Informes periodísticos

DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO Y PROFILAXIS DE LA CANDIDIASIS NEONATAL

Artículo de revisión.

Charlottesville, EE.UU.


El diagnóstico precoz de la candidiasis invasiva y la implementación de medidas de prevención adecuadas pueden asociarse con un mejor pronóstico y un tratamiento más eficaz en los neonatos de alto riesgo.

 Fuente científica:  Journal of Pediatrics 156(4 Supl 1):53-67 aSNC

 Autores:  Kaufman DA

 Palabras clave:  micosis invasiva, neonato, morbilidad, mortalidad, diagnóstico, tratamiento, profilaxis

 Key Words:  invasive fungal infection, neonate, morbidity, mortality, diagnosis, treatment, prophylaxis

flecha azul.gif (828 bytes) Institución principal:  University of Virginia School of Medicine
flecha azul.gif (828 bytes) Correspondencia:  DA Kaufman, University of Virginia School of Medicine Department of Pediatrics, Charlottesville EE.UU.
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Tanto el diagnóstico precoz como la instrumentación de medidas preventivas apropiadas se vinculan con un mejor pronóstico y un tratamiento más eficaz en los neonatos de alto riesgo que presentan una candidiasis invasiva.
Se destaca que la infección sistémica por Candida spp. constituye una causa de alteraciones del neurodesarrollo y de mayor mortalidad en los neonatos con menos de 1 kg de peso o de 27 semanas de edad gestacional. Otros factores de riesgo reconocidos son la enterocolitis necrotizante, la perforación del tubo digestivo y el uso de antibióticos de amplio espectro, las cuales pueden alterar la microflora intestinal debido a su acumulación biliar con posterior excreción hacia el tubo digestivo.
Asimismo, la candidiasis cutánea congénita (CCC) se asocia con un incremento en el riesgo de padecer infección diseminada, en especial en los neonatos prematuros. Esta forma de la enfermedad se adquiere antes del nacimiento y se ha vinculado con el uso materno previo de dispositivos intrauterinos. Se recomienda la obtención precoz de muestras para hemocultivos y cultivo de líquido cefalorraquídeo para la identificación rápida de la eventual diseminación de la enfermedad. Por otra parte, el autor recuerda que la CCC debe tratarse en forma empírica en todos los neonatos prematuros.
En aquellos niños con diagnóstico de candidemia deben retirarse los catéteres venosos centrales, con rápido inicio del tratamiento antifúngico sistémico con anfotericina convencional o con formulaciones lipídicas, sin necesidad de una dosis de prueba previa. Del mismo modo, la candiduria debe tratarse en forma sistémica hasta 2 semanas después de la negativización de los cultivos, con la realización de una ecografía renal durante el tratamiento. En el caso de compromiso del sistema nervioso central, se propone extender la terapia hasta 21 días después de confirmarse la negativización de los cultivos. En este caso, se hace hincapié en la necesidad de un control por imágenes, ya sea mediante ecografía o resonancia magnética.
Si bien los derivados triazólicos (fluconazol, voriconazol) y las equinocandinas (caspofungina) constituyen probables alternativas terapéuticas, la anfotericina continúa siendo el tratamiento de elección de la candidiasis invasiva en los neonatos.
Entre las estrategias preventivas se destacan los cuidados prenatales adecuados y las precauciones vinculadas con la administración de algunos medicamentos, como los antibióticos de amplio espectro, los antagonistas del receptor H2 y los corticoides administrados después del nacimiento. En relación con la profilaxis antimicótica, el autor asegura que los beneficios superan a los riesgos, de acuerdo con los resultados de numerosos estudios previos. La nistatina representa el fármaco más estudiado para esta indicación, si bien en algunos ensayos el fluconazol parece constituir una alternativa eficaz y segura en neonatos de muy bajo peso al nacer con necesidad de ventilación mecánica asistida. De este modo, se sugiere su administración profiláctica en todos los neonatos con menos de 1 kg de peso al nacer.
Así, la implementación de medidas de prevención adecuadas puede asociarse con un mejor pronóstico y un tratamiento más eficaz en los neonatos de alto riesgo.
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