ENFERMEDAD ATÓPICA Y GRAVEDAD DE COVID-19

ENFERMEDAD ATÓPICA Y GRAVEDAD DE COVID-19


Columbus, EE.UU.
La gravedad de la enfermedad por coronavirus 2019 en pacientes internados no difiere en función del estado atópico; sin embargo, al considerar la presencia de enfermedad pulmonar obstructiva crónica se observó una posible reducción de la gravedad en pacientes con atopía, pero sin asma.

World Allergy Organization Journal 14(2):1-9

Autores:
Timberlake DT

Institución/es participante/s en la investigación:
The Ohio State University College of Medicine

Título original:
Severity of COVID-19 in Hospitalized Patients with and Without Atopic Disease

Título en castellano:
Gravedad de COVID-19 en Pacientes Internados con Enfermedad Atópica o sin Atopía

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.95 páginas impresas en papel A4
Introducción
En el contexto de la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) surgió preocupación por la posibilidad de que los enfermos con asma tengan riesgo aumentado de enfermedad grave. De hecho, a principios de la pandemia, el asma se incluyó en la lista de los U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC) como un posible factor de riesgo, y se sabe que ciertos coronavirus pueden asociarse con síntomas pulmonares y exacerbaciones asmáticas. Sin embargo, en la primera serie de casos de pacientes con COVID-19 de Wuhan, China, el asma no surgió como una enfermedad subyacente de riesgo. En un estudio posterior, con 24 enfermos en estado crítico de Seattle, el asma fue una enfermedad concomitante en el 14% de los enfermos, una prevalencia similar a la de 13.6% entre los pacientes con antecedente de asma en el Summary Health Statistics: National Health Interview Survey de 2018. En un estudio más reciente realizado en Chicago no se observó riesgo aumentado de internación por SARS-CoV-2 en pacientes con asma, y en un trabajo de Nueva York no se refirió riesgo aumentado de mortalidad en los pacientes con asma, internados por COVID-19. En cambio, en una serie retrospectiva de pacientes de Corea se refirió riesgo aumentado de COVID-19 grave en pacientes con enfermedad atópica; sin embargo, el riesgo fue muy leve cuando se consideraron diversos factores de ajuste (odds ratio [OR] de 1.29). En ese estudio, el asma no constituyó un factor de riesgo de enfermedad grave; no obstante, cuando se consideró el asma alérgica (es decir el asma más la rinitis alérgica o la dermatitis atópica), respecto del asma no alérgica, los pacientes con esta última forma de asma tuvieron evolución clínica más desfavorable, un fenómeno que no se observó entre los pacientes con asma alérgica. Si bien la información en conjunto no sugiere riesgo de COVID-19 grave o de mortalidad por COVID-19 en asociación con la infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2) en los pacientes con asma, existen motivos para suponer que el asma o la enfermedad atópica representen factores protectores; por ejemplo en un estudio reciente de Italia, los pacientes con enfermedad atópica tuvieron riesgo reducido de COVID-19 grave, y en un estudio realizado durante la pandemia de influenza por virus H1N1, los pacientes internados por influenza tuvieron mortalidad reducida y menor riesgo de requerir internación en unidades de cuidados intensivos (UCI) y asistencia ventilatoria mecánica. El objetivo del presente estudio fue determinar la relación entre la presencia de enfermedad atópica (inclusive asma) y la gravedad de COVID-19 en pacientes internados.  

Pacientes y métodos


S
e realizó una revisión retrospectiva de todos los pacientes internados en el Ohio State University Wexner Medical Center (OSUWMC) y el Nationwide Children's Hospital (NCH) de Columbia, Ohio, pruebas positivas para SARS-CoV-2 en cualquier momento de la internación. En ambas instituciones, inicialmente se estudiaban sólo los pacientes sintomáticos o aquellos que referían contacto estrecho con casos confirmados de COVID-19, pero luego en el curso de la pandemia, en el NHC comenzaron a realizarse pruebas de rastreo de la infección en todos los pacientes internados. En ambos hospitales, la infección por SARS-CoV-2 se determinó por reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real. Un total de 275 sujetos reunieron los criterios de inclusión, de modo que se revisaron las historias clínicas para detectar antecedente de enfermedad atópica (asma, rinitis alérgica, dermatitis atópica, alergia a alimentos). Se tuvieron en cuenta la necesidad de internación en UCI, la necesidad de aporte de oxígeno o de intubación y la mortalidad intrahospitalaria.  

Resultados
No se observaron diferencias significativas en la evolución de los pacientes (n: 275) en relación con el estado atópico: internación en UCI, 43% en comparación con 44.7% (presencia de atopía en comparación con ausencia de enfermedades atópicas, respectivamente; p = 0.84); aporte de oxígeno (79.1%, en comparación con 73.6%; p = 0.36); índices de intubación (35.8%, en comparación con 36.5%; p = 0.92), e índices de mortalidad (13.4% respecto de 20.7%, p = 0.19, en el mismo orden). Más pacientes con enfermedad atópica tuvieron enfermedad pulmonar obstructiva crónica ([EPOC] 38.8%, en comparación con 17.3%, p < 0.001). La presencia de EPOC se asoció con índices aumentados de internación en UCI (OR ajustado de 2.22; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1.15 a 4.30; p = 0.02) y de intubación (OR ajustado de 2.05; IC 95%: 1.07 a 3.92, p = 0.03). Luego de realizar el ajuste según la presencia de EPOC, los pacientes con enfermedades atópicas tendieron a tener riesgo reducido de mortalidad por COVID-19 (OR ajustado de 0.55; IC 95%: 0.23 a 1.28; p = 0.16), un fenómeno que no se observó para el asma (p > 0.2).

Conclusión
Según los resultados del presente estudio, la gravedad de COVID-19 en pacientes internados no difiere en función del estado atópico; sin embargo, al considerar la presencia de EPOC se observó una posible reducción de la gravedad en pacientes con atopía pero sin asma.
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