IMPORTANCIA DE LOS ACIDOS GRASOS ESENCIALES EN NIÑOS CON HIPERACTIVIDAD

Londres, Reino Unido Las drogas empleadas en caso de hiperactividad pueden acarrear efectos adversos significativos; en consecuencia, se buscan alternativas terapéuticas como la administración de ácidos grasos omega-3.

Nutrition and Health 19(1-2):57-60

Autores:
Matsudaira T

Institución/es participante/s en la investigación:
King's College London

Título original:
Attention Deficit Disorders - Drugs or Nutrition?

Título en castellano:
Empleo de Drogas o Estrategias Nutricionales en Casos de Trastorno por Déficit de Atención

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1 página impresa en papel A4

ReSIIC editado en:  Salud Mental  Nutrición  Pediatría

Introducción
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se observa en el 3% a 9% de los niños en edad escolar, con predominio en los varones. El cuadro clínico se caracteriza por la presencia de hiperactividad, impulsividad y alteraciones de la coordinación, entre otros síntomas. En general, la afección se extiende durante la adolescencia y ocasiona dificultades en el funcionamiento académico, social y emocional. Según los datos disponibles, en el 70% de los casos el TDAH es hereditario. El tratamiento de este trastorno incluye la farmacoterapia, la terapia cognitivo/conductual y el entrenamiento en las habilidades sociales; además, es fundamental la participación de los padres. Respecto de la farmacoterapia, la administración de drogas estimulantes, como el metilfenidato o la dextroanfetamina, se asocia con un índice de respuesta del 75%. La atomoxetina es un agente más nuevo, no estimulante, que también se emplea para tratar a los niños con TDAH. Estos fármacos pueden acarrear efectos adversos, como la disminución del apetito, el retardo en el crecimiento, dolor abdominal, cefaleas e insomnio. Por este motivo, en muchos casos se buscan alternativas terapéuticas, entre las que se incluye la administración de suplementos nutricionales de ácidos grasos (AG) omega-3.
AG omega-3
Según lo informado por el Hyperactive Children’s Support Group (HCSG), el nivel de AG esenciales es importante respecto de la presencia de hiperactividad pero, lamentablemente, se desconocen los mecanismos responsables de sus beneficios. Según el autor, la utilidad de los AG omega-3 radica en su participación en la remodelación dendrítica y sináptica; además, están involucrados en la integridad de la barrera hematoencefálica, las membranas neuronales, los canales iónicos y los receptores. En modelos animales se halló asociación entre la hiperactividad y el déficit de AG omega-3. Por otro lado, la prevalencia superior de TDAH entre los varones se debería a la necesidad de un nivel superior de AG omega-3 en comparación con las mujeres. En un estudio anterior se comprobó que la administración de AG poliinsaturados de cadena larga es eficaz para el tratamiento de los pacientes con trastorno oposicionista desafiante; en cambio, el ácido eicosapentaenoico (EPA) sería especialmente útil en pacientes con comportamiento disruptivo. Por su parte, el ácido docosahexaenoico (DHA) es fundamental para el neurodesarrollo fetal y se postula su participación en la modulación de las conductas agresivas. En cuanto al EPA, se sugiere su importancia respecto del funcionamiento cognitivo. En un estudio efectuado en niños con trastornos de coordinación y TDAH se hallaron mejorías luego de la administración de AG omega-3 y omega-6. Son necesarios estudios adicionales para comparar el efecto del DHA frente al EPA; además, sería útil crear estrategias no invasivas para medir el nivel de AG esenciales y el funcionamiento cerebral, entre otros factores.
Discusión
En diversos estudios se halló una correlación entre la hiperactividad y el déficit de AG omega-3 durante el embarazo. Según lo informado por el HCSG, el AG omega-6 gamma linoleico es tan beneficioso como los AG omega-3. Entre los motivos de la conversión insuficiente de AG esenciales se mencionan el déficit de cinc, cromo, magnesio y vitaminas del complejo B; también se postula la asociación entre el déficit de AG esenciales y la presencia de determinadas toxinas y enfermedades. El envejecimiento también estaría involucrado en el déficit de AG esenciales. Respecto del papel de estos AG, el DHA ejercería un efecto beneficioso sobre la estructura cerebral, en tanto que el EPA participaría en el mantenimiento de la estructura de los vasos sanguíneos y del flujo cerebral.