Resúmenes amplios

FUNCIÓN PULMONAR DESPUÉS DEL ALTA POR COVID-19 GRAVE


Vitória, Brasil:
Los resultados del presente estudio, realizado con pacientes que fueron dados de alta luego de enfermedad por coronavirus 2019 grave, demuestran cambios significativos en la función pulmonar y en la capacidad de difusión de monóxido de carbono en un porcentaje elevado de enfermos.

Clinics 76(2848):1-5

Autores:
Ribeiro Moulaz I

Institución/es participante/s en la investigación:
Universidade Federal do Espírito Santo

Título original:
Pulmonary Function valuation After Hospital Dischargeof Patients with Severe COVID-19

Título en castellano:
Valoración de la Función Pulmonar después del Alta de Pacientes con COVID-19 Grave

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.22 páginas impresas en papel A4

Introducción

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés), causada por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2), se refirió por primera vez en diciembre de 2019 en China y fue declarada pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en marzo de 2020. Hasta finales de enero de 2021 se habían registrado más de 90 millones de casos en más de 100 países y más de 2 millones de decesos.

Los síntomas de COVID-19 incluyen desde manifestaciones similares a las de la gripe hasta insuficiencia respiratoria. La epidemiología de la infección indica que la mayoría de los pacientes presentan formas leves de la enfermedad, pero que alrededor del 14% de los pacientes tienen enfermedad grave y que aproximadamente el 5% evoluciona a enfermedad muy grave. Entre los pacientes que requieren internación, cerca de 14.2% deben ser internados en unidades de cuidados intensivos, y 12.2% requieren asistencia ventilatoria mecánica; los índices de mortalidad en estos enfermos son superiores a 20%.

Las manifestaciones pulmonares son las más comunes, debido a la vía de contagio del virus, el cual utiliza la enzima convertidora de angiotensina (ECA) 2 presente en los neumocitos tipo 2.

El perfil de características demográficas y los factores de riesgo para COVID-19 son variables en el mundo; los factores que influyen en las diferentes formas de la enfermedad y la variabilidad sintomática todavía no se comprenden con precisión. Tampoco se conocen con exactitud las características de la enfermedad que persiste más de 4 semanas después de la infección aguda (posCOVID), la cual representa un desafío enorme para los sistemas de salud.

Hasta la fecha, sólo unos pocos estudios evaluaron la evolución clínica y la incidencia de las condiciones estructurales y funcionales posCOVID, en los enfermos que sobrevivieron a formas graves de COVID-19. Los primeros estudios describieron complicaciones a largo plazo, cardiovasculares, pulmonares, metabólicas y neuropsiquiátricas, sobre la base de los antecedentes con epidemias similares, asociadas con SARS-CoV y coronavirus del síndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS por su sigla en inglés).

Trabajos recientes describieron síntomas persistentes, especialmente fatiga y disnea, alrededor de dos meses después del inicio de los síntomas, y asociados con deterioro importante de la calidad de vida; también se refirió compromiso de la función respiratoria después del alta. En este contexto es fundamental investigar las repercusiones tardías de COVID-19, sobre todo en pacientes que presentaron enfermedad grave. El objetivo del presente estudio fue determinar la función pulmonar después del alta, en enfermos internados por COVID-19 grave.

 

Pacientes y métodos

Se realizó un estudio transversal en el University Hospital Cassiano Antônio Moraes (HUCAM) de la Federal University of Espírito Santo, Vitória, Espíritu Santo, Brasil. Se analizaron pacientes con diagnóstico de COVID-19, según los criterios de la OMS, por medio de reacción en cadena de la polimerasa por transcriptasa reversa (PCR por su sigla en inglés), o con signos sugestivos y serología positiva. Los pacientes se clasifican según presenten enfermedad leve (síntomas leves sin evidencia de neumonía), neumonía sin necesidad de aporte de oxígeno, neumonía grave (frecuencia respiratoria de 30 por minuto, o SpO2 de 93% en reposo), o síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA), con compromiso de más del 50% del parénquima pulmonar en los estudios por imágenes en el transcurso de 24 a 48 horas luego de la internación.

Se identificaron pacientes de ambos sexos, de más de 18 años, con diagnóstico en el momento de la internación de COVID-19 con necesidad de aporte de oxígeno o de asistencia ventilatoria mecánica; los enfermos fueron reclutados para el presente estudio en el momento del alta (septiembre a octubre de 2020).

Los pacientes fueron evaluados entre 15 y 30 días después del alta; la evaluación se realizó por medio de un cuestionario estandarizado que permitió conocer el perfil demográfico, los principales síntomas en el momento del inicio de la enfermedad y en el momento de la evaluación, la evolución durante la internación, la necesidad de intubación, las comorbilidades, el uso de fármacos y el índice de masa corporal (IMC), los hallazgos en los estudios por imágenes (radiografía de tórax y tomografía computarizada de tórax de alta resolución) realizados durante la internación, las pruebas de función pulmonar y la distancia de caminata en 6 minutos. Los pacientes fueron sometidos a pletismografía, determinación de la capacidad de difusión de monóxido de carbono (DLCO), y espirometría; los cambios funcionales se categorizaron según las guías brasileras.

 

Resultados

Fueron analizados 41 pacientes internados durante 16 días en promedio por COVID-19 grave. El 73% de los pacientes eran hombres, con edad promedio de 51 años (± 14 años).

El 12% de los pacientes había presentado neumonía grave y el 88%, SDRA; la duración promedio de la internación fue de 8.6 días. El IMC promedio fue de 30 kg/m2 (41% y 41% tenían sobrepeso y obesidad, respectivamente). Seis pacientes presentaron tromboembolismo pulmonar durante la internación y un paciente presentó trombosis venosa profunda, 45 días después del inicio de los síntomas.

Las comorbilidades más frecuentes fueron la hipertensión arterial (51% de los casos) y la diabetes (37% de los enfermos). La evaluación pulmonar se realizó a los 36 días en promedio después del inicio de los síntomas; las manifestaciones clínicas persistentes más frecuentes fueron la disnea (83%), y la tos (54%).

Aproximadamente el 93% de los enfermos permanecía con un síntoma como mínimo, y el 20% tenía más de 5 síntomas. Los estudios por imágenes mostraron neumonía con patrón típico en la radiografía de tórax (93%) y en la tomografía computarizada (95%). Los resultados de las pruebas pulmonares revelaron patrón restrictivo, con reducción de la capacidad vital forzada (CVF) en el 54% de los enfermos (CVF de 78 ± 14%). Asimismo, el 79% de los enfermos presentó reducción de la DLCO.

 

Conclusión

Los pacientes que presentan COVID-19 grave tienen, con frecuencia, una variedad de síntomas persistentes, luego del alta. En alrededor del 80% de estos enfermos se comprueban cambios pulmonares en la espirometría o la DLCO, posiblemente como reflejo de daño pulmonar funcional, atribuible a compromiso parenquimatoso. Debido al elevado número de pacientes que sobreviven después de COVID-19 grave, los síntomas residuales y las secuelas deben ser muy bien caracterizados, con la finalidad de implementar intervenciones para su prevención o tratamiento. Los hallazgos ponen de manifiesto consecuencias clínicas y económicas sustanciales de la enfermedad en las primeras etapas que siguen al alta, en relación con el compromiso funcional pulmonar persistente, asociado con incapacidad para la recuperación de la actividad laboral normal.

 



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