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Introducción
El coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés), que causa la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés), surgió en diciembre de 2019. Se sabe poco sobre la naturaleza y la durabilidad de la respuesta inmune humoral a la infección por SARS-CoV-2. Además, es difícil calcular el riesgo de muerte por infección por SARS-CoV-2 porque se necesita como denominador el número total de casos diagnosticados y no diagnosticados. Se requiere un ensayo altamente específico para la detección de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en poblaciones con baja seroprevalencia, como la de Islandia. El primer caso de infección por SARS-CoV-2 en Islandia se confirmó a finales de febrero de 2020 y, para el 30 de abril, la epidemia había retrocedido en gran medida. Se estima que al 15 de junio el 15% de la población de Islandia ha sido sometida a prueba por reacción en cadena de polimerasa cuantitativa (qPCR, por sus siglas en inglés) para SARS-CoV-2.
El objetivo del presente estudio fue evaluar la seroprevalencia del SARS-CoV-2 en la población de Islandia y evaluar los cambios longitudinales en los niveles de anticuerpos dentro de los primeros 4 meses después de la infección por SARS-CoV-2 y cómo los cambios se correlacionan con el género, la edad, fenotipos y síntomas de COVID-19.
Métodos
Se analizó la presencia de anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2 en muestras de sangre de 30 576 personas en Islandia, utilizando 6 pruebas (incluidas 2 pruebas de pan-inmunoglobulina [pan-Ig]). Se determinó que la medida apropiada de seropositividad era un resultado positivo con ambas pruebas de pan-Ig. Las muestras de sangre se obtuvieron de 2 grupos de islandeses qPCR positivos y de 6 grupos que no habían sido evaluados por qPCR o que habían sido evaluados y habían recibido un resultado negativo. Se analizaron 2102 muestras recolectadas de 1237 personas hasta 4 meses después de dar positivo en la prueba qPCR. Los anticuerpos se midieron en 4222 personas en cuarentena que habían estado expuestas al SARS-CoV-2 y en 23 452 personas cuya exposición no se sabía. Para estimar el número de islandeses infectados, se sumó el número de personas qPCR positivas, el número de personas en cuarentena multiplicado por la seroprevalencia estimada en este grupo y el número de personas fuera de la cuarentena multiplicado por la seroprevalencia estimada fuera de la cuarentena. El porcentaje de islandeses infectados se calculó dividiendo el número de personas infectadas por el número de islandeses. Se estimó el riesgo de muerte por infección por SARS-CoV-2 dividiendo el número de muertes por COVID-19 por el número de personas infectadas. Se analizó las asociaciones de la edad, el género, las enfermedades pre-existentes, y los resultados clínicos con los títulos de anticuerpos.
Resultados
Ninguna de las muestras recolectadas a principios de 2020 fue seropositiva, lo que indica que el virus no se había extendido ampliamente en Islandia antes de febrero de 2020. De las 1797 personas que se habían recuperado de la infección por SARS-CoV-2, 1107 de las 1215 examinadas (91.1%) eran seropositivas, los títulos de anticuerpos antivirales analizados mediante las dos pruebas de pan-Ig aumentaron durante 2 meses después del diagnóstico por qPCR y permanecieron en una meseta durante el resto del estudio. Las personas hospitalizadas se seroconvirtieron con mayor frecuencia y rapidez después del diagnóstico por qPCR que las personas no hospitalizadas. De las personas en cuarentena, el 2.3% fueron seropositivas, y de aquellos con exposición desconocida, 0.3% fueron positivos. Se calculó que el 26.6% de las personas en cuarentena con exposición domiciliaria y el 5.0% de las personas en cuarentena sin exposición domiciliaria estaban infectadas por SARS-CoV-2. Los sujetos que tuvieron síntomas durante la cuarentena tenían 3.2 veces más probabilidades de ser seropositivos y 18.2 veces más probabilidades de dar positivo por qPCR que aquellos sin síntomas. Se observaron diferencias regionales en los porcentajes de personas qPCR positivas en Islandia que eran aproximadamente proporcionales al porcentaje de personas en cuarentena. Sin embargo, después de la exclusión de las personas qPCR positivas y en cuarentena, el porcentaje de personas que dieron positivo para anticuerpos contra el SARS-CoV-2 no se correlacionó con el porcentaje de personas que dieron positivo en qPCR. El 0.5% de los residentes de Islandia dieron positivo para SARS-CoV-2 con qPCR. Se estimó que el 0.9% de los islandeses estaban infectados con SARS-CoV-2. El 56% de todas las infecciones por SARS-CoV-2 en Islandia habían sido diagnosticadas con qPCR, el 14% había ocurrido en personas en cuarentena que no habían sido evaluadas con qPCR, y el 30% había ocurrido en personas fuera de cuarentena y no testeadas con qPCR. La infección por SARS-CoV-2 fue mortal en el 0.3%. El riesgo de muerte por infección fue menor en los sujetos menores de 70 años que en los mayores de 70 años. Los niveles de anticuerpos del SARS-CoV-2 fueron más altos en las personas mayores y en aquellos que fueron hospitalizados. El índice de masa corporal se correlacionó positivamente con los niveles de anticuerpos; los fumadores y usuarios de medicamentos antiinflamatorios tenían niveles más bajos de anticuerpos. Los niveles de anticuerpos se asociaron de manera más fuerte con la hospitalización y la gravedad clínica.
Conclusiones
Durante la primera ola de la pandemia de SARS-CoV-2, la incidencia de infección en Islandia fue del 0.9% y el riesgo de muerte por infección por fue del 0.3%. Los anticuerpos antivirales contra el SARS-CoV-2 no disminuyeron dentro de los 4 meses posteriores al diagnóstico. El 44% de las personas infectadas por SARS-CoV-2 en Islandia no fueron diagnosticadas mediante qPCR.
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