LOS ASPECTOS PERINATALES DE LA ENFERMEDAD POR CORONAVIRUS 2019

LOS ASPECTOS PERINATALES DE LA ENFERMEDAD POR CORONAVIRUS 2019


Jerusalén, Israel
Actualmente se desconoce si el embarazo es un factor de riesgo para agravar la enfermedad por coronavirus 2019.

Journal of Perinatology 40820-826

Autores:
Mimouni F

Institución/es participante/s en la investigación:
Shaare Zedek Medical Center

Título original:
Perinatal Aspects on the COVID-19 Pandemic: A Practical Resource for Perinatal–Neonatal Specialists

Título en castellano:
Los Aspectos Perinatales en la Pandemia de COVID-19: Un Recurso Práctico para Especialistas Perinatales-Neonatales

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.01 páginas impresas en papel A4
Introducción
Un estudio realizado en 2015 advirtió a las comunidades médicas y científicas del riesgo continuo de la reaparición del coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV, por sus siglas en inglés) de los virus que circulan actualmente en las poblaciones de murciélagos chinos. El 17 de noviembre de 2019, se identificó el primer caso de infección por un nuevo coronavirus según fuentes del gobierno chino. La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) surgida en China fue declarada pandemia el 11 de marzo de 2020. El agente etiológico de esta enfermedad sería el SARS-CoV-2. Se han realizado numerosas investigaciones hasta la fecha para definir mejor la epidemiología, las características clínicas, la prevención y el tratamiento de la infección por SARS-CoV-2. Sin embargo, poco se sabe sobre los aspectos perinatales del COVID-19. El objetivo del presente estudio fue resumir los datos disponibles y proporcionar a los perinatólogos y neonatólogos herramientas prácticas para manejar a las embarazadas y sus bebes durante la pandemia de COVID-19.  

Métodos
Se realizo un análisis de la bibliografía disponible sobre COVID-19 utilizando la base de datos Medline y Google Scholar.  

Resultados
Muy pocos artículos han investigado si existe transmisión vertical de SARS-CoV-2 durante el embarazo. Según un estudio que incluyó embarazadas con neumonía por COVID-19 confirmada por laboratorio, las muestras de líquido amniótico, sangre del cordón umbilical y garganta neonatal serían negativas para el virus. Otra investigación indicó que solo una de las 16 embarazadas con COVID-19 tenía enfermedad grave. La transmisión vertical de la infección materna durante el tercer trimestre probablemente no se produce o es muy probable que ocurra muy raramente. Sin embargo, las consecuencias de la infección por COVID-19 entre las mujeres durante el embarazo temprano siguen siendo desconocidas. No se sabe si el virus puede transmitirse de manera vertical al feto causando malformaciones, anormalidades en el crecimiento fetal, interrupción de la maduración de los órganos fetales, o conduce a la pérdida fetal temprana, abortos o induce un inicio prematuro del trabajo de parto. El embarazo es un estado parcialmente inmunocomprometido y cualquier neumonía viral o bacteriana puede ser mortal durante el embarazo. Sin embargo, no se puede concluir si el embarazo es un factor de riesgo para agravar el COVID-19. En el estudio de Chen, ninguno de las embarazadas que tenían SARS-CoV-2 confirmado por laboratorio murió o desarrolló neumonía por SARS-CoV-2 grave. Podría ser importante determinar si las complicaciones del embarazo, como diabetes, insuficiencia cardíaca o hipertensión, que se han identificado como factores de riesgo para infecciones graves por COVID-19 en pacientes no embarazadas, también representan factores de riesgo adicionales para las embarazadas. En el estudio de Chen, los bebés nacidos de embarazadas infectadas por COVID-19 tenían puntuaciones normales de Apgar de 1 y 5 minutos. En el estudio de Zhang, la comparación de los resultados del embarazo entre 16 mujeres con COVID-19 y 45 mujeres sin COVID-19 no demostró diferencias significativas en el sufrimiento fetal, el líquido amniótico teñido de meconio, el parto prematuro y la asfixia neonatal.  Poco se sabe sobre la gravedad del COVID-19 en los recién nacidos. No está claro si las complicaciones observadas en los recién nacidos de madres infectadas por SARS-CoV-2 estaban relacionadas con la prematuridad o con el SARS-CoV-2, pero las pruebas negativas sugerirían que era poco probable que el virus fuera la causa. En el informe de Dong de 2143 niños con COVIS-19 en China, la enfermedad parecía ser a menudo menos grave que en los adultos, ya que solo 13 pacientes fueron clasificados como "críticos". En este informe, no hubo bebés clasificados como recién nacidos, y los más pequeños fueron clasificados como menores de un año. De este informe se sugiere que cuanto más pequeño es el niño, más grave es la enfermedad. En el estudio de Chen, 4 recién nacidos a término nacieron de mujeres embarazadas que dieron positivo para COVID-19 en la ciudad de Wuhan, donde se identificó por primera vez la enfermedad. Ninguno de los bebés desarrolló los síntomas típicos de COVID-19 de fiebre y tos, sin embargo, 2 de ellos desarrollaron erupciones cutáneas, uno tenía úlceras faciales y un bebé tuvo dificultad respiratoria que fue apoyada por ventilación mecánica no invasiva durante 3 días. Sin embargo, ninguno de los 3 bebés de los 4 niños evaluados tuvo resultados virales positivos y es probable que los síntomas mencionados anteriormente no estén relacionados con el SARS-CoV-2. En una investigación, de 9 embarazadas con neumonía por COVID-19 confirmada por laboratorio, todas las muestras de leche materna que fueron recolectadas y analizadas de 6 pacientes después de la primera lactancia fueron negativas para el virus. Obviamente, este es un tamaño de muestra insuficiente para hacer una declaración definitiva de que el SARS-CoV-2 se excreta o no en la leche materna. Las embarazadas que han confirmado COVID-19 o que son "personas bajo investigación" (PBI) tienen instrucciones de notificar a la unidad obstétrica antes de la llegada para facilitar las medidas apropiadas de control de infecciones. Los bebés nacidos de madres con COVID-19 confirmado deben considerarse PBI y aislarse como tales. Después del nacimiento, para reducir el riesgo de transmisión del virus de la madre al recién nacido, las instalaciones deben considerar separar temporalmente a la madre de su bebé en una sala de aislamiento separada hasta que se suspendan las precauciones basadas en la transmisión de la madre.

Conclusiones
A medida que la pandemia de COVID-19 continúa, habrá más datos disponibles que podrían conducir a cambios en el conocimiento y las recomendaciones actuales.
ua40317

Imprimir esta página