Resúmenes amplios

SUPRESORES DE LA SECRECIÓN ÁCIDA GÁSTRICA Y RIESGO DE COVID-19


Cleveland, EE.UU.:
Los resultados del presente estudio y de un metanálisis de 4 trabajos sugieren que el uso de inhibidores de la bomba de protones o de antagonistas de los receptores H2 de histamina no se asocia con riesgo aumentado de infección por SARS-CoV-2 ni de mortalidad por COVID-19; la única excepción fue para el uso de omeprazol en pacientes con enfermedades del tracto gastrointestinal superior, quienes tuvieron riesgo aumentado de infección por SARS-CoV-2.

Gastroenterology 160(1):455-458

Autores:
Nagy LE

Institución/es participante/s en la investigación:
Cleveland Clinic

Título original:
Effect of Acid Suppressants on the Risk of COVID-19: A Propensity Score-Matched Study Using UK Biobank

Título en castellano:
Efecto de los Supresores de la Secreción Ácida sobre el Riesgo de COVID-19: Estudio con Puntaje de Propensión con los Datos del UK Biobank

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.85 páginas impresas en papel A4

Introducción

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) es altamente contagiosa y puede ser causa de muerte; coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2) es el agente causal. La identificación de los factores de riesgo de COVID-19 es fundamental en términos de salud pública.

Numerosos estudios analizaron posibles asociaciones entre el uso de supresores de la secreción ácida gástrica y el riesgo de COVID-19; sin embargo, los resultados no fueron concluyentes, de modo que se desconoce si este tipo de fármacos se asocia con riesgo aumentado de infección por SARS-CoV-2 o de mortalidad por COVID-19. El objetivo del presente estudio fue establecer posibles vinculaciones entre el uso de estos fármacos, el riesgo de infección y la evolución clínica de COVID-19.

 

Pacientes y métodos

En el estudio se incluyeron 9469 pacientes evaluados por COVID-19 entre 16 de marzo y 29 de junio de 2020, registrados en el UK Biobank. Sólo se tuvieron en cuenta los fármacos que se utilizaban de manera regular. La principal variable de exposición fue la terapia con inhibidores de la bomba de protones (IBP) o antagonistas de los receptores H2 de histamina (antiH2). El criterio principal de valoración fue el índice de infección por SARS-CoV-2, en tanto que el criterio secundario de valoración fue la mortalidad por COVID-19. Para los análisis de los factores de riesgo sobre la evolución se aplicaron cohortes comparables por puntajes de propensión (CPP). Para análisis por subgrupos se seleccionaron pacientes con enfermedades del tracto gastrointestinal. Las posibles asociaciones entre las variables de interés y la infección por SARS-CoV-2 se analizaron con modelos de regresión logística, en tanto que para la mortalidad se utilizaron modelos proporcionales de Cox. Para la corrección de comparaciones múltiples se aplicó el método de la tasa de descubrimientos falsos; los valores de p ajustada < 0.1 se consideraron estadísticamente significativos.

 

Resultados

Entre los 9469 pacientes, 1516 (16%) utilizaban, de manera regular, supresores de la secreción ácida, y 7953 (84%) enfermos no estaban tratados con estos agentes. Entre los pacientes que usaban regularmente supresores ácidos se observó un mayor porcentaje de sujetos de menos de 65 años y una mayor prevalencia de enfermos con comorbilidades, en comparación con los sujetos que no usaban supresores de la secreción ácida. En los análisis con CPP se incluyeron 1516 enfermos tratados e igual número de enfermos no tratados, con características comparables.

Los odds ratio (OR) de COVID-19 en asociación con el uso de IBP o de antiH2 en la CPP fueron de 1.083 (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.892 a 1.315) y de 0.949 (IC 95%: 0.650 a 1.387), respectivamente. Ninguna de estas clases de fármacos se asoció con el riesgo de infección por SARS-CoV-2. En el análisis por subgrupos, con pacientes con enfermedad gastrointestinal superior, la utilización de IBP o de antiH2 no se vinculó con el riesgo de infección por SARS-CoV-2.

Sin embargo, el omeprazol se asoció con riesgo aumentado de SARS-CoV-2 en el análisis por subgrupo de pacientes con enfermedad gastrointestinal (OR de 1.353; IC 95%:1.011 a 1.825); esta asociación no se observó para otros tipos de IBP.

Entre los pacientes con COVID-19, 302 (19.0%) fallecieron antes de 29 de junio de 2020. Ni el uso de IBP (hazard ratio [HR] de 0.804; IC 95%: 0.581 a 1.114), ni el uso de antiH2 (HR de 1.180; IC 95%: 0.624 a 2.232) se asoció con el riesgo de mortalidad en pacientes con COVID-19 en la CPP.

Sólo el tratamiento con lansoprazol se asoció con riesgo reducido de mortalidad, pero los resultados no se confirmaron en el subgrupo de pacientes con enfermedades gastrointestinales.

En el metanálisis con los datos del presente estudio y de otros 3 ensayos previos, los OR globales de COVID-19 en asociación con el uso de IBP (utilización previa y actual), con el uso actual exclusivo de IBP y con el uso de antiH2 fueron 1.06 (IC 95%: 0.54 a 2.06), 1.03 (IC 95%: 0.44 a 2.41), y 0.86 (IC 95%: 0.76 a 0.97), respectivamente.

 

Conclusión

Los resultados del presente estudio sugieren que el uso de IBP o de antiH2 no se asocia con riesgo aumentado de infección por SARