Introducción
En abril de 2020, pocos meses después del inicio de la pandemia por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave, algunos estudios llamaron la atención por un aumento de internaciones en niños y adolescentes con hallazgos clínicos similares a los del síndrome de shock tóxico y de la enfermedad de Kawasaki. Este síndrome fue inicialmente denominado síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico, temporalmente asociado con COVID-19 y, más tarde, síndrome inflamatorio multisistémico en niños (multisystemic inflammatory syndrome in children [MIS-C]).
Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecieron definiciones de casos; actualmente se sabe que el MIS-C y el síndrome de Kawasaki son entidades clínicas distintas y que el MIS-C puede presentarse con diferentes fenotipos. Se dispone de pocos estudios acerca de este nuevo síndrome en América Latina.
En un estudio multicéntrico de Chile, Colombia y otros países con niños con COVID-19 no se refirieron casos de MIS-C, mientras que en un estudio multicéntrico de Brasil se refirieron 79 casos confirmados de infección por SARS-CoV-2 y 10 casos fueron clasificados como MISC-C. En dos series de casos del sudeste de Brasil y del norte del país se refirieron 66 casos, 6 con MIS-C, y 15 casos con 11 casos de MIS-C, respectivamente. El objetivo del presente estudio fue describir las características epidemiológicas, clínicas, bioquímicas y radiológicas, y la evolución clínica de una cohorte más amplia de niños con MIS-C de Brasil, el epicentro de la pandemia de COVID-19 en Sudamérica.
Pacientes y métodos
El presente estudio observacional, multicéntrico, en parte retrospectivo y en parte prospectivo, se llevó a cabo en 17 unidades de cuidados intensivos pediátricos (UCIP) de instituciones públicas y privadas de Brasil: 11 en la región sudeste, 5 en el noreste, y 1 en el norte, todas asociadas con la Brazilian Research Networkin Pediatric Intensive Care (BRnet-PIC).
Entre 25 de marzo y 23 de agosto de 2020 se incluyeron, de manera consecutiva, pacientes de 1 mes a 19 años que reunían los criterios para MIS-C en niños: fiebre >38.0º C durante ≥24 horas, indicios bioquímicos de inflamación, como aumento de los niveles séricos de proteína C-reactiva, de la eritrosedimentación, del fibrinógeno, de la procalcitonina, de dímero-D, de la ferritina, de la láctico-deshidrogenasa (LDH), de la interleuquina 6 (IL-6) o de los neutrófilos, linfopenia o reducción de los niveles séricos de albúmina, infección confirmada por SARS-CoV-2 por medio de reacción en cadena de la polimerasa por transcriptasa reversa (RT-PCR por su sigla en inglés) o por pruebas serológicas (IgM, IgG o IgA), o antecedente de exposición a un caso sospechoso o confirmado de COVID-19, en las 4 semanas previas al inicio de los síntomas.
Se tuvieron en cuenta las características demográficas, clínicas, epidemiológicas, radiológicas y de laboratorio, y la evolución clínica. Las características y la evolución clínica se categorizaron en los siguientes grupos: síndrome similar a la enfermedad de Kawasaki, enfermedad de Kawasaki incompleta, disfunción cardíaca aguda, síndrome de shock tóxico y síndrome de activación de macrófagos.
Resultados
Fueron analizados 56 pacientes, 26 de ellos con síndrome similar a la enfermedad de Kawasaki, 16 pacientes con enfermedad de Kawasaki incompleta, 10 niños con disfunción cardíaca aguda, 3 pacientes con síndrome de shock tóxico y 1 niño con síndrome de activación de macrófagos.
La mediana de edad fue de 6.2 años (rango intercuartílico de 2.4 a 10.3 años); el 70% eran varones, el 59% eran de raza no blanca y el 20% presentaba comorbilidades. El 48% de los pacientes tenían antecedentes de contacto con casos de COVID-19, y el 55% tenía antecedente de infección por SARS-CoV-2 confirmada por RT-PCR o por serología.
El 71%, 59% y menos del 20% presentaron síntomas gastrointestinales, síntomas de shock tóxico y síntomas respiratorios graves, respectivamente.
Los síntomas gastrointestinales más frecuentes fueron el dolor abdominal (54%), la diarrea y los vómitos (54% y 38%, respectivamente). Otros síntomas comunes de presentación fueron los exantemas cutáneos (68%), y las cefaleas o la irritabilidad (48%). El 59% de los pacientes presentó síntoma de shock, sobre todo taquicardia (43%), hipotensión arterial (30%) y llenado capilar prolongado (29%). El 46% de los pacientes presentó síntomas respiratorios; sin embargo, los hallazgos graves, como la saturación baja de oxígeno y la disnea fueron infrecuentes. Más del 53% de los pacientes presentó alteraciones bioquímicas compatibles con coagulopatía. El 52% de los pacientes presentó anormalidades radiológicas, sobre todo infiltrados difusos bilaterales intersticiales (23%) u opacidades en vidrio esmerilado (31%). El 61% de los pacientes presentó anormalidades en el ecocardiograma, especialmente derrame pericárdico y disfunción del ventrículo izquierdo; en el 27% de los casos se comprobaron dilataciones de las coronarias.
Se comprobaron incrementos de los niveles séricos de dímero-D en el 80% de los enfermos y biomarcadores de disfunción cardíaca en más del 75% de los pacientes. El 89% de los pacientes fue tratado con inmunoglobulinas, en alrededor del 50% se indicaron corticoides, antibióticos y enoxaparina, y en menos del 10% de los pacientes se utilizaron antimicóticos y oseltamivir. Sólo el 11% de los enfermos requirió asistencia ventilatoria mecánica, durante una mediana de 5 días (5 a 6.5). La mediana de la internación en UCIP fue de 6 días (5 a 11); se registró un deceso (1.8%).
Conclusión
La mediana de edad de los pacientes fue más alta que la referida en series de pacientes con COVID-19 únicamente, pero más baja que la referida en pacientes con MIS-C; además, predominaron los varones. Los hallazgos contribuirían a conocer mejor las características de la infección por SARS-CoV-2 en niños y sus consecuencias a corto plazo. Sin embargo, se requieren amplios estudios multicéntricos para conocer las secuelas cardíacas o de otros órganos, en pacientes con MIS-C.