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Introducción
La disfunción eréctil (DE) es uno de los trastornos sexuales más frecuentes, con una prevalencia mundial entre el 5% a 20%. Se define por la incapacidad de lograr y mantener una erección que permita un acto sexual satisfactorio. La DE afecta la salud psicosocial y tiene un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes que la presentan y sus parejas.
La primera línea de tratamiento para la DE son los inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (PDE-5). Estos fármacos son similares al guanosín monofosfato cíclico (GMPc); se unen a la PDE-5 e impiden su acción y, así, se produce la erección. El sildenafil, el tadalafilo, el vardenafil y el avanafil son los cuatro inhibidores de la PDE-5 disponibles. Los dos primeros son los utilizados más frecuentemente. El sildenafil fue el primer inhibidor de la PDE-5 (apareció en 1998). Su acción es rápida después de la administración de la primera dosis y logra efectos a los 30 minutos. La duración promedio de la acción alcanza las 4 a 6 horas, con un máximo de 12 horas. Es muy eficaz en el tratamiento de la DE, aunque gran porcentaje de pacientes lo discontinúa. El tadalafilo también tiene un inicio rápido de acción, con efectos más prolongados y una duración máxima que alcanza las 72 horas.
Las diferencias entre el sildenafil y el tadalafilo aún no están claras, ya que, a pesar de llevarse a cabo comparaciones, no siempre fueron directas. Los autores realizaron un metanálisis que solo evaluó trabajos que compararon directamente uno contra el otro.
Métodos
Se efectuó una búsqueda en bases de datos sobre estudios aleatorizados o no aleatorizados y controlados sobre sildenafil y tadalafilo para el tratamiento de la DE. Los criterios de selección fueron la presencia de una comparación entre el sildenafil y el tadalafilo; datos precisos, incluido el International Index of Erectile Function (IIEF); los eventos adversos relacionados con el tratamiento (EART) y que se pudiera obtener el texto completo del estudio. Dos investigadores independientes evaluaron la calidad metodológica de los estudios utilizando la escala de Jadad. Los datos recabados de los estudios incluyeron los resultados del IIEF, el Self-Esteem and Relationship Questionnaire (SEAR), el Erectile Dysfunction Inventory of Treatment Satisfaction (EDITS) y los EART.
Se evaluó la heterogeneidad estadística entre los estudios para determinar el modelo a utilizar para el metanálisis. También se analizó la presencia de sesgo de publicación con la prueba de Egger. Se llevaron a cabo análisis de sensibilidad para determinar el impacto de los estudios con mayor heterogeneidad.
Resultados
En la búsqueda en las bases de datos se identificaron en total 1657 artículos. Luego de su revisión y de la aplicación de los criterios de inclusión se seleccionaron 16 trabajos para llevar a cabo el metanálisis. La cantidad de pacientes evaluados fue de 5189, con una media de edad de 36.9 a 56.2 años. Siete trabajos tuvieron un diseño aleatorizado, sin ciego; 9 fueron de grupos cruzados y, el resto, prospectivo y de observación. Todos los trabajos compararon de manera directa al sildenafil con el tadalafilo.
En cuanto a la eficacia, no se hallaron diferencias significativas en los resultados del IIEF entre los dos tratamientos estudiados, aunque existió heterogeneidad significativa entre los estudios. En comparación con el sildenafil, el tadalafilo mejoró de manera significativa los puntajes del SEAR y el EDITS, con diferencias medias ajustadas de 1.52 y 3.82, respectivamente.
En 9 estudios también se evaluó la preferencia de los pacientes. Se halló heterogeneidad significativa entre los trabajos. El resultado de este análisis sugirió que los pacientes prefirieron el tadalafilo sobre el sildenafil. Las parejas también prefirieron el mismo fármaco. No se hallaron diferencias con respecto a la adhesión al comparar los dos tratamientos.
Los EART más frecuentes fueron las cefaleas, las mialgias, el dolor de espalda, la dispepsia, el rubor, la congestión nasal y la nasofaringitis. No se encontraron diferencias significativas al comparar los dos tratamientos para el total de los EART. De manera individual, solo la mialgia y el dolor de espalda fueron más frecuentes con tadalafilo, mientras que el rubor fue más habitual con el empleo de sildenafil.
