Vicco/Rodeles: Acorde con la revisión realizada, ¿cuál es la incidencia de dislipidemia por fármacos o asociaciones terapéuticas antirretrovirales en personas con VIH?
Estrada: Aproximadamente un 15% de los pacientes en la clínica diaria presenta elevación significativa de los lípidos con el tratamiento antirretroviral. Esto ha variado de forma notable en los últimos años con la introducción de nuevos fármacos; en concreto, los nuevos inhibidores de la transcriptasa inversa, no análogos de nucleósidos, o los inhibidores de la integrasa, que tienen un mejor perfil lipídico que los fármacos anteriores.
MHV/LR: Sobre la base del interrogante anterior, ¿cuál es el hazard ratio de un evento cardiovascular fatal y no fatal, consecuencia de la dislipidemia, inducido por el tratamiento antirretroviral en personas con VIH?
VE: Los pacientes con VIH presentan aproximadamente 1.5 vez más riesgo de tener enfermedad cardiovascular (ECV) que la población general de las mismas características. Es difícil atribuir exclusivamente a los lípidos este incremento, ya que la ECV es de origen multifactorial y en ella influyen, además de los factores tradicionales de riesgo cardiovascular, otros como la inflamación crónica y la activación inmune.
MHV/LR: ¿Existen otros factores de riesgo a considerar para la aparición de dislipidemia en el tratamiento puntual de las personas con VIH?
VE: El riesgo de tener sobrepeso u obesidad se ha incrementado en los pacientes con VIH debido a la mejoría de su estado de salud general. El consumo de alcohol y la falta de ejercicio físico también son frecuentes en esta población y, además, factores a tener en cuenta al valorar el tratamiento de la dislipidemia.
MHV/LR: De acuerdo con la información sugerida en su artículo, ¿cómo plantea usted un escenario adecuado de tratamiento del control del perfil lipídico en personas con VIH en tratamiento?
VE: En primer lugar, debe considerarse el impacto de los lípidos en el riesgo cardiovascular; debe tenerse en cuenta que las escalas tradicionales de riesgo subestiman el riesgo de ECV en la población de pacientes con VIH. Idealmente, debería utilizarse escalas validadas en la población que se va a estudiar, que aún no existen. Mi consejo sería usar la escala de riesgo tradicional de Framingham en su actualización más reciente (2013) y seguir los consejos que esta indica. En pacientes con riesgo superior al 5% a los 10 años debería valorarse la utilización de estatinas. En algunos pacientes, las medidas no farmacológicas pueden reducir ligeramente los niveles lipídicos; debe recomendarse siempre ejercicio físico y dieta, preferiblemente mediterránea. Finalmente, el cambio del tratamiento antirretroviral puede mejorar los lípidos en algunos pacientes; utilizar estatinas o cambiar el tratamiento antirretroviral es una decisión que debe hacerse de manera individual, considerando las características del paciente que, por otra parte, no son medidas excluyentes.
MHV/LR: ¿Existen valores determinados, deseables, del perfil lipídico para esta población? ¿Cuál es el período en el que estos deberían lograrse?
VE: Aunque no existe información sólida para recomendar un objetivo de colesterol asociado con lipoproteínas de baja densidad, mi consejo sería intentar mantener un nivel inferior a 130 mg/dl en todos los pacientes; en personas con ECV o equivalentes sería deseable mantener niveles inferiores a 70 mg/dl.
MHV/LR: ¿Considera usted que el patrón del perfil lipídico debe influir decisivamente en el plan terapéutico antirretroviral?
VE: Si el paciente presenta otros factores de riesgo, desde luego. Los regímenes actuales, en general, todos, poseen un perfil lipídico aceptable.
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