Resúmenes amplios

VACUNA CONTRA LA INFLUENZA Y COVID-19


Ann Arbor, EE.UU.
La vacunación contra influenza se asocia con reducción de los índices de infección por SARS-CoV-2, y con mejor evolución clínica de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés); por lo tanto, la inmunización debe ser fuertemente alentada para disminuir la morbilidad por COVID-19.

American Journal of Infection Control 1-7

Autores:
Ashur C

Institución/es participante/s en la investigación:
University of Michigan

Título original:
Impact of the Influenza Vaccine on COVID-19 Infection Rates and Severity

Título en castellano:
Efectos de la Vacuna contra la Influenza sobre los Índices de Infección y la Gravedad de COVID-19

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.2 páginas impresas en papel A4

Introducción

El nuevo coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2) se identificó inicialmente en Wuhan, China, en diciembre de 2019; en el transcurso del mes posterior, la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) fue declarada emergencia sanitaria internacional. Hasta febrero de 2021 se comunicaron más de 106 millones de casos de COVID-19 y más de 2.3 millones de decesos en todo el mundo.

COVID-19 se asocia con un amplio espectro de manifestaciones clínicas, desde síntomas leves hasta síndrome de distrés respiratorio agudo, con deterioro clínico rápido. Ciertas enfermedades preexistentes, como la enfermedad cerebrovascular, las patologías hepáticas y renales, las enfermedades gastrointestinales, la hipertensión arterial, la diabetes, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la edad por encima de los 60 años se asocian con mayor susceptibilidad a la infección por SARS-CoV-2, y con riesgo aumentado de COVID-19 grave y de mortalidad por COVID-19.

Los pacientes con factores de riesgo cardiovascular también tienen mayor riesgo de enfermedad grave, por complicaciones directas y por efectos indirectos de COVID-19, incluidas la miocarditis, las arritmias y el tromboembolismo venoso.

Los estudios clínicos con dexametasona y remdesivir mostraron reducción de las complicaciones en pacientes muy graves con COVID-19; si bien se dispone de vacunas eficaces contra COVID-19 (Pfizer-BioNTech® y Moderna®), aprobadas en los Estados Unidos, las mismas no están ampliamente disponibles para la población de riesgo, de modo que se deben analizar los efectos de las intervenciones médicas actualmente aplicables sobre el riesgo de COVID-19.

La vacuna contra la influenza es uno de los ejemplos más importantes en este sentido. Estudios recientes sugirieron que la vacunación previa contra la influenza  y contra la tuberculosis podría conferir algo de protección contra COVID-19. Un análisis con más de 92 000 sujetos con COVID-19 de Brasil mostró una reducción del 17% en el riesgo de mortalidad, 8% menos riesgo de necesidad de tratamiento en unidades de cuidados intensivos (UCI) y 18% menos riesgo de necesidad de asistencia ventilatoria mecánica,  en relación con el antecedente de vacunación contra la influenza. Estudios epidemiológicos realizados en Italia y los Estados Unidos mostraron una correlación entre los índices más altos de vacunación entre sujetos de más de 65 años y los índices reducidos de mortalidad por COVID-19.

El objetivo del presente estudio, con datos del Michigan Medicine Healthcare System, fue analizar las relaciones entre la vacuna contra la influenza y los resultados positivos en las pruebas para COVID-19. En los pacientes con COVID-19, se compararon la gravedad de la enfermedad y el riesgo de mortalidad entre los sujetos que recibieron o no la vacuna contra la influenza.

Pacientes y métodos

Se identificaron los pacientes que recibieron la vacuna contra influenza, entre 1 de agosto de 2019 y 15 de Julio de 2019.

El criterio principal de valoración fue la positividad para COVID-19; los índices se compararon según el estado de vacunación de los pacientes. Se tuvieron en cuenta las características basales, como la edad, el sexo, la etnia, y la presencia de comorbilidades; entre los enfermos con COVID-19 se compararon los índices de internaciones, internación en UCI, necesidad de asistencia ventilatoria mecánica y mortalidad; también se tuvo en cuenta la duración de la internación. Se calculó el tiempo hasta del deceso desde la primera prueba positiva para COVID-19. También se consideraron los estudios diagnósticos para otros patógenos respiratorios, como adenovirus, metapneumovirus humano, Haemophilus influenzae, rinovirus y enterovirus, virus de Influenza AInfluenza B y parainfluenza y virus respiratorio sincicial. Se determinó la relación temporal entre la vacuna contra la influenza, los estudios para COVID-19 y la evolución clínica de COVID-19.

Resultados

Fueron analizados 27 201 pacientes sometidos a estudio diagnóstico para COVID-19. Un total de 1218 enfermos (4.5%) tuvieron resultados positivos, y 25 983 tuvieron resultados negativos para COVID-19 (95.5%). Un total de 12 997 (47.8%) pacientes tenían antecedente documentado de vacunación contra la influenza en la estación previa, y 14 204 (52.2%) enfermos no habían sido vacunados. 

La probabilidad de presentar resultados positivos se redujo entre los pacientes que habían recibido la vacuna contra la influenza, en comparación con los enfermos no vacunados (odds ratio [OR] de 0.76, intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.68 a 0.86; p < 0.001). Los pacientes vacunados con resultados positivos para COVID-19 tuvieron riesgo reducido de requerir internación (odds ratio [OR] de 0.58, IC 95%: 0.46 a 0.73; p < 0.001), o asistencia ventilatoria mecánica (OR de 0.45, IC 95%: 0.27 a 0.78; p  = 0.004); además, en los pacientes que debieron ser internados, la internación fue más breve (risk ratio [RR]: 0.76, IC 95%: 0.65 a 0.89; p < 0.001).

Entre los 27 201 pacientes evaluados para COVID-19, 4209 (15.46%) fueron evaluados también para otros patógenos respiratorios; 202 pacientes (4.8%) tuvieron resultados positivos para algún patógeno, y 46 (1.1%) tuvieron resultados positivos para influenza.

Conclusión

Los resultados del presente estudio indican que la posibilidad de infección por SARS-CoV-2 se reduce en un 24% entre los pacientes que reciben la vacuna contra la influenza. Entre los pacientes con resultados positivos para COVID-19, la vacunación contra la influenza se asocia con riesgo reducido de internación o de asistencia ventilatoria mecánica y con internación más breve. Por lo tanto, la vacuna contra la influenza debe ser fuertemente alentada para reducir la morbilidad y la mortalidad por COVID-19.

 



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