Resúmenes amplios

EFECTO DE LOS SUPLEMENTOS CON ÁCIDOS GRASOS EN NIÑOS CON TRASTORNO DEL DESARROLLO DE LA COORDINACIÓN


Oxford, Reino Unido
El suplemento con ácidos grasos puede ser una opción terapéutica segura, tolerable y eficaz para mejorar el rendimiento académico y la conducta en los niños con trastorno del desarrollo de la coordinación.

Pediatrics 115(5):1360-1366

Autores:
Richardson AJ, Montgomery P

Institución/es participante/s en la investigación:
University Laboratory of Physiology

Título original:
The Oxford-Durham Study: A Randomized, Controlled Trial of Dietary Supplementation with Fatty Acids in Children with Developmental Coordination Disorder

Título en castellano:
The Oxford-Durham Study: Ensayo Aleatorizado y Controlado sobre Complementos Dietéticos con Acidos Grasos en Niños con Trastorno del Desarrollo de la Coordinación

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.97 páginas impresas en papel A4
Introducción Los ácidos grasos omega-3 son esenciales para el desarrollo y la función normales del cerebro y deben ser provistos por la dieta. Algunas pruebas indican que la deficiencia de ácidos grasos o su desequilibrio puede contribuir a una amplia gama de trastornos psiquiátricos y neurológicos de los adultos y a diversos trastornos frecuentes del neurodesarrollo con superposición de la infancia, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la dislexia, la dispraxia (trastorno del desarrollo de la coordinación [TDC]) y los trastornos del espectro autista. Según la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV), el TDC comprende alteraciones específicas de la función motora independientes de la capacidad general. Afecta a un 5% de los niños y muestra una superposición sustancial con el TDAH, la dislexia y los trastornos del espectro autista. Además de las deficiencias en la función motora, el TDC suele asociarse con dificultades en el aprendizaje y alteraciones conductuales y en el ajuste psicosocial, que pueden persistir en la vida adulta. En el ámbito escolar, los obstáculos principales para los logros académicos comprenden dificultades con el lenguaje escrito (superposición con dislexia) o dificultades con la capacidad de organización, la atención y la conducta (superposición con síntomas del TDAH), que se asocian con baja autoestima y problemas sociales. Los niños que cumplían los criterios, tanto de TDC como de TDAH, a los 7 años tuvieron un mal pronóstico cuando fueron evaluados a los 22 años, tanto en lo que se refiere a los logros académicos como en el ajuste psicosocial. Según se documentó en estudios con animales, las alteraciones en la percepción, la atención y la conducta encontradas en el TDC/dispraxia muestran semejanzas con los efectos de la deficiencia de ácidos grasos. Dada la falta de opciones terapéuticas eficaces, basadas en la evidencia para los niños con TDC, los suplementos con ácidos grasos podrían constituir una opción segura si se demuestra su eficacia. En este ensayo se evaluaron los efectos de los complementos dietéticos con ácidos grasos omega-3 y omega-6 en los niños de entre 5 y 12 años con TDC provenientes de una población escolar geográficamente definida. Métodos El diseño del estudio fue aleatorizado, a doble ciego y controlado con placebo, con grupos terapéuticos paralelos por 3 meses, seguido de un cruzamiento (placebo a tratamiento activo) por otros 3 meses. El tratamiento activo consistió en un suplemento alimentario con ácidos grasos omega-3 y omega-6, mientras que el placebo comprendió un complemento con cápsulas con aceite de oliva. El suplemento del tratamiento activo estaba compuesto por un 80% de aceite de pescado y un 20% de aceite de prímula en cápsulas de gelatina. La dosis diaria de 6 cápsulas aportó ácidos grasos omega-3 (558 mg de ácido eicosapentaenoico y 174 mg de ácido docosahexaenoico) y ácidos grasos omega-6 (60 mg de ácido gammalinoleico) más 9.6 mg de vitamina E. Durante los días de semana, los maestros coordinadores administraron los tratamientos en la escuela con 2 cápsulas en 3 dosis divididas, mientras que los fines de semana fueron suministrados por los padres. Los criterios principales de valoración fueron los cambios observados en las mediciones estandarizadas, ajustadas