Resúmenes amplios

TRASTORNOS DE SALUD MENTAL ENTRE LOS SOBREVIVIENTES DE LA ENFERMEDAD POR CORONAVIRUS 2019


Seattle, EE.UU.
Las personas que sobreviven a la fase aguda de la enfermedad por coronavirus 2019 tienen mayor riesgo de sufrir una serie de trastornos de salud mental incidentes.

BMJ 376

Autores:
Al-Aly Z

Institución/es participante/s en la investigación:
University of Washington School of Medicine

Título original:
Risks of Mental Health Outcomes in People with Covid-19: Cohort Study

Título en castellano:
Riesgos de Resultados de Salud Mental en Personas con COVID-19: Estudio de Cohorte

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.03 páginas impresas en papel A4

Introducción

Durante la fase posaguda de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés), los pacientes tienen un mayor riesgo de presentar trastornos de salud mental. Los estudios hasta la fecha se han visto limitados por una selección limitada de resultados de salud mental y un seguimiento máximo de seis meses. No se ha realizado una evaluación integral de las manifestaciones de salud mental en personas con COVID-19 al año. Mejorar la comprensión del riesgo a largo plazo de los trastornos de salud mental en personas que sobrevivieron a la COVID-19 puede ayudar a guiar las estrategias de atención durante la fase posaguda.

El objetivo de la presente investigación fue estimar los riesgos de trastornos de salud mental incidentes en sobrevivientes de la fase aguda de la COVID-19.

 

Métodos

Se realizó un estudio de cohorte utilizando los datos de la Veterans Health Administration de los Estados Unidos. La cohorte estuvo compuesta por 153 848 personas que sobrevivieron los primeros 30 días de infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés) durante el año 2019 y dos grupos de control: un grupo contemporáneo (n = 5 637 840) sin signos de SARS-CoV-2 y un grupo de control histórico (n = 5 859 251) anterior a la pandemia de COVID-19, correspondiente al año 2017.

Los criterios de valoración principales fueron los riesgos de resultados de salud mental incidentes preespecificados, calculados como cociente de riesgos y diferencia de riesgo absoluto por 1 000 personas en un año, con los correspondientes intervalos de confianza del 95% (IC 95%). Se utilizaron covariables predefinidas y covariables de alta dimensión seleccionadas algorítmicamente para equilibrar los grupos de COVID-19 y de control mediante ponderación inversa. La incidencia de cada resultado de salud mental se evaluó después de 30 días de un resultado positivo en la prueba de SARS-CoV-2 en sujetos sin antecedentes del resultado mental en los dos años anteriores al inicio del seguimiento. El seguimiento de los grupos del periodo COVID concluyó el 30 de noviembre de 2021, y el del grupo de control histórico fue hasta el 30 de noviembre de 2019.

Resultados

La mediana de seguimiento fue de 377 días en el grupo COVID-19, 378 días en el grupo de control contemporáneo y 378 días en el grupo de control histórico; en total 13 052 788 personas-años de seguimiento.

En comparación con el grupo de control contemporáneo, el grupo COVID-19 demostró un mayor riesgo de trastornos de ansiedad incidentes (cociente de riesgos: 1.35 [IC 95%: 1.30 a 1.39]; diferencia de riesgo: 11.06 [IC 95%: 9.64 a 12.53] por 1000 personas en un año), trastornos depresivos (cociente de riesgos: 1.39 [IC 95%: 1.34 a 1.43]; diferencia de riesgo: 15.12 [IC 95%: 13.38 a 16.91] por 1000 personas en un año), estrés y trastornos de adaptación (cociente de riesgos: 1.38 [IC 95%: 1.34 a 1.43]; diferencia de riesgo: 13.29 [IC 95%: 11.71 a 14.92] por 1000 personas en un año). Esto se acompañó de mayor uso de antidepresivos (cociente de riesgos: 1.55 [IC 95%: 1.50 a 1.60]; diferencia de riesgo: 21.59 [IC 95%: 19.63 a 23.60] por 1000 personas al año) y benzodiazepinas (cociente de riesgos: 1.65 [IC 95%: 1.58 a 1.72]; diferencia de riesgo: 10.46 [IC 95%: 9.37 a 11.61] por 1000 personas al año).

Además, se observó un aumento del riesgo de prescripciones incidentes de opioides (cociente de riesgos: 1.76 [IC 95%: 1.71 a 1.81]; diferencia de riesgo: 35.90 [IC 95%: 33.61 a 38.25] por 1000 personas en un año), trastornos por uso de opioides (cociente de riesgos: 1.34 [IC 95%: 1.21 a 1.48]; diferencia de riesgo: 0.96 [IC 95%: 0.59 a 1.37] por 1000 personas al año) y otros trastornos por consumo de sustancias (no opioides) (cociente de riesgos: 1.20 [IC 95%: 1.15 a 1.26]; diferencia de riesgo: 4.34 [IC 95%: 3.22 a 5.51] por 1000 personas al año). El grupo COVID-19 también demostró un mayor riesgo de deterioro neurocognitivo incidente (cociente de riesgo: 1.80 [IC 95%: 1.72 a 1.89]; diferencia de riesgo: 10.75 [IC 95%: 9.65 a 11.91] por 1000 personas en un año) y trastornos del sueño (cociente de riesgos: 1.41 [IC 95%: 1.38 a 1.45); diferencia de riesgo: 23.80 [IC 95%: 21.65 a 26.00] por cada 1000 habitantes en un año). Además, se incrementó el riesgo de cualquier diagnóstico o prescripción de salud mental incidente (cociente de riesgos: 1.60 [IC 95%: 1.55 a 1.66]; diferencia de riesgo: 64.38 [IC 95%: 58.90 a 70.01] por 1000 personas en un año). Los riesgos de los resultados examinados aumentaron incluso entre las personas que no ingresaron en el hospital y fueron más altos entre las que ingresaron en el hospital durante la fase aguda de la COVID-19. Los resultados fueron congruentes con los del grupo de control histórico. El riesgo de trastornos de salud mental incidente fue consistentemente mayor en el grupo COVID-19 en las comparaciones de personas con COVID-19 que ingresaron en el hospital frente a aquellas que no ingresaron en el hospital por influenza estacional, que ingresaron en el hospital con COVID-19 frente a las que ingresaron en el hospital con influenza estacional, e ingresaron en el hospital con COVID-19 frente a las que ingresaron en el hospital por cualquier otra causa.

 

Conclusiones

Los hallazgos del presente estudio sugieren que las personas que sobreviven a la fase aguda de la COVID-19 tienen un mayor riesgo de sufrir una serie de trastornos de salud mental incidentes, como por ejemplo, trastornos de ansiedad, depresivos, de estrés y adaptación, por uso de opioides, trastornos por uso de sustancias no opioides, deterioro neurocognitivo y trastornos del sueño. Los riesgos de trastornos de salud mental fueron notorios incluso entre los sujetos que no ingresaron en el hospital y fueron más altos en quienes ingresaron en el hospital por COVID-19 durante la fase aguda de la enfermedad. Abordar los trastornos de salud mental entre los sobrevivientes de COVID-19 debe ser una prioridad.



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