PACIENTES DIABÉTICOS SOMETIDOS A ANGIOGRAFÍA CORONARIA

Resúmenes amplios

PACIENTES DIABÉTICOS SOMETIDOS A ANGIOGRAFÍA CORONARIA


Haifa, Israel
En pacientes derivados para la realización de angiografía coronaria, la diabetes mellitus permaneció como un predictor autónomo de mortalidad a largo plazo, independientemente de la presentación coronaria.

American Journal of Cardiology 119(8):1141-1145

Autores:
Zafrir B, Jaffe R, Halon D

Institución/es participante/s en la investigación:
Technion-Israel Institute of Technology

Título original:
Impact of Diabetes Mellitus on Long-Term Mortality in Patients Presenting for Coronary Angiography

Título en castellano:
Impacto de la Diabetes Mellitus sobre la Mortalidad a Largo Plazo en Pacientes Sometidos a Angiografía Coronaria

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.2 páginas impresas en papel A4
Introducción 
La prevalencia de diabetes mellitus (DBT) tipo 2 se extiende en todo el mundo debido al envejecimiento poblacional y al estilo de vida poco saludable, como el incremento en la obesidad y la falta de actividad física, con el consiguiente aumento en la morbilidad y la mortalidad. La causa principal de mortalidad en la DBT es la enfermedad cardiovascular; sin embargo, todavía se cuestiona la utilidad de la evaluación coronaria invasiva y la revascularización en la DBT. El objetivo de este estudio fue determinar el impacto de la DBT sobre la mortalidad a largo plazo en una cohorte de pacientes consecutivos sometidos a angiografía coronaria (AC) para la evaluación o el tratamiento de la enfermedad coronaria (EC).

Métodos
Se realizó un análisis retrospectivo de la base de datos del laboratorio de cateterismo cardíaco del Carmel Medical Center, en Haifa, Israel, entre 2000 y 2015. La población en estudio consistió en 14 337 pacientes derivados para AC para la evaluación o el tratamiento de la EC. Los participantes se clasificaron en tres grupos de indicaciones angiográficas: presentación clínica estable (n = 6911), angina de pecho inestable o infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST (API/IAMsEST; n = 5730), e IAM con elevación del segmento ST (IAMEST; n = 1696). La presencia de DBT o su tratamiento (dieta, hipoglucemiantes orales, insulina), el sexo, la edad, los factores de riesgo, las comorbilidades y las intervenciones coronarias previas al momento de la realización del cateterismo cardíaco se registraron en forma prospectiva. Los datos de la mortalidad por todas las causas se obtuvieron del registro nacional de mortalidad. Los datos continuos se presentaron como media ± desviación estándar y las variables categóricas, como números y porcentajes. Las tasas de supervivencia a corto y a largo plazo en los pacientes con DBT y aquellos sin esta enfermedad se calcularon con el método de Kaplan-Meier. Se realizó un análisis multivariado con el modelo de riesgo proporcional de Cox para la asociación de la DBT con la mortalidad a largo plazo y se calcularon los hazard ratios (HR), con los intervalos de confianza del 95% (IC 95%). Se consideró estadísticamente significativo un valor de p de dos colas inferior a 0.05.