por la edad, de las habilidades motoras (Movement Assessment Battery for Children), literarias (lectura y deletreo) evaluadas por el test Wechsler Objective Reading Dimensions y las dificultades en el aprendizaje y conductuales asociadas con síntomas de TDAH determinadas por los maestros con las escalas de Conners (Conners´ Teacher Rating Scales, long version [CTRS-L]). El eje principal del estudio fue la comparación de los efectos del tratamiento en los grupos paralelos durante 3 meses. La hipótesis señaló que el suplemento durante 3 meses con ácidos grasos produce una mejoría significativa, en comparación con el placebo, en las áreas evaluadas. Los criterios principales de valoración se obtuvieron al inicio (antes del tratamiento) y a los 3 y 6 meses de seguimiento. Participaron niños de 5 a 12 años que cumplieron los criterios del DSM-IV para TDC, pero que no se encontraban en tratamiento. El diagnóstico de TDC se confirmó con los tests estandarizados, ajustados por la edad (cociente intelectual [CI] > 70 y habilidades motoras por debajo del percentil 15 con tests objetivos), y por los padres y maestros que verificaron que los impedimentos del niño interferían en los logros académicos y las actividades de la vida diaria. Los participantes provinieron de 12 escuelas del condado de Durham, Reino Unido. La asignación a los grupos terapéuticos se realizó al azar. Los participantes, las personas que suministraron los tratamientos y los profesionales que evaluaron los resultados desconocían las asignaciones terapéuticas. La adhesión al tratamiento se determinó mediante el recuento de las cápsulas remanentes que se comparó con el registro de los maestros. En los registros de los maestros también se constataron los efectos adversos. En cuanto a la metodología estadística, las comparaciones entre los grupos se efectuaron según los criterios principales de valoración. Se utilizaron pruebas no paramétricas para todos los análisis. Resultados Participaron en el estudio 117 niños, 60 fueron asignados al tratamiento activo y 57, al grupo placebo. La muestra consistió en 78 varones y 39 mujeres, con una media de edad de 105.8 meses (desviación estándar [DE] 16.3 meses, rango 70-147 meses). La media del CI en la Escala de Inteligencia de Wechsler para niños fue de 90.3 (DE 8.1, rango 71-110), aproximadamente 0.67 DE por debajo del promedio de la población general. La media del CI verbal fue de 94 (DE 7.8, rango 76-116) y la media del CI no verbal fue de 88.4 (DE 8.3, rango 71-110). Siete participantes abandonaron el estudio antes de los 3 meses (5 en el grupo de tratamiento activo y 2 en el grupo placebo) y un total de 17 niños abandonaron a los 6 meses (10 en el grupo de tratamiento activo y 7 en el grupo placebo). La tasa media de adhesión terapéutica a los 3 meses para los 110 niños que completaron esta fase del ensayo fue del 88.7% (DE 7.1%); las tasas no difirieron entre los grupos. Al inicio, los puntajes medios de las habilidades motoras se encontraron por debajo del percentil 6. Los puntajes mejoraron y se ubicaron en el percentil 12 durante los 3 meses de tratamiento con grupos paralelos, aunque los cambios no difirieron entre los grupos terapéuticos. Antes del tratamiento, los puntajes medios para la lectura y el deletreo se encontraron aproximadamente 1 año por debajo de la edad cronológica. Durante la fase de estudio de 3 meses con grupos paralelos, la media del incremento en la edad para la lectura fue de 9.5 meses (DE 13.9 meses) para el tratamiento activo y de 3.3 meses (DE 6.7 meses) para el placebo; la diferencia fue significativa (z = 2.87, p < 0.004). La media de los incrementos en la edad para el deletreo fue de 6.6 meses (DE 11.4 meses) para el tratamiento activo y de 1.2 meses (DE 5 meses) para el placebo; la diferencia fue estadísticamente significativa (z = 3.36, p < 0.001). Al inicio, los puntajes medios para los síntomas relacionados con el TDAH en ambos grupos se encontraron en promedio más de 1 DE por encima de la media de la población general. Ninguno de los participantes tuvo un diagnóstico formal de TDAH. Sin embargo, 32 de 102 niños (17 varones y 15 mujeres, 31% de la muestra) tuvieron puntajes = 2 DE por encima de los promedios de la población general en las escalas CTRS-L. Algunos porcentajes similares se encontraron en las escalas de hiperactividad y desatención del DSM-IV. Estos puntajes colocan a estos niños en el rango clínico para el diagnóstico de TDAH según el DSM-IV, aunque esto sólo puede confirmarse con una evaluación psiquiátrica completa, que no fue posible en este estudio. Después de 3 meses de tratamiento, se encontraron reducciones en los puntajes de las escalas globales CTRS-L que fueron significativamente mayores en el grupo de tratamiento activo respecto del grupo que recibió placebo. Los resultados de las subescalas fueron similares y sólo las subescalas de perfeccionismo y problemas sociales mostraron una ventaja significativa para el grupo de tratamiento activo. Para este grupo, los puntajes en las escalas CTRS-L disminuyeron de una media de 74.7 (DE 26.7) a 58.1 (DE 27.7), una reducción de > 0.5 DE durante la fase de tratamiento con grupos paralelos de 3 meses de duración. Por el contrario, no se observaron cambios en el grupo placebo (media pretratamiento: 69.5, DE 33.1; media postratamiento 67.9, DE 34.8). La diferencia entre los grupos fue estadísticamente significativa (z = 5.48, p < 0.0001). A los 3 meses del tratamiento, sólo 24 niños (23.5%) todavía presentaron puntajes en las escalas CTRS-L que los colocaron en el rango clínico para TDAH. Entre los participantes que recibieron tratamiento activo, 7 de 16 no se encontraron más en el rango clínico para TDAH, mientras que en el grupo placebo sólo 1 de 16 mejoró en este aspecto. En la fase de seguimiento, los meses 3 a 6, la media de la tasa de adhesión terapéutica fue del 85.5% (DE 8.6%) para todos los niños que completaron este período (n = 100) y las tasas no difirieron entre los grupos. La media del incremento en las habilidades motoras durante este período no difirió entre los grupos. Sin embargo, con respecto a la lectura y el deletreo, los participantes del grupo de cruzamiento (de placebo a tratamiento activo) mostraron mejorías similares a las observadas en los niños que recibieron inicialmente la terapia activa. La media en la edad para la lectura mejoró en 13.5 meses (DE 11.9 meses) y en la edad para el deletreo mejoró en 6.2 meses (DE 6.8 meses). Los participantes que continuaron con el tratamiento activo también mostraron mejorías en su edad cronológica (media del incremento en la edad para la lectura: 10.9 meses, DE 11.8 meses y media del incremento en la edad para el deletreo: 5.3 meses, DE 6.9 meses). En cuanto a la conducta, el grupo de cruzamiento mostró reducciones en los puntajes de las escalas CTRS-L similares a las observadas en el grupo de tratamiento activo durante la fase de 0-3 meses. La media del puntaje total en las escalas CTRS-L disminuyó a 57.8 (DE 38) en el grupo de cruzamiento, mientras que los niños que continuaron con el tratamiento activo tuvieron una mejoría adicional, con una reducción en la media del puntaje total a 52.6 (DE 32.8). No se informaron efectos adversos. Discusión y conclusión Comentan los autores que los resultados de su estudio demostraron que el tratamiento con complementos dietéticos con ácidos grasos no tuvo efectos sobre las habilidades motoras, pero sí produjo mejorías significativas en la lectura, el deletreo y la conducta en los niños con TDC en comparación con el placebo durante el período de estudio inicial de 3 meses. En los meses 3 a 6 se observaron cambios similares en el grupo de cruzamiento (de placebo a tratamiento activo), mientras que los participantes que continuaron con el tratamiento activo mantuvieron o mejoraron sus progresos. Se desconoce la dosis y la combinación óptima de ácidos grasos. Es necesaria la realización de más estudios para establecer la composición óptima de los ácidos grasos y la relación dosis-respuesta. Asimismo, se requiere investigar si la falta de efectos sobre las capacidades motoras se debe a las mediciones utilizadas y la duración de los efectos terapéuticos sobre la conducta y el progreso académico. En conclusión, el suplemento con ácidos grasos puede ser una opción terapéutica segura, bien tolerada y eficaz para mejorar el rendimiento académico y la conducta en los niños con TDC.

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