OCLUSIONES VASCULARES RETINIANAS DESPUÉS DE LA ENFERMEDAD POR CORONAVIRUS 2019

OCLUSIONES VASCULARES RETINIANAS DESPUÉS DE LA ENFERMEDAD POR CORONAVIRUS 2019


Pasadena, EE.UU.
Se ha observado un aumento en la incidencia de oclusiones vasculares retinianas después de la enfermedad por coronavirus 2019, sin embargo, estos eventos siguen siendo poco frecuentes.

JAMA Ophthalmology 1-5

Autores:
Modjtahedi BS

Institución/es participante/s en la investigación:
Southern California Permanente Medical Group

Título original:
Changes in the Incidence of Retinal Vascular Occlusions after COVID-19 Diagnosis

Título en castellano:
Cambios en la Incidencia de Oclusiones Vasculares Retinianas Después del Diagnóstico de COVID-19

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.94 páginas impresas en papel A4
Introducción
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés) está asociada con daño vascular sistémico. Se han encontrado reducciones en la densidad vascular retiniana en pacientes con COVID-19 en comparación con los controles. Sin embargo, el riesgo que representa esta enfermedad infecciosa para la vasculatura retiniana sigue sin comprenderse por completo. El propósito de la presente investigación fue evaluar si hubo un cambio en la incidencia de oclusiones vasculares retinianas después de la infección por COVID-19.

Métodos
El presente estudio de cohorte retrospectivo se realizó en una organización de atención médica integrada en California, Estados Unidos. Se incluyeron pacientes sin antecedentes de oclusión vascular retiniana a quienes se les diagnosticó COVID-19 entre el 20 de enero de 2020 y el 31 de mayo de 2021. Se excluyó a los pacientes que tenían antecedentes de oclusiones de las arterias de la retina (OAR) u oclusiones de las venas de la retina (OVR) más de 6 meses antes de su diagnóstico de COVID-19. Los pacientes fueron seguidos hasta la muerte, el diagnóstico de OAR u OVR, o el final del estudio (25 de julio de 2021), lo que ocurriera primero. El criterio principal de valoración fue el cambio en el promedio de incidencia quincenal de nuevos OAR y OVR después del diagnóstico de COVID-19. Se calcularon los índices de tasa de incidencia (ITI) ajustados para comparar la incidencia de oclusiones vasculares retinianas antes (26 a 2 semanas antes del diagnóstico) y después (2 semanas antes a 26 semanas después del diagnóstico) del diagnóstico de COVID-19 después de tener en cuenta las características demográficas iniciales, el antecedente médico y la hospitalización.

Resultados
Se incluyeron un total de 432 515 pacientes diagnosticados con COVID-19 confirmado por laboratorio. La media de edad fue de 40.9 años y 231 767 pacientes (53.6%) eran mujeres; en cuanto a la etnicidad hubo un predominio de raza blanca (hispana y no hispana). Hubo 12 casos de OAR (tasa de incidencia bruta: 2.31 por 1 000 000 pacientes) y 43 casos de OVR (tasa de incidencia bruta: 8.3 por 1 000 000 pacientes) en los 6 meses anteriores al diagnóstico de COVID-19. Dieciséis pacientes tenían una OAR (tasa de incidencia bruta: 3 por 1 000 000 pacientes) y 65 tenían una OVR (tasa de incidencia bruta: 12.2 por 1 000 000 pacientes) en los 6 meses posteriores al diagnóstico de COVID-19. La incidencia de nuevas OVR fue mayor en los 6 meses posteriores al diagnóstico de COVID-19 en comparación con los 6 meses anteriores al diagnóstico de COVID-19 después de ajustar por edad, sexo, raza y etnia autoinformada, índice de masa corporal, antecedentes de diabetes, hipertensión o hiperlipidemia, y hospitalización (ITI ajustada: 1.54; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1.05 a 2.26; p = 0.03). Además, se registró un aumento menor en la incidencia de OAR después del diagnóstico de COVID-19 (ITI ajustada: 1.35; IC 95%: 0.64 a 2.85; p = 0.44). La incidencia máxima de OAR y OVR ocurrió de 10 a 12 semanas y de 6 a 8 semanas después del diagnóstico de COVID-19, respectivamente. Los factores de riesgo vascular sistémico típicos (diabetes, hipertensión e hiperlipidemia, entre otros) fueron más frecuentes en pacientes que tenían una oclusión vascular retiniana. No se encontró que la ITI ajustada por hospitalización estuviera asociada con ninguna categoría de oclusión vascular retiniana.

Conclusiones
  Los hallazgos del presente estudio sugieren que hubo un aumento en la incidencia de OVR después de la COVID-19; sin embargo, estos eventos siguen siendo raros y, en ausencia de controles aleatorizados, no se puede establecer una relación de causa y efecto. Este aumento del riesgo podría estar asociado con eventos secundarios, como el empeoramiento del control de la presión arterial sistémica o la falta de actividad física. El tiempo entre el diagnóstico de COVID-19 y el aumento de los diagnósticos de oclusión vascular retiniana puede estar asociado con retrasos en los pacientes que buscan atención después de cambios visuales o puede indicar un estado protrombótico prolongado. Además, es posible que los cambios vasculares descritos anteriormente después de la COVID-19 en pacientes con riesgo de oclusiones vasculares retinianas puedan predisponer a oclusiones vasculares retinianas agudas posteriores. El presente estudio no encontró que la hospitalización estuviera asociada con un mayor riesgo de oclusiones vasculares retinianas, sin embargo, estos eventos pueden subestimarse en pacientes gravemente enfermos porque es posible que no puedan proporcionar un antecedente de cambios en la visión que provocaría una evaluación oftálmica. Hubo una asociación entre la COVID-19 con las OVR, pero no con las OAR, este resultado puede respaldar aún más la noción de que la enfermedad venosa puede predominar sobre la enfermedad arterial en pacientes con COVID-19. Los médicos deben considerar la posible asociación entre la COVID-19 y las oclusiones vasculares de la retina al evaluar a los pacientes después de esta enfermedad infecciosa. Estos hallazgos proporcionan más pruebas del estado protrombótico inducido por COVID-19 e indican que los impactos posteriores a la infección aguda pueden durar varias semanas. Se justifican estudios adicionales para definir mejor la asociación entre los eventos tromboembólicos retinianos y la COVID-19. 
ua40317

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