Resúmenes amplios

CORTICOIDES PARA EL TRATAMIENTO DE LA FATIGA EN ADULTOS CON CÁNCER AVANZADO


Brisbane, Australia
La evidencia disponible es insuficiente para avalar o rechazar el uso de corticoides por vía sistémica con la finalidad de aliviar la fatiga, en pacientes adultos con cánceres avanzados. Sin embargo, se analizaron solo 4 estudios, y la evidencia fue de muy baja certeza, de modo que se requieren más estudios para establecer conclusiones precisas en este sentido.

Cochrane Library 1-46

Autores:
Hardy JR

Institución/es participante/s en la investigación:
University of Queensland

Título original:
Corticosteroids for the Management of Cancer-related Fatigue in Adults with Advanced Cancer

Título en castellano:
Corticoides para el Tratamiento de la Fatiga Relacionada con Cáncer en Adultos con Cáncer Avanzado

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.02 páginas impresas en papel A4

Introducción

La fatiga es el síntoma más frecuentemente referido por pacientes con cáncer avanzado. La fatiga relacionada con cáncer (FC) es discapacitante y afecta considerablemente la calidad de vida. La FC se presenta clínicamente de manera muy variable, posiblemente en relación con las interacciones complejas de múltiples factores. Los corticoides habitualmente se indican con la finalidad de aliviar la FC, pero los beneficios de esta intervención no se conocen con precisión, y esta se asocia con efectos adversos de consideración. En el contexto del número creciente de pacientes con cánceres metastásicos, los efectos a largo plazo de los fármacos deben ser muy tenidos en cuenta. El objetivo de la presente revisión Cochrane fue determinar los beneficios y los riesgos de los corticoides, respecto de placebo o comparadores activos, en sujetos adultos con cánceres en estadio avanzado y FC.

Métodos

Los artículos para la presente revisión, publicados hasta el 18 de julio de 2022, se identificaron mediante búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, CINAHL, el Science Citation Index (ISI Web of Science), LILACS y dos registros de ensayos clínicos. Se consideraron estudios controlados y aleatorizados en los cuales se incluyeron pacientes de 18 años o más, con cánceres avanzados y FC. Se analizaron estudios en los cuales los pacientes recibieron corticoides para el alivio de la fatiga, en cualquier dosis, y por cualquier vía, respecto de placebo o comparadores activos. El criterio principal de valoración fue la intensidad de la fatiga referida por los pacientes en escalas validadas; los criterios secundarios de valoración fueron los efectos adversos, los efectos adversos graves y la calidad de vida. Se calcularon los risk ratio (RR) con intervalos de confianza del 95% (IC 95%); se midieron las medias aritméticas con desviaciones estándar y se estimaron las diferencias promedio (DP) con IC 95% entre los grupos. Cuando se aplicaron diferentes instrumentos de valoración se estimaron las DP estandarizadas (DPE). Se aplicaron modelos de efectos aleatorios; el nivel de certeza de la evidencia se determinó con el sistema GRADE.

Resultados

Se analizaron 4 estudios con 297 pacientes; para 239 de ellos se dispuso de la información necesaria para la revisión. En 3 estudios se compararon los efectos de los corticoides (en equivalentes a 8 mg o menos de dexametasona) respecto de placebo; en un estudio se comparó la eficacia de los corticoides (dexametasona en dosis de 4 mg) respecto de un comparador activo (modafinilo en dosis de 100 mg). No se dispuso de información suficiente para la evaluación de diferentes subgrupos, en relación con la dosis y la duración del tratamiento. Un estudio presentó riesgo alto de sesgo; en los restantes, el riesgo de sesgo fue bajo o impreciso.

Primera comparación: corticoides respecto de placebo.

No se registraron diferencias francas entre los corticoides y el placebo (DPE de -0.46, IC 95%: -1.07 a 0.14; 3 estudios clínicos controlados y aleatorizados, 165 pacientes, evidencia de muy baja certeza) en relación con el alivio de la fatiga a la semana de intervención.

No se observaron diferencias francas entre los grupos en la incidencia de efectos adversos, pero la evidencia fue muy incierta (3 estudios clínicos controlados y aleatorizados, 165 pacientes, evidencia de certeza muy baja).

No se registraron diferencias entre los grupos en la frecuencia de efectos adversos graves; sin embargo, la calidad de la evidencia fue muy incierta (2 estudios clínicos controlados y aleatorizados con 118 pacientes).

En un estudio se aportaron datos para la calidad de vida a la semana de la intervención, valorada con la Edmonton Symptom Assessment System (ESAS); no se encontraron diferencias francas entre los grupos (DP de -0.58, IC 95%: -1.93 a 0.77). En otro estudio se aplicó el Quality of Life Questionnaire for Cancer Patients Treated with Anticancer Drugs (QoL-ACD); tampoco se encontraron diferencias francas entre los grupos, con evidencia de muy baja certeza (2 estudios clínicos controlados y aleatorizados, 118 pacientes).

Segunda comparación: corticoides respecto de modafinilo

Se refirieron mejoras de la fatiga a las 2 semanas, respecto de las valoraciones basales, en los dos grupos de tratamiento (modafinilo, DP de 10.15, IC 95%: 7.43 a 12.87; dexametasona, DP de 9.21, IC 95%: 6.73 a 11.69); sin embargo, no se observaron diferencias importantes entre los grupos (DP de -0.94, IC 95%: -4.49 a 2.61; 1 estudio clínico controlado y aleatorizado, 73 pacientes, evidencia de muy baja certeza).

No se observaron diferencias francas en la incidencia de efectos adversos entre los grupos, pero la evidencia fue muy incierta (1 estudio clínico controlado y aleatorizado, con 73 pacientes). No se refirieron efectos adversos graves en ningún grupo de intervención (1 estudio con 73 pacientes).

A las 2 semanas de intervención se comprobaron mejoras en la calidad de vida, valorada con la ESAS, en los dos grupos (modafinilo, DP de -2.43, IC 95%: -2.88 a -1.98; dexametasona, DP de -2.16, IC 95%: -2.68 a -1.64), pero sin diferencias significativas entre los dos grupos (DP de 0.27, IC 95%: -0.39 a 0.93; 1 estudio, 73 pacientes).

Conclusión

La evidencia disponible es insuficiente para avalar o rechazar el uso de corticoides por vía sistémica con la finalidad de aliviar la fatiga, en pacientes adultos con cánceres avanzados. Sin embargo, se analizaron soólo 4 estudios, y la evidencia fue de muy baja certeza, en términos del alivio de la FC. Por lo tanto, se requieren estudios de mejor calidad metodológica y con muestras amplias de pacientes para determinar, con precisión, la eficacia de los corticoides en pacientes con FC. 



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