano:
Evaluación de la Alopecia Areata en Pacientes Tratados con Tofacitinib durante COVID-19

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.98 páginas impresas en papel A4

Introducción

La alopecia areata es una forma de alopecia que puede agravarse por el estrés psicológico; la autoinmunidad, y especialmente la hiperactividad de la quinasa Janus (JAK por su sigla en inglés) 3, ejerce un papel decisivo en la fisiopatogenia de la enfermedad. En cambio, JAK-1 y Jak-2 tienen una participación menor. Tofacitinib es un inhibidor no selectivo de JAK que se utiliza para el tratamiento de la alopecia areata. A menudo, el tratamiento se interrumpe durante las infecciones virales, como consecuencia de la inmunosupresión asociada. En estudios a gran escala, el tratamiento prolongado se asoció con mejoras significativas del Severity Alopecia Tool (SALT).

La pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) se inició en diciembre de 2019; la enfermedad se asocia con pronóstico particularmente desfavorable en pacientes con comorbilidades, especialmente hipertensión arterial y diabetes. Los pacientes con inmunosupresión también podrían tener COVID-19 más grave. En este contexto, es habitual que en los pacientes tratados con tofacitinib se indique la interrupción del tratamiento durante la pandemia. El objetivo del presente estudio fue determinar los efectos de la continuidad de la terapia con tofacitinib durante la epidemia de infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2), en pacientes con alopecia areata; asimismo se analizaron las asociaciones entre la recurrencia, la edad, el sexo, la duración de la terapia y la interrupción del uso de tofacitinib.

Pacientes y métodos

Para el presente estudio retrospectivo se analizaron pacientes con alopecia areata tratados con tofacitinib durante la epidemia de COVID-19. Se incluyeron todos los pacientes con diagnóstico confirmado de alopecia areata que recibían tofacitinib en el momento del estudio, realizado en el Istanbul University‐CerrahpaÅŸa, CerrahpaÅŸa Medical Faculty Dermatology Department Hair Diseases Outpatient Clinic.

Durante la pandemia de COVID-19 se recomendó la interrupción de la terapia, pero los enfermos mantuvieron los suplementos de biotina. Se tuvieron en cuenta la edad, el sexo, la duración del tratamiento con tofacitinib, el uso de la droga durante la pandemia de COVID-19, la infección por SARS-CoV-2, la recurrencia de la alopecia areata y los cambios en el SALT. Las comparaciones entre los grupos se realizaron con pruebas de chi cuadrado y de la U de Mann‐Whitney, según el caso.

Resultados

En el estudio fueron incluidos 311 pacientes; 150 (48.2%) eran hombres. La edad promedio de los enfermos fue de 31.68 años (33.03 años entre los pacientes que interrumpieron el tratamiento con tofacitinib, y 29.0 años entre los enfermos que continuaron el tratamiento).

La duración promedio de la terapia con tofacitinib fue de 12.11 meses, desde 1 mes hasta 52 meses. Un total de 191 pacientes (61.4%) interrumpieron la terapia con tofacitinib  como consecuencia de la pandemia de COVID-19, mientras que 120 pacientes (38.6%) la mantuvieron. El tratamiento se interrumpió durante 80 días en promedio en el curso de la pandemia. Sólo un paciente tuvo COVID-19.

El índice de recurrencia de alopecia areata durante la pandemia de COVID-19 fue de 53.4%; el porcentaje de cambio en el puntaje SALT fue de 7.76% en la totalidad de la muestra, pero de 20.65 entre los enfermos que tuvieron recurrencia de la alopecia durante la pandemia de COVID-19. El 46% de los enfermos no presentaron recurrencias, en tanto que el 53.4% tuvo recurrencias de la enfermedad durante COVID-19. Ocho de los pacientes con recurrencia recibía tratamiento, en comparación con 158 pacientes con recurrencia entre los enfermos que habían interrumpido la terapia, como consecuencia de COVID-19.

La relación entre la interrupción del tratamiento y la recurrencia fue estadísticamente significativa (p < 0.001); la enfermedad recidivó con mayor frecuencia en los enfermos que interrumpieron el tratamiento con tofacitinib, en comparación con los pacientes que lo mantuvieron. Se comprobaron relaciones estadísticamente significativas entre la edad y la recurrencia (p = 0.013). Los índices de recurrencia fueron más altos en los pacientes de más edad que abandonaron el tratamiento durante la pandemia de COVID-19.

También se observó una relación estadísticamente significativa entre la duración del tratamiento y la recurrencia durante la pandemia (p < 0.001); la alopecia areata recidivó menos en los pacientes que habían recibido tratamiento durante períodos prolongados, antes de su interrupción. Se comprobó una diferencia estadísticamente significativa entre los cambios en el puntaje SALT y la duración del tratamiento (coeficiente de correlación de Spearman, p = 0.018), es decir que la recurrencia tendió a ser menos frecuente durante COVID-19 en los enfermos que habían sido tratados durante períodos más prolongados. No se observaron interacciones significativas entre el sexo y los índices de recidiva durante la pandemia (p = 0.64).

Conclusión

Los resultados del presente estudio sugieren que los pacientes con alopecia areata tratados con tofacitinib podrían continuar el tratamiento durante el resto de la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019, siempre y cuando los beneficios sean superiores a los riesgos.

 



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