Informes periodísticos

ANALIZAN LA ASOCIACIÓN ENTRE LINFADENOPATÍA CERVICAL E INFECCIÓN POR VIRUS EPSTEIN-BARR EN LA EDAD PEDIÁTRICA



El Cairo, Egipto


La mononucleosis, síndrome clínico causado por la infección del virus Epstein-Barr, se presenta habitualmente con faringitis, fiebre y linfadenopatías y tiene una alta prevalencia en la población general. La presencia de linfadenopatías cervicales posteriores en niños debería hacer sospechar una infección por este virus.

 Fuente científica:  International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology 75(4):564-567 aSNC

 Autores:  Abdel-Aziz M, El-Hoshy H, Naguib N

 Palabras clave:  linfadenopatía cervical, niños, mononucleosis infecciosa, infección por virus Epstein Barr

 Key Words:  cervical lymphadenopathy, children, infectious mononucleosis, Epstein Barr virus infection

flecha azul.gif (828 bytes) Institución principal:  Cairo University
flecha azul.gif (828 bytes) Correspondencia:  M Abdel-Aziz, Cairo University Department of Otolaryngology, Faculty of Medicine, El Cairo Egipto
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La linfadenopatía cervical se presenta con elevada frecuencia en la niñez. Una causa importante de linfadenopatía cervical posterior en edad pediátrica es la infección por virus Epstein Barr (VEB), por lo que su presencia debería ser motivo de sospecha de infección por este virus.
Entre un 38% y un 45% de los niños sanos presentan ganglios linfáticos cervicales palpables. El aumento de tamaño de los ganglios linfáticos cervicales suele deberse a una hiperplasia reactiva del tejido linfático relacionada con un proceso inflamatorio local, aunque a veces podría estar reflejando un problema más grave, por lo que un diagnóstico preciso es de vital importancia. Sin embargo, el diagnóstico diferencial de las linfadenopatías cervicales en los niños es diferente ya que éstos presentan una alta incidencia de anomalías congénitas y de enfermedades infecciosas y una baja incidencia de tumores malignos.
La mononucleosis infecciosa es un síndrome clínico comúnmente asociado a la infección primaria por VEB. Estudios epidemiológicos a nivel mundial indican que más del 95% de los adultos están infectados por este virus. La triada clásica de la mononucleosis incluye faringitis, fiebre y linfadenopatías, aunque también puede presentarse con petequias en paladar, edema palpebral y exantema cutáneo. El cansancio es un síntoma común y la esplenomegalia puede detectarse en hasta un 65% de los casos.
Sobre la base de estos datos, se llevó a cabo un estudio para determinar la prevalencia de la infección por VEB en niños que presentaban linfadenopatía cervical, además de evaluar las manifestaciones clínicas de la enfermedad en pacientes pediátricos.
El estudio incluyó a 160 niños que presentaban ganglios linfáticos cervicales aumentados de tamaño (edad entre 3 y 9 años con 8 meses). Todos los casos fueron sometidos a pruebas serológicas para VEB, las cuales incluyeron la prueba de anticuerpos heterófilos (o monospot test) y las pruebas para anticuerpos específicos (IgM e IgG contra el antígeno de la cápside viral). En los pacientes con serología positiva se llevó a cabo una anamnesis dirigida a los síntomas de la mononucleosis y se realizó un examen general y un examen otorrinolaringológico. Asimismo, se tomaron muestras de sangre para evaluar leucocitosis y linfocitosis, y se midieron transaminasas hepáticas.
Según los resultados del estudio, el 15% de los niños obtuvo serología positiva para VEB. De éstos, el 70.8% presentó fiebre, el 66.6% tuvo faringoamigdalitis, el 58.3% esplenomegalia, el 25% hepatomegalia, el 41.6% linfadenopatías generalizadas, el 12.5% exantema cutáneo, el 8.3% petequias en paladar y también el 8.3% edema palpebral. El 100% de los casos presentó un aumento de tamaño simétrico bilateral de los ganglios linfáticos cervicales posteriores, mientras que el 58.3% tenía aumento de tamaño de otros grupos de ganglios del cuello. Los exámenes de laboratorio revelaron que, de los niños con serología positiva, un 45.8% presentaron leucocitosis, un 83.3% linfocitosis con linfocitos atípicos y un 79.1%, enzimas hepáticas elevadas.
La prueba de anticuerpos heterófilos tiene una sensibilidad del 85% y una especificidad del 94% para el diagnóstico de infección por VEB, y puede ser negativa en alrededor del 50% de los pacientes menores de 12 años, por lo que el diagnóstico definitivo se basó en la detección de los anticuerpos específicos. De todos modos, en el presente estudio, del total de casos seropositivos, el 79.1% resultó positivo para la prueba de anticuerpos heterófilos, el 83.3% para los anticuerpos IgM y el 95.8% para los anticuerpos IgG.
Se sabe que una notable linfocitosis con alto porcentaje de células atípicas es altamente sugestiva de infección por VEB. La detección de al menos 10% de linfocitos atípicos en el extendido de sangre periférica tiene una sensibilidad del 75% y una especificidad del 92% para el diagnóstico de mononucleosis. En el presente estudio, la linfocitosis con linfocitos atípicos fue hallada en el 83.3% de los casos.
En resumen, los autores concluyen que la infección por VEB no es una causa rara de linfadenopatía cervical en niños y que, de hecho, su presencia debe hacer sospechar una infección por VEB. Además, destacan otras manifestaciones clínicas a tener en cuenta, como la hepatoesplenomegalia, el exantema cutáneo, el edema palpebral y las petequias en paladar.
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