Informes periodísticos

EVOLUCION DE LA GASTROPATIA HIPERTENSIVA PORTAL EN LA CIRROSIS HEPATICA

Su importancia clínica como fuente de hemorragia gastrointestinal.

Milán, Italia


La gastropatía hipertensiva portal afecta al 80% de los sujetos con cirrosis, la que puede progresar de leve a grave y lo contrario o bien remitir.

 Fuente científica:  Gastroenterology 119(1):181-187 aSNC

 Autores: 


flecha azul.gif (828 bytes) Los autores no manifiestan conflicto de intereses


La gastropatía hipertensiva portal (GHP) es común en pacientes con cirrosis, y su prevalencia coincide con la intensidad de la hipertensión portal. Así lo aseguraron científicos de la Universidad de Milán, quienes estudiaron la historia natural de la GHP, con especial atención a la asociación entre la cirrosis y otras características endoscópicas de la hipertensión portal, la evolución de la GHP con el tiempo, la incidencia de hemorragia y la mortalidad asociada. La muestra de 373 participantes incluyó a 74 sujetos recientemente diagnosticados (grupo 1), 114 pacientes sin hemorragia gastrointestinal previa (grupo 2) y 185 personas que debieron ser tratadas en algún momento con escleroterapia para evitar nuevos episodios hemorrágicos (grupo 3). La GHP fue detectada en el 80% de la muestra, de carácter leve en el 34% y grave en el 46%. La incidencia de la patología alcanzó valores del 54%, 75% y 91% en los grupos 1, 2 y 3, respectivamente. Por otra parte, la prevalencia de las lesiones elementales fue del 59% para el patrón tipo mosaico, del 37% para lesiones puntiformes rojas, del 5.9% para manchas rojo cereza y del 8.3% para manchas negras amarronadas. La gastropatía comprometió a toda la víscera en el 50% de la muestra. La prevalencia de la gastropatía fue superior entre los sujetos con várices esofágicas, asociada directamente con el tamaño de las últimas. Además, quienes fueron sometidos a escleroterapia mostraron una tasa significativamente superior de la patología gástrica. Por otra parte, el seguimiento promedio de 529 días mostró que la apariencia endoscópica de la patología varió en el 25% de la muestra, con transiciones de ausente a leve o de leve a intensa y vice versa. En el resto, los hallazgos endoscópicos permanecieron estables en el 29%, mostraron deterioro constante en el 23% de los casos y mejoría en el 23% restante. En este período, el 9% de la muestra presentó hemorragia gastrointestinal alta aguda. La hemorragia por GHP se observó en el 2.5% de los casos y representó el 25.8% de todos los episodios de sangrado. Por otra parte, el 12% de la muestra presentó evidencia de sangrado crónico. Las variables pronósticas de estos episodios comprendieron la presencia de GHP, la extensión de la gastropatía, las dimensiones de las várices esofágicas, el consumo persistente de alcohol, la ascitis, el desarrollo de encefalopatía y la terapia con betabloqueantes. En total, 38 sujetos fallecieron durante el seguimiento, 10 debido a hemorragia aguda, en 9 casos por várices esofágicas y en el otro como consecuencia de la GHP. Por otra parte, 16 individuos murieron debido a insuficiencia hepática, 4 por carcinoma hepatocelular y 8 como consecuencia de patologías no asociadas con la enfermedad hepática. La GHP es una característica común de la cirrosis, con una prevalencia que coincide con la intensidad de la disfunción hepática. Los autores comprobaron que es una entidad dinámica que puede progresar de leve a grave y lo contrario, o incluso desaparecer por completo. Finalmente, los episodios hemorrágicos asociados con la gastropatía son relativamente poco frecuentes y raramente graves.
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