Informes periodísticos

HIMEN IMPERFORADO –CONGENITO O ADQUIRIDO

Presentación de tres casos con sospecha de abuso sexual.

Nueva York, EE.UU.


Una detallada descripción anatómica de los genitales de la niña desde los primeros controles permitirá distinguir entre un himen imperforado congénito y uno adquirido por abuso sexual.

 Fuente científica:  Pediatrics 108(3): aSNC

 Autores: 


flecha azul.gif (828 bytes) Los autores no manifiestan conflicto de intereses


Un himen imperforado diagnosticado más allá del período neonatal pone en una encrucijada al médico cuando es consultado por un presunto abuso sexual, y la única forma de dilucidar el enigma es manteniendo en la historia clínica una detallada descripción anatómica de los genitales de la niña desde sus controles infantiles. Estas afirmaciones provienen de un estudio llevado a cabo por el departamento de pediatría de la universidad estatal de Nueva York (SUNY) acerca de cuatro casos de himen imperforado derivados a la consulta médica bajo la sospecha de abuso sexual. Caso 1: se trataba de una niña de 9 años proveniente de un hogar adoptivo con antecedentes de abusos sexuales y baja ganancia ponderal. El examen del himen mostraba una perforación en hora 7 con múltiples adherencias, lesiones éstas no observadas en un control anterior motivado por maltrato y golpes por parte de su padre sustituto. Se interpretó el cuadro como abuso sexual gracias al registro previo de la estructura genital. Caso 2: niña de 12 años con retardo mental moderado, derivada a la consulta ante la presunción de abuso sexual por parte de su padre biológico. El examen genital reveló un himen imperforado con lesiones en banda, que coincidían con la descripción efectuada en un control anterior, por lo cual la sospecha de abuso fue desestimada. Caso 3: niña de tres años proveniente de un hogar adoptivo bajo sospecha de ser abusada sexualmente. El examen reveló un himen imperforado sin otra evidencia clínica; un registro detallado de sus genitales proveniente de su historia neonatal permitió descartar las sospechas.Los autores opinan que, si bien el himen imperforado es la anomalía obstructiva más común del tracto genital inferior femenino, su frecuencia congénita es baja (0.1% de todas las niñas recién nacidas). Dado que la mayoría de las niñas abusadas no presentan hallazgos clínicos anormales, un registro previo anatómico de esta condición es crítico para el diagnóstico correcto.
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