Al llevar a cabo el análisis para detectar sesgo de publicación, este no se halló respecto de los resultados, aunque sí en cuando a los EART. El análisis de sensibilidad arrojó resultados similares a los del análisis principal.
Discusión
De acuerdo con un metanálisis publicado en 2015, que evaluó estudios que compararon de manera indirecta el tadalafilo con el sildenafil, el segundo mostró mayor eficacia y más efectos adversos, mientras que el primero tuvo menor eficacia y fue mejor tolerado. En el presente estudio se compararon por primera vez los dos tratamientos de manera directa. Como comparador se utilizó el IIEF, ya que es una herramienta validada y sencilla de utilizar, con gran sensibilidad y especificidad para la detección de la DE. Según los autores, es interesante el hallazgo de resultados similares en este índice para los dos tratamientos. No se hallaron diferencias en cuanto al deseo sexual, la satisfacción con el acto sexual ni la satisfacción en general. Sin embargo, para muchas variables se observó heterogeneidad significativa entre los estudios, y la dosis y el tiempo de administración del inhibidor de la PDE-5 fueron diferentes. No obstante, los análisis de sensibilidad mostraron que los resultados son sólidos.
La DE involucra tanto aspectos fisiológicos como psicológicos. Recientemente, los últimos se reconocieron esenciales en el diagnóstico y el tratamiento de la DE. Los inhibidores de la PDE-5 mejoran la confianza de los pacientes: de manera directa, al optimizar su función eréctil y, también, mediante el aumento de la espontaneidad y la disminución de la preocupación respecto del tiempo. En particular, el tadalafilo mejora la DE en los pacientes con un componente psicogénico significativo. Se ha sugerido que este fármaco es más eficaz para mejorar los resultados psicológicos, evaluados mediante el SEAR y el EDITS. Además, un estudio determinó que el tadalafilo mejora la preocupación por el tiempo, probablemente debido a su acción más prolongada.
Los inhibidores de la PDE-5 causan más efectos adversos que el placebo; en general, leves y bien tolerados. La mayoría surge de los efectos vasodilatadores de los fármacos, como la cefalea, el rubor y la congestión nasal. En este metanálisis no se halló una diferencia general entre los efectos adversos del tadalafilo y el sildenafil; de manera individual, el tadalafilo causó más mialgia y dolor de espalda, pero menos rubor que el sildenafil. La adhesión al tratamiento fue similar en ambos grupos.
Según los resultados del metanálisis, los pacientes prefirieron el tadalafilo; lo mismo sucedió con sus parejas. La preocupación respecto del tiempo parece desempeñar un papel importante en la preferencia del fármaco, dado que en otros estudios se comprobó que los pacientes tratados con tadalafilo sintieron menos presión y una menor sensación de urgencia, con menos necesidad de planear antes de un encuentro sexual. Esto se debe a las diferencias entre el perfil farmacocinético de los dos fármacos, dado que el tadalafilo tiene una acción más prolongada, que alcanza las 36 horas luego de la toma.
Las limitaciones de este metanálisis abarcaron la inclusión de estudios no aleatorizados y la falta de enmascaramiento. Muchos estudios presentaron errores de diseño en la selección de los pacientes y los datos sobre los resultados. También se constató heterogeneidad significativa para muchas variables, que puede explicarse por la inclusión de estudios de tamaño pequeño y las diferentes formas de dosificación utilizadas. Según los autores, es necesario llevar a cabo un estudio de gran tamaño, de diseño aleatorizado y a ciego, para extraer conclusiones definitivas sobre el mejor inhibidor de la PDE-5 para el tratamiento de la DE.
Conclusión
El tadalafilo y el sildenafil son eficaces y seguros, con un nivel similar de satisfacción para el tratamiento de la DE. El tadalafilo es particularmente útil para mejorar los resultados psicológicos. La adhesión al tratamiento fue similar con los dos fármacos, pero en general tanto los pacientes como sus parejas prefirieron el tadalafilo.
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