EFICACIA, TOLERABILIDAD Y RENTABILIDAD DEL IRBESARTÁN

Resúmenes amplios

EFICACIA, TOLERABILIDAD Y RENTABILIDAD DEL IRBESARTÁN


Atenas, Grecia
El irbesartán es una alternativa terapéutica eficaz y bien tolerada para el tratamiento de la hipertensión arterial y la diabetes mellitus tipo 2 con nefropatía, además de ser rentable, en comparación con las opciones convencionales de tratamiento.

Vascular Health and Risk Management (9):575-592

Autores:
Gialama F, Maniadakis N

Institución/es participante/s en la investigación:
National School of Public Health

Título original:
Comprehensive Overview: Efficacy, Tolerability and Cost-Effectiveness of Irbesartan

Título en castellano:
Revisión de la Eficacia, la Tolerabilidad y la Rentabilidad del Irbesartán

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.61 páginas impresas en papel A4
Introducción
Según estima la Organización Mundial de la Salud, más de mil millones de adultos en todo el mundo tienen hipertensión arterial (HTA), definida por un valor de presión arterial sistólica > 140 mm Hg o de presión arterial diastólica > 90 mm Hg, o ambas. La HTA representa un problema considerable de salud y es un factor importante de riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad asociada. La prevalencia de HTA es del 44.2% en Europa, en comparación con el 27.8% en los EE.UU. y del 27.4% en Canadá. Los factores principales que contribuyen con la aparición de este cuadro son determinantes sociales, como la edad, el nivel de ingresos, el nivel educativo, la dieta, el tabaquismo, la actividad física y el consumo de alcohol; factores metabólicos de riesgo, como la obesidad, la diabetes y la hiperlipidemia; y otras enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular (ACV) y la insuficiencia cardíaca, y la enfermedad renal. El tratamiento antihipertensivo puede reducir la presión arterial en forma eficaz, por lo que el riesgo de enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca y cerebrovascular es menor, así como la mortalidad. Inicialmente se utilizaban inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA), que interfieren con el sistema renina-angiotensina y reducen la concentración de angiotensina II circulante. Sin embargo, estos fármacos no bloquean completamente la producción de esta hormona, puesto que existen otras vías de formación que no dependen de la enzima convertidora; así, se diseñaron antagonistas del receptor de angiotensina II que bloquean de manera selectiva los receptores AT1 e inhiben el sistema renina-angiotensina, lo que reduce la presión arterial. Estos fármacos reducen la  progresión de la enfermedad renal asociada con la HTA, presentan excelente tolerabilidad, y se asocian con menor incidencia de efectos adversos en comparación con otros fármacos antihipertensivos. El irbesartán es un bloqueante del receptor de angiotensina II, aprobado para el tratamiento de la HTA, solo o en combinación con otros fármacos antihipertensivos. Este agente genera un bloqueo de larga duración del receptor en comparación con otros agentes de este grupo, con alta selectividad sobre el receptor AT1. Además, está aprobado para reducir la progresión de la enfermedad renal en pacientes con diabetes tipo 2 y nefropatía. El objetivo de la presente revisión fue resumir la información publicada sobre la eficacia, la tolerabilidad y la rentabilidad acerca del uso de irbesartán.  

Métodos
Se realizó una búsqueda en bases de datos informatizadas sobre la eficacia, la tolerabilidad y la rentabilidad del irbesartán; se hallaron 41 estudios en los que se evaluó el uso de este fármaco, como monoterapia o en combinación con otras drogas, para el tratamiento de la HTA o la diabetes tipo 2 con nefropatía, o ambos, y en individuos con hipertrofia del ventrículo izquierdo. También se hallaron 15 estudios de rentabilidad. Sólo se incluyeron trabajos en inglés.  

Farmacocinética y farmacodinamia
El irbesartán se absorbe en forma rápida y casi completa luego de su administración por vía oral; su concentración plasmática máxima se observa después de 20 minutos de la ingesta, en forma independiente de la dosis, con biodisponibilidad del 60% a 80%. Los alimentos no ejercen efecto alguno. Después de 3 días de tratamiento, la concentración plasmática del fármaco se estabiliza y el grado de unión a proteínas plasmáticas es de aproximadamente el 96%. Este compuesto se metaboliza por conjugación con glucurónido y oxidación; el metabolito inactivo circulante principal es el glucurónido de irbesartán, en tanto que las vías de excreción son la renal y la biliar. El tiempo de vida media de eliminación del fármaco es de 11 a 15 horas y depende fundamentalmente de la isoenzima 2C9 del sistema enzimático citocromo P450. No se observaron diferencias significativas en la farmacocinética según el sexo, la edad o la etnia del individuo tratado, tampoco parece haber diferencias considerables en caso de insuficiencia renal, hepática o cardíaca, ni interacciones con otros fármacos. El irbesartán antagoniza en forma potente (hasta 100% a las 4 horas, en dosis de 25 mg a 300 mg) y selectiva el receptor AT1 de angiotensina II, con relación entre la dosis y la respuesta y la presión arterial. Su eficacia parece ser superior a la del valsartán y el losartán, mientras que no tendría efecto significativo sobre el flujo plasmático renal, la tasa de filtrado glomerular, la fracción de filtrado o la excreción urinaria de sodio o potasio; tampoco ejerce efectos sobre la concentración plasmática de ácido úrico, el nivel de triglicéridos en ayunas, el colesterol total o la glucemia en ayunas, incluso durante el tratamiento crónico.  

Seguridad, tolerabilidad y eficacia
Los resultados de ensayos controlados con placebo indicaron que el tratamiento con irbesartán es bien tolerado en individuos con HTA leve a moderada. La tasa de efectos adversos asociados con su uso es similar a la de individuos que recibieron placebo, enalapril, valsartán, losartán o amlodipina. Los efectos adversos más frecuentes fueron la debilidad, las cefaleas, los mareos, la fatiga y los dolores musculoesqueléticos, en general, leves. La frecuencia de aparición de tos es menor en comparación con el enalapril, en tanto que el impacto sobre la frecuencia cardíaca es menor que cuando se utiliza atenolol. El agregado de irbesartán a las tiazidas suele ser bien tolerado, incluso a largo plazo; la mayoría de los efectos adversos asociados con el uso de la combinación de irbesartán y amlodipina es leve o moderada y se relaciona especialmente con la administración del segundo fármaco. El irbesartán está indicado especialmente para el tratamiento de la HTA y existen pruebas sobre su eficacia para pacientes con HTA esencial leve a moderada, tanto como monoterapia o en combinación con hidroclorotiazida u otros agentes antihipertensivos. En los estudios al respecto, en general fueron excluidos los pacientes con HTA maligna o secundaria, enfermedades cardiovasculares (ACV, infarto de miocardio e insuficiencia cardíaca) o insuficiencia renal o hepática. En dosis de 75 mg a 300 mg, el irbesartán se asoció con reducción significativa de la presión arterial sistólica y diastólica en individuos con HTA leve a moderada, incluso luego de 2 semanas de tratamiento y, especialmente, después de 4 semanas, de manera dependiente de la dosis. Este efecto parece ser superior al del losartán y el valsartán y similar al del enalapril, el atenolol, la amlodipina y el olmesartán (aunque éste se asoció con mayor reducción de la presión arterial diastólica). El uso de la combinación de irbesartán e hidroclorotiazida se asoció con mayor efecto sobre la presión arterial en comparación con placebo y el segundo fármaco o valsartán (o losartán) y la tiazida. En individuos con HTA grave, la combinación de irbesartán e hidroclorotiazida fue superior a la monoterapia con cualquiera de estos dos fármacos. El empleo de irbesartán se asoció con mejores resultados en la función renal, en comparación con amlodipina, placebo u otros fármacos antihipertensivos, con baja progresión de la concentración de creatinina plasmática y del deterioro de la depuración de creatinina. También se halló que este fármaco reduce la microalbuminuria en pacientes con diabetes, o sin esta enfermedad, y disminuye la progresión a albuminuria, también en individuos sin HTA. El tratamiento con irbesartán se asoció con mayor reducción de la masa del ventrículo izquierdo, la presión arterial y la dispersión del intervalo QT y del QT corregido en combinación con el atenolol. Se observa una mejoría cercana al 25% en la hipertrofia del ventrículo izquierdo cuando se administra irbesartán, en comparación con el 11.6% en sujetos tratados con amlodipina, después de 6 meses.  

Rentabilidad
En 13 estudios se comparó la rentabilidad del irbesartán con otros fármacos antihipertensivos y en 2 se evaluó su combinación con hidroclorotiazida. Se observó que la expectativa de vida asociada con el uso del primer fármaco fue mayor en comparación con la amlodipina (8.58 años en comparación con 8.13 años, respectivamente, en un horizonte de 25 años). El tratamiento temprano parece ser mejor que el tardío (12.17 años ganados contra 11.27, en igual orden, con 10.55 y 9.58 años de vida ganados ajustados por calidad). Se observó que este fármaco reduce la incidencia acumulativa y retrasa la aparición de enfermedad renal terminal. También se detectó que el tratamiento con irbesartán en individuos con HTA y diabetes tipo 2, microalbuminuria y nefropatía, se asoció con ahorro significativamente superior de dinero respecto del uso de otros antihipertensivos (como losartán y valsartán), especialmente cuando se administra en forma temprana y en combinación con hidroclorotiazida.

Conclusiones
Los autores concluyen que el irbesartán representa una alternativa terapéutica eficaz y bien tolerada para el tratamiento de la HTA y la diabetes tipo 2 con nefropatía, además de ser rentable, en comparación con las opciones convencionales de terapia.
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