VACUNAS PARA COVID Y COÁGULOS SANGUÍNEOS

VACUNAS PARA COVID Y COÁGULOS SANGUÍNEOS


Berkeley, EE.UU.
Debido a que ha surgido preocupación por la posible asociación entre el uso de ciertas vacunas para la prevención de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por sus sigla en inglés) que demora la vacunación de la población, expertos de Nature analizan las preguntas que requieren respuesta con urgencia.

Nature 592495-496

Autores:
Ledford H

Institución/es participante/s en la investigación:
Nature

Título original:
COVID Vaccines and Blood Clots: Five key Questions

Título en castellano:
Vacunas para COVID y Coágulos Sanguíneos: Cinco Preguntas Esenciales

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.23 páginas impresas en papel A4


Introducción
El 13 de abril, las agencias reguladoras de los Estados Unidos dispusieron la interrupción temporaria de la aplicación de la vacuna de Johnson & Johnson® (J&J) de New Brunswick, Nueva Jersey, como consecuencia de la comunicación de 6 casos de trombosis entre 7 millones de vacunados. Posteriormente, las agencias reguladoras de Europa expresaron preocupación por la posible vinculación entre eventos raros de trombos y la aplicación de la vacuna de Oxford-AstraZeneca®, creada en el Reino Unido. Ambas vacunas consisten en adenovirus que portan el ADN que codifica para la proteína de la espiga de coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Sevre Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2) en las células del organismo. La maquinaria de las células utiliza el ADN para la síntesis de la proteína de la espiga, y el organismo genera anticuerpos contra ella. Las decisiones tuvieron consecuencias mundiales. Si bien la comunidad científica hizo hincapié en que los beneficios son superiores a los riesgos, varios países restringieron el uso de la vacuna de AstraZeneca® en ciertos grupos de edad y en Dinamarca, esta vacuna dejó se aplicarse. J&J, por su parte, detuvo la distribución de su vacuna en algunos países.

¿Cuál podría ser la relación entre los coágulos y las vacunas?
Los coágulos que fueron tentativamente vinculados con las vacunas de J&J y de AstraZeneca® tienen características particulares; por ejemplo, aparecen en regiones inusuales del organismo, como el cerebro y el abdomen, y se asocian con recuento reducido de plaquetas y fragmentos celulares que pueden activar la coagulación. Análisis posteriores sugirieron características similares a las de la trombocitopenia inducida por heparina (TIH), un efecto adverso infrecuente que puede aparecer en pacientes que reciben heparina; la TIH podría surgir incluso en pacientes vacunados no tratados con heparina. Se considera que la TIH ocurre cuando la heparina se une a una proteína denominada factor 4, con la estimulación de la síntesis de anticuerpos contra el factor plaquetario 4; el resultado final es la destrucción de las plaquetas y la liberación de componentes que estimulan la coagulación. El desencadenante de este trastorno en relación con la aplicación de las vacunas contra COVID, en ausencia de heparina, es el interrogante en este caso. Por ahora se desconoce cuál es el componente de las vacunas que induce la respuesta inmune no deseada contra el factor plaquetario 4; los desencadenantes podrían ser los vectores, la proteína de la espiga, o contaminantes en los vectores. ¿Otras vacunas contra COVID-19 se vinculan con trastornos de la coagulación?   Las vacunas de AstraZeneca® y de J&J consisten en adenovirus diferentes, pero la aparición de anormalidades similares a las que se observan en la TIH en los vacunados con ambos productos, y la aparente falta de este efecto adverso en los sujetos que reciben vacunas a base de ARN mensajero, motivó la hipótesis de que el efecto adverso podría relacionarse con los adenovirus. Otra vacuna con adenovirus es la Sputnik V®, creada por el Gamaleya National Center of Epidemiology and Microbiology de Moscú. Las vacunas basadas en adenovirus son diferentes y no son directamente comparables, porque se utilizan adenovirus distintos, las células en las que se producen son diferentes y también difieren en la secuencia de ADN que codifica para la proteína de la espiga ADN. Los métodos de purificación y las dosis también son diferentes. La identificación del desencadenante es decisiva, ya que podría ser un determinante en la elección de vacunas con adenovirus o a base de ARNm.

¿Qué tan raros son los coágulos de sangre en los pacientes vacunados?
El cociente entre riesgo y beneficio es la información básica que las agencias reguladoras deben analizar para decidir si un producto farmacológico es seguro; sin embargo, este “valor” no es fácil de conocer. El riesgo de aparición de un síndrome de coagulación similar a la TIH es muy bajo; hasta 22 de marzo se han referido 86 casos posibles en Europa entre 25 millones de sujetos vacunados. No obstante, el número exacto no se conoce. Los investigadores utilizan la información comunicada acerca de los efectos adversos que surgen después de la vacunación, pero esta información es pasible de sesgo y de clasificación errónea. Ante el alerta, es posible que los profesionales estén particularmente atentos a la aparición del síndrome, de modo que los números podrían aumentar.

¿Algunos pacientes tendrían riesgo incrementado de presentar esta respuesta anormal?
Por el momento, es difícil saber si algunos enfermos tienen riesgo particularmente alto de presentar esta complicación. El escaso número de pacientes con eventos de coágulos y la distribución desigual de las vacunas son fenómenos que complican aún más estimación de los riesgos. Los primeros estudios sugirieron que las mujeres jóvenes vacunadas tendrían más probabilidades de presentar complicaciones trombóticas; sin embargo, la European Medicines Agency refirió que por ahora no ha sido posible identificar algún grupo de riesgo en particular, a partir de los datos aportados por AstraZeneca®. La aplicación prioritaria de la vacuna entre los trabajadores de la salud, predominantemente de sexo femenino, sería una explicación posible. Si bien el riesgo podría relacionarse con la edad y otros factores, se necesita información adicional para establecer conclusiones firmes en este sentido.

¿Cuáles son las consecuencias del temor acerca de este posible efecto adverso sobre los esfuerzos mundiales para vacunar a la población?
Se sugirió que las preocupaciones acerca de las vacunas posiblemente relacionadas con eventos trombóticos indican que el control de seguridad funciona correctamente y que se podrían detectar eventos adversos muy infrecuentes que sólo se tornan evidentes después de que millones de personas en el mundo sean vacunadas. Sin embargo, la forma en que la información llega al público en general es esencial para mantener la confianza; de hecho, cuando surge preocupación entre la gente acerca de algún daño ocasionado por la vacuna, volver atrás puede ser difícil. Las restricciones para el uso de estos productos podrían tener consecuencias sustanciales en el mundo. De hecho, estas dos vacunas son relativamente poco costosas, ambas son fáciles de almacenar en comparación con las vacunas con ARNm, y los productores de ambas se comprometieron a distribuir dosis a bajo precio en países con recursos económicos bajos o intermedios en el contexto del programa COVAX. La vacuna de J&J, la cual puede administrarse en una única dosis, se asocia con ventajas decisivas para la vacunación en poblaciones no accesibles o menos aptas para la vacunación estándar.

 
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