Introducción

La aparición del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2), el agente etiológico de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés), y la pandemia que comenzó a finales de 2019 crearon importante preocupación por la infección de poblaciones vulnerables, como las embarazadas y los recién nacidos. La repercusión de la infección materna durante el embarazo, la posibilidad de transmisión vertical durante la gestación, el parto o por la lactancia materna, y las repercusiones en estos recién nacidos a mediano y largo plazo siguen sin conocerse con precisión.

Diversos estudios refirieron riesgo de transmisión intrauterina y si bien la mayoría de las pruebas diagnósticas realizadas en hijos de mujeres infectadas resultaron negativas, ocasionalmente se ha detectado virus en placenta, líquido amniótico y leche materna.

La transmisión vertical de la infección representa un riesgo considerable; sin embargo, la separación de la madre y el hijo también tiene repercusiones muy negativas. El objetivo del presente estudio fue describir las características y la evolución de recién nacidos de mujeres con infección por SARS-CoV-2 atendidos en un centro con cuidados neonatales nivel IIIC, según las recomendaciones de la Sociedad Española de Neonatología.

Pacientes y métodos

El estudio observacional de cohortes se llevó cabo en un Servicio de Neonatología de tercer nivel, que atiende anualmente alrededor de 5500 partos. Se incluyeron embarazadas con diagnóstico de infección por SARS-CoV-2 por reacción en cadena de la polimerasa (PCR por su sigla en inglés) en exudado nasofaríngeo, entre 1 de marzo y 17 de agosto de 2020. Según las recomendaciones de la Sociedad Española de Neonatología (SENEO), luego del parto, los recién nacidos que no requerían ingreso hospitalario permanecieron en alojamiento conjunto, con las medidas recomendadas para el aislamiento madre-hijo (uso de mascarilla quirúrgica e higiene de manos). En todos los recién nacidos se realizó PCR para la detección de SARS-CoV-2 en exudado nasofaríngeo en el momento del nacimiento y 14 días más tarde. Se ofreció seguimiento telefónico a las familias luego del alta.

Se diseñó un circuito específico en las unidades de Ginecología, Obstetricia y Neonatología para madres con infección confirmada para SARS-CoV-2, con hasta 16 camas, en habitaciones individuales en la unidad de alto riesgo para gestaciones de más de 23 semanas y otras 19 camas en una unidad para puérperas y gestantes de alto riesgo con edad gestacional < 22 semanas. La atención sanitaria a estas madres y recién nacidos fue realizada por un equipo multidisciplinar formado por obstetras, ginecólogos, pediatras, neonatólogos, anestesistas, internistas e intensivistas pediátricos. Se recogieron datos epidemiológicos y clínicos de las madres y sus recién nacidos.

Resultados

Para el presente estudio se analizaron 73 madres y 75 neonatos. El 95.9% de las infecciones maternas fueron diagnosticadas durante el tercer trimestre, y el 43.8% fueron asintomáticas. La mediana de edad gestacional fue de 38 semanas (rango intercuartílico [RIC]: 37 a 40);  el 25.9% de los neonatos requirió internación. En el 68% se realizó contacto piel con piel en sala de parto y el 80% recibieron lactancia materna o donada exclusiva durante la permanencia en el hospital. No se encontraron resultados positivos de PCR en la primera muestra obtenida en el momento del nacimiento y sólo se comprobó infección en un neonato asintomático a los 14 días del parto.

Conclusión

En el presente estudio se refiere la experiencia de un centro de tercer nivel, destinado al abordaje de mujeres con infección confirmada por SARS-CoV-2 y de los recién nacidos. Se trata de una de las primeras cohortes descriptas de pacientes en periodo neonatal, en un centro de tercer nivel con una importante incidencia de casos COVID-19. En esta cohorte no se observó ninguna infección vertical, y sólo se registró un caso de PCR positiva en uno de los neonatos, en la muestra obtenida a los 15 días, probablemente por transmisión horizontal en la comunidad. Por lo tanto, si se siguen las recomendaciones propuestas por la Sociedad Española de Neonatología, el riesgo de transmisión vertical u horizontal de infección por SARS-CoV-2 es bajo. Sin embargo, se requieren más estudios para conocer con precisión la epidemiología, la fisiopatogenia y la repercusión clínica a corto y largo plazo de las infecciones maternas y neonatales por SARS-CoV-2.