Resúmenes amplios

EL TRATAMIENTO DE LA ROTURA DEL LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR


Rotterdam, Países Bajos
En pacientes con rotura del ligamento cruzado anterior, la reconstrucción quirúrgica temprana sería más beneficiosa que la rehabilitación seguida de la reconstrucción quirúrgica electiva.

BMJ 372(375):1-9

Autores:
Reijman M

Institución/es participante/s en la investigación:
Erasmus University Medical Centre

Título original:
Early Surgical Reconstruction Versus Rehabilitation with Elective Delayed Reconstruction for Patients with Anterior Cruciate Ligament Rupture: COMPARE Randomised Controlled Trial

Título en castellano:
Reconstrucción Quirúrgica Temprana Contra Rehabilitación con Reconstrucción Diferida Electiva para Pacientes con Rotura del Ligamento Cruzado Anterior: Ensayo Controlado Aleatorizado COMPARE

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.95 páginas impresas en papel A4

Introducción

La rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) es una lesión frecuente que debe tratarse de forma adecuada poco después de su inicio traumático, mediante cirugía o ejercicio. Sin embargo, no está claro que tratamiento es más eficaz. Estudios sugieren que para los pacientes con rotura del LCA, los resultados clínicos para la reconstrucción temprana del LCA en comparación con la rehabilitación sola son similares.

El objetivo del presente estudio fue evaluar si existe una diferencia clínicamente relevante en las percepciones de los pacientes sobre los síntomas, la función de la rodilla y la capacidad para participar en deportes durante un período de 2 años después de la rotura del LCA entre 2 regímenes de tratamiento frecuentemente utilizados: la reconstrucción quirúrgica temprana del LCA y la rehabilitación con reconstrucción diferida electiva del LCA.

 

Métodos

El presente ensayo controlado aleatorizado, y de grupos paralelos fue realizado en seis hospitales en los Países Bajos, entre mayo de 2011 y abril de 2016. Se incluyeron pacientes de entre 18 y 65 años con ruptura completa del LCA primaria aguda (dentro de los y meses posteriores al trauma inicial) confirmada por resonancia magnética y examen clínico. Los participantes fueron aleatorizados, por cirujano ortopédico y grupo de edad (< 30 y ≥ 30), a la reconstrucción temprana del LCA (n: 85) o a la rehabilitación acompañada de una reconstrucción diferida electiva del LCA después de un período de 3 meses (tratamiento primario no quirúrgico). Todos los cirujanos participantes tenían un mínimo de 10 años de experiencia. Después de la cirugía, los pacientes fueron remitidos a fisioterapia hasta lograr un buen control funcional. Para el tratamiento no quirúrgico, los pacientes fueron remitidos a un fisioterapeuta para un programa de fisioterapia supervisada durante un mínimo de tres meses, y posteriormente podían optar por la reconstrucción del LCA si persistía la inestabilidad o si no se alcanzaba el nivel de actividad deseado. El resultado primario fue la percepción de los pacientes de los síntomas, la función de la rodilla y la capacidad para participar en deportes, medida con el puntaje del International Knee Documentation Committee (puntaje óptimo 100), evaluada durante un período de 24 meses. Además, se registró la aparición de efectos adversos. Los resultados clínicos y funcionales fueron evaluados a los 3, 6, 9, 12 y 24 meses. El período de seguimiento finalizó en abril de 2018.

 

Resultados

Entre mayo de 2011 y abril de 2016, 167 pacientes se inscribieron en el presente estudio y se asignaron al azar a uno de dos tratamientos (promedio de edad: 31.3 años; 67 (40%) mujeres), de los cuales 163 (98%) completaron el ensayo. Sesenta y un pacientes tenían un puntaje de Tegner de 9 o 10 antes de la lesión, lo que representa un alto nivel de actividad deportiva.

En el grupo de rehabilitación y reconstrucción diferida electiva del LCA retrasada, 41 (50%) pacientes se sometieron a reconstrucción durante los 2 años de seguimiento, un promedio de 10.6 meses después de la asignación al azar.

Ambos grupos de tratamiento tuvieron una mejora en el puntaje del International Knee Documentation Committee durante el período de seguimiento.

Se encontró una diferencia significativa (p: 0.026) pero no clínicamente relevante en el puntaje del International Knee Documentation Committee a los 24 meses de seguimiento a favor del grupo de reconstrucción temprana del LCA (diferencia entre los grupos: 5.3; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.6 a 9.9). Después de 3 meses seguimiento, se encontró una diferencia significativa (p: 0.002) a favor del grupo de rehabilitación con reconstrucción diferida electiva del LCA (diferencia entre los grupos: −9.3; IC 95%: −14.6 a −4.0). Después de 9 meses, la diferencia en el puntaje del International Knee Documentation Committee cambió a favor del grupo de reconstrucción temprana del LCA (diferencia entre los grupos: 8.9; IC 95%: 3.3 a 14.5). A los 12 meses de seguimiento, esta diferencia entre los grupos fue menor (diferencia entre los grupos: 7.1; IC 95%: 1.9 a 12.4).

En el grupo de reconstrucción temprana del LCA, se realizaron 24 procedimientos artroscópicos de menisco durante la reconstrucción del LCA en comparación con 17 en el grupo de rehabilitación y reconstrucción diferida electiva del LCA.

En lo referido a los eventos adversos, en el grupo de reconstrucción temprana del LCA, se produjeron 4 nuevas roturas y tres roturas del LCA contralateral durante el seguimiento en comparación con dos nuevas roturas y una rotura del LCA contralateral en el grupo de rehabilitación y reconstrucción diferida electiva del LCA.

 

Conclusiones

Los resultados del presente estudio parecen indicar que en los pacientes con rotura aguda del LCA, los que se sometieron a una reconstrucción quirúrgica temprana, en comparación con la rehabilitación seguida de una reconstrucción quirúrgica electiva, tuvieron un mayor alivio de los síntomas y una mejora en la función de la rodilla y la capacidad para practicar deportes a los 2 años de seguimiento. Este último hallazgo fue estadísticamente significativo (p: 0.026) pero su importancia clínica no está clara. La interpretación de los resultados del presente estudio debe considerar que el 50% de los pacientes aleatorizados al grupo de rehabilitación no necesitó reconstrucción quirúrgica. 



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