Resúmenes amplios

CALCIO, VITAMINA D Y DENSIDAD MINERAL ÓSEA EN MUJERES PREMENOPÁUSICAS


Ciudad de México, México
En mujeres sanas premenopáusicas, la administración de calcio, vitamina D o ambos no se asocia con mejoras de la densidad mineral ósea de columna lumbar o cadera total. Por lo tanto, es sumamente improbable que alguna de estas intervenciones sea beneficiosa para prevenir la aparición de fracturas vertebrales o no vertebrales.

Cochrane Library 11-51

Autores:
Clark P

Institución/es participante/s en la investigación:
Children's Hospital of Mexico Federico Gomez-Faculty of Medicine UNAM

Título original:
Calcium and Vitamin D Supplements do Not Increase Bone Mineral Density or Prevent Fractures in Premenopausal Women

Título en castellano:
Calcio y Vitamina D para Aumentar la Densidad Mineral Ósea en Mujeres Premenopáusicas

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.13 páginas impresas en papel A4

Introducción

La osteoporosis (OP) es una enfermedad caracterizada por fragilidad ósea aumentada, como consecuencia de la densidad mineral ósea (DMO) reducida y los trastornos de la calidad del hueso. Estas anormalidades se acompañan de riesgo aumentado de fracturas y calidad de vida reducida. La OP es una enfermedad muy frecuente, asociada con consecuencias muy deletéreas en todo el mundo, de modo que se justifica la identificación e implementación de medidas preventivas. La actividad física y las dietas saludables son algunos de los hábitos de vida más favorables para prevenir la OP; entre las dietas saludables se incluyen aquellas que tienen micronutrientes importantes para la salud ósea, como calcio y vitamina D. Sin embargo, la evidencia acerca de los efectos del aporte de calcio y vitamina D para mejorar la DMO en mujeres premenopáusicas sigue siendo no concluyente. En este escenario, el objetivo de la presente revisión sistemática Cochrane fue determinar los beneficios y los riesgos del aporte de calcio y vitamina D, solos o en combinación, con la finalidad de aumentar la DMO, y reducir el riesgo de fracturas en mujeres sanas premenopáusicas; también se analizan los efectos adversos de las intervenciones, respecto de placebo.

Métodos

Se aplicó la metodología Cochrane. La última búsqueda tuvo lugar en abril de 2022. Se consideraron estudios aleatorizados y controlados realizados con mujeres premenopáusicas, con deficiencia de calcio o vitamina D o sin estos trastornos, en los cuales se compararon los efectos de estos suplementos, en cualquier dosis y por cualquier vía, respecto de placebo, durante 3 meses como mínimo. La vitamina D pudo aportarse en forma de colecalciferol (vitamina D3) o ergocalciferol (vitamina D2). Los criterios principales de valoración fueron la DMO de cadera total y columna lumbar, la calidad de vida, las nuevas fracturas vertebrales sintomáticas, las nuevas fracturas no vertebrales sintomáticas, las interrupciones del tratamiento por efectos adversos, los efectos adversos graves, y las interrupciones del protocolo por cualquier motivo.

Resultados

Se analizaron 7 estudios clínicos controlados y aleatorizados con 941 participantes; 138 fueron asignadas al aporte de calcio, 110 recibieron vitamina D, 271 fueron asignadas al aporte de calcio más vitamina D y 422, a placebo. La edad promedio de las participantes fue de entre 18.1 años y 42.1 años. Se refirieron datos para tres comparaciones: calcio respecto de placebo, vitamina D respecto de placebo, y calcio más vitamina D respecto de placebo. Para todas las comparaciones, la certeza de la evidencia fue de moderada a baja. La mayoría de los estudios presentaron algún tipo de sesgo.

Calcio respecto de placebo

En 4 estudios se compararon los efectos del aporte de calcio respecto de placebo (n: 138 y 123, respectivamente), en pacientes de entre 18 y 47.3 años. El aporte de calcio se asoció con pocos o ningún efecto sobre la DMO de cadera total o de columna lumbar, después de 12 meses de intervención en 3 estudios, y a los 6 meses en el estudio restante (DMO de cadera total, diferencia promedio [DP]: −0.04 g/cm2, intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: −0.11 a 0.03; I2 para la heterogeneidad = 71%; 3 estudios, 174 pacientes; evidencia de certeza baja; DMO de columna lumbar: DP de 0 g/cm2, IC 95%: −0.06 a 0.06; I2 = 71%; 4 estudios, 202 participantes; evidencia de certeza baja). La administración de suplementos sólo con calcio no se asoció con aumento o descenso del riesgo de interrupciones de los protocolos (risk ratio [RR] 0.78, IC 95%: 0.52 a 1.16; I2 = 0%; 4 estudios, 261 participantes; evidencia de certeza moderada).

Vitamina D respecto de placebo

En dos estudios se compararon los efectos del aporte de vitamina D respecto de placebo en 110 y 79 participantes, respectivamente; las mujeres tenían entre 18.0 y 32.7 años. Los datos no pudieron ser agrupados para su análisis. En los estudios originales no se refirieron diferencias en la DMO de columna lumbar entre los grupos. El aporte exclusivo de vitamina D no redujo ni incrementó los abandonos del estudio por cualquier motivo (RR de 0.74, IC 95%: 0.46 a 1.19; evidencia de certeza moderada).

Calcio más vitamina D respecto de placebo

En dos estudios se compararon los efectos del aporte de vitamina D más placebo en 271 y 270 mujeres, respectivamente; la edad promedio de las participantes estuvo entre 18.0 y 36 años. En los estudios se analizó la DMO en áreas esqueléticas diferentes; en uno se evaluó la DMO de cadera total, mientras que en el otro se refirieron los cambios en la DMO de columna lumbar. Los estudios individuales no refirieron diferencias entre los grupos en el porcentaje de cambio de la DMO en cadera total (DP de −0.03, IC 95%: −0.06 a 0; evidencia de certeza moderada), y en columna lumbar (DP de 0.01, IC 95%: −0.01 a 0.03; evidencia de certeza moderada).

El aporte de calcio más vitamina D no redujo ni aumentó el riesgo de interrupción del tratamiento por cualquier motivo (RR de 0.82, IC 95%: 0.29 a 2.35; I2 = 72%; 2 estudios, 541 participantes; evidencia de certeza baja).

 

Conclusión

Los resultados de la presente revisión sistemática no avalan la administración de calcio, vitamina D o ambos en mujeres sanas premenopáusicas. De hecho, ninguna de las intervenciones, de manera aislada o en combinación, se asoció con mejoras de la DMO de columna lumbar o cadera total. Por lo tanto, es sumamente improbable que alguna de estas intervenciones sea beneficiosa para prevenir la aparición de fracturas vertebrales o no vertebrales. La evidencia global sugiere, también, que no se requieren más estudios en este sentido en la población general de mujeres sanas premenopáusicas; en cambio, los estudios podrían ser necesarios en poblaciones de pacientes premenopáusicas con predisposición a presentar alteraciones del metabolismo óseo, con pérdida de masa ósea o con diagnóstico de OP. 



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