Resúmenes amplios

NEUMONÍA AGUDA EN NIÑOS: EFICACIA DEL TRATAMIENTO ADYUVANTE CON VITAMINA D


Bhubaneswar, India
La evidencia disponible, de certeza muy baja a moderada, no permite establecer conclusiones firmes acerca de los posibles beneficios del aporte de vitamina D, en niños de menos de 5 años con neumonía aguda adquirida en la comunidad. Sin embargo, la intervención no parece asociarse con efectos adversos de consideración.

Cochrane Library 11-59

Autores:
Das RR

Institución/es participante/s en la investigación:
All India Institute of Medical Sciences (AIIMS)

Título original:
Vitamin D As an Adjunct to Antibiotics for the Treatment of Acute childhood Pneumonia (Review)

Título en castellano:
Vitamina D como Tratamiento Adyuvante con Antibióticos para el Tratamiento de la Neumonía Aguda en Niños

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.08 páginas impresas en papel A4

Introducción

La neumonía es una infección aguda del tracto respiratorio inferior que compromete esencialmente a los pulmones. Microscópicamente, la neumonía se caracteriza por la presencia de alvéolos con exudados, un trastorno que compromete la respiración y el recambio de gases. La tos, la fiebre, las dificultades para respirar, la retracción de la pared del tórax, y la hipoxia son las principales manifestaciones clínicas de la neumonía aguda en los niños. Los agentes etiológicos más frecuentes consisten en virus y bacterias, entre ellos Streptococcus pneumoniaeHaemophilus influenzae, y virus respiratorio sincicial.

Los factores de riesgo para la neumonía aguda infantil incluyen la falta de alimentación materna, la desnutrición, la polución ambiental en los hogares, la prematuridad, el hacinamiento y la falta de inmunización contra el sarampión. En 2019 se registraron 5.3 millones de decesos entre niños de menos de 5 años; el 49.2% y el 13.9% de estas muertes se atribuyeron a enfermedades infecciosas y a neumonía, respectivamente.

El tratamiento de la neumonía aguda en niños consiste en la administración de antibióticos, oxígeno, otras terapias de sostén y, en los casos graves, ventilación asistida. Los estudios en los cuales se analizaron los efectos de los aportes nutricionales de cinc, vitamina A, y vitamina C no mostraron resultados satisfactorios. El uso sin prescripción de mucolíticos y antitusivos tampoco ha sido eficaz.

La vitamina D es una vitamina liposoluble que tiene un papel importante en la homeostasis del calcio y del fósforo, y en la mineralización de los huesos. Existen dos tipos de vitamina D: la vitamina Dâ‚‚ o ergocalciferol, de origen vegetal, y la vitamina D₃ o colecalciferol, de origen animal. La vitamina D se sintetiza fundamentalmente en la piel (como vitamina D₃) luego de la exposición a la luz ultravioleta; menos del 10% es aportado por la dieta. La vitamina circula en sangre fundamentalmente como 25â€Âhidroxiâ€Âvitamina D (25[OH]â€ÂD), sintetizada en el hígado; la 1,25â€Âdihidroxivitamina D (1,25[OH]â‚‚â€ÂD) o calcitriol se sintetiza en riñones y es la principal forma activa de la vitamina, la cual se une a los receptores para la vitamina D (VDR por su sigla en inglés).

Los VDR se expresan en casi todos los sistemas del organismo, incluidas las células inmunológicas. Los niveles séricos de 25(OH)â€ÂD se utilizan para definir el estado de suficiencia (entre 50 y 250 nmol/l), insuficiencia (niveles entre 37.5 y 50 nmol/l), deficiencia grave (12.5 nmol/l o menos), y concentración excesiva (más de 250 nmol/l). Los suplementos con vitamina D para uso oral tienen entre 50 UI y 1000 UI; la administración por vía intramuscular está indicada en situaciones particulares. La dosis diaria recomendada para niños y adolescentes es de 400 UI. Los niños con deficiencia de vitamina D pueden recibir dosis diarias de entre 1000 UI y 10 000 UI, según la edad, durante 2 a 3 meses, con la finalidad de normalizar los niveles séricos de la vitamina.

La deficiencia o la insuficiencia de vitamina D son frecuentes en  los países de bajos recursos, pero también en aquellos con recursos elevados. La deficiencia de vitamina D aumenta, de manera sustancial, el riesgo de neumonía en niños de menos de 5 años; asimismo, se ha referido que ciertos polimorfismos de nucleótidos únicos (single nucleotide polymorphisms [SNP]) en genes relacionados con el VDR se relacionan con la susceptibilidad para la infección por el virus respiratorio sincicial. Unos pocos estudios analizaron los efectos del aporte de vitamina D en términos de la reducción del riesgo de episodios recurrentes de infecciones, pero los efectos de la vitamina D sobre el riesgo de neumonía aguda en niños se conocen poco. En la presente actualización se resume la evidencia al respecto, en relación con la primera revisión Cochrane, publicada en 2018. El principal objetivo fue determinar la eficacia y la seguridad del aporte de vitamina D, como adyuvante a los antibióticos, en niños con neumonía aguda.

Métodos

Los artículos publicados hasta 28 de diciembre de 2021 en cualquier idioma se identificaron mediante búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, y Embase. Se consideraron estudios clínicos controlados y aleatorizados en los cuales se compararon los efectos del aporte de vitamina D respecto de placebo, en niños de entre 1 mes y 5 años, internados por neumonía aguda adquirida en la comunidad, según la definición de la Organización Mundial de la Salud.

Resultados

Para la actualización se analizaron 3 ensayos nuevos con 468 niños, de modo que se incluyeron un total de 7 estudios con 1601 niños (631 con neumonía y 970 con neumonía grave o muy grave).

En 5 estudios se administró vitamina D en un único bolo en dosis de 300 000 UI en un estudio y de 100 000 UI en los 4 ensayos restantes) en el momento de inicio de la enfermedad o en el transcurso de las primeras 24 horas de internación. En tres estudios se realizó diagnóstico microbiológico de neumonía, diagnóstico radiológico de neumonía o ambos.

Probablemente la vitamina D ejerza pocos o ningún efecto sobre el tiempo de resolución de la enfermedad aguda (diferencia promedio [DP] de −5.47 a 2.91; 5 ensayos, 1188 niños; evidencia de certeza moderada). Se desconoce si la vitamina D modifica la duración de la internación (DP de 4.96 horas, intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: −8.28 a 18.21; 5 estudios, 1023 niños; evidencia de muy baja certeza). Tampoco pudo determinarse si el aporte de vitamina D reduce el riesgo de mortalidad (risk ratio [RR] de 0.69, IC 95%: 0.44 a 1.07; 3 ensayos, 584 niños; evidencia de baja certeza). No se refirieron efectos adversos.

Según la escala GRADE, la evidencia fue de certeza baja a moderada para todos los criterios de valoración.

Conclusión

La evidencia disponible no permite determinar con precisión si el aporte de vitamina D se asocia con efectos importantes sobre la evolución clínica de la neumonía, cuando se la indica como tratamiento adyuvante.



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