Resultados
La edad promedio de los participantes fue de 64 años (± 11 años); el 27% eran mujeres. Más de un tercio de los pacientes tenían hipertensión y dislipidemia, un cuarto fumaba al momento del estudio y un 13% tenía antecedentes de revascularizaciones previas. En el 37% de la cohorte (n = 5279) se documentó la presencia de DBT. De los pacientes con DBT, 304 solamente seguían una dieta, 4002 recibían hipoglucemiantes orales y 973, insulina. Los pacientes con DBT tuvieron una mayor prevalencia de factores de riesgo y comorbilidades, que aumentaron a medida que se complejizaba el tratamiento recibido. Durante el seguimiento de 78 meses (mediana), 3225 participantes (23%) fallecieron (20% de los pacientes sin DBT; 22% de aquellos con DBT que solamente seguía una dieta; 27% con DBT, tratados con hipoglucemiantes orales, y 30% de sujetos con DBT, tratados con insulina; p < 0.001). En el análisis multivariado, después del ajuste por la edad, el sexo, el índice de masa corporal, la hipertensión, el tabaquismo, la dislipidemia, el nivel de creatinina, los antecedentes familiares de EC prematura y las intervenciones coronarias previas, la DBT y su tratamiento se asociaron de manera significativa y progresiva con la mortalidad a largo plazo. Los OR ajustados fueron de 1.41 (IC 95%: 1.11-1.80, p = 0.006) para los pacientes tratados solamente con dieta, de 1.63 (IC 95%: 1.51-1.77, p < 0.001) para los que recibían hipoglucemiantes orales y de 2.50 (IC 95%: 2.20-2.85, p < 0.001) para los tratados con insulina. El ajuste adicional por la indicación de la AC no influyó significativamente sobre el modelo. Las tasas de mortalidad crudas, acumulativas y globales a un año fueron del 0.8% para los pacientes sin síndrome coronario agudo (SCA) en el momento de la presentación (n = 6911), de 4.7% en aquellos con API/IAMsEST (n = 5730) y de 9.4% para aquellos con IAMEST. La supervivencia a corto plazo, a un año, de los pacientes con DBT fue significativamente menor en comparación con aquellos sin la enfermedad, sometidos a AC debido a API/IAMsEST (p = 0.002) y a IAMEST (p = 0.012), pero fue similar en el grupo sin SCA (p = 0.334). En el seguimiento a largo plazo, la supervivencia de los pacientes con DBT con cada una de las tres indicaciones angiográficas fue significativamente menor en comparación con aquellos sin DBT (p < 0.0001), en tanto que las diferencias en la supervivencia en los sujetos con API/IAMsEST y con IAMEST desaparecieron. Los pacientes con DBT, tratados clínicamente o con síntomas estables, a largo plazo tuvieron tasas similares de supervivencia o menores a las de aquellos sin DBT, pero con SCA (HR: 1.21; IC 95%: 1.08-1.35; p = 0.001).

Discusión y conclusión
Según los autores, los resultados del presente estudio indicaron que en, los pacientes derivados para AC, la DBT se asoció con un riesgo de mortalidad por todas las causas a largo plazo que aumentó progresivamente según la complejidad del tratamiento de la enfermedad de base. La presentación con SCA influyó sobre la mortalidad a corto y a largo plazo. La interacción entre la DBT y la aterosclerosis es compleja y multifactorial, e intervienen la dislipidemia, la hipercoagulabilidad, el estado protrombótico, la disfunción endotelial y la inflamación, que promueven la aterotrombosis. En coincidencia con una publicación previa, aunque limitada a una población sometida a su primera intervención coronaria, la mortalidad a largo plazo fue elevada en los pacientes con DBT y EC estable en comparación con aquellos sin DBT que se presentaron con IAMsEST. Este hecho destaca la importancia de la presencia de la DBT y su significado pronóstico cuando se considera una intervención coronaria, independientemente de la presentación clínica; a su vez, esto concuerda con el concepto clásico de que la DBT es un equivalente de riesgo de EC. Además, en el presente ensayo, el riesgo de mortalidad se correlacionó con el tipo de tratamiento de los pacientes con DBT. En este sentido, la terapia con insulina puede servir como un marcador de mayor riesgo de muerte a largo plazo, en concordancia con investigaciones previas en pacientes sometidos a AC y después de la realización de intervenciones coronarias. A pesar de los tratamientos clínicos e intervencionistas considerados adecuados en los pacientes con DBT, su pronóstico fue adverso.  En conclusión, en pacientes derivados para la realización de una AC, la DBT permaneció como un predictor autónomo de la mortalidad a largo plazo, independientemente de la presentación coronaria, y la mortalidad aumentó en relación directa con la intensificación del tratamiento de la enfermedad de base; así, la mortalidad fue mayor en pacientes que recibían terapia con insulina.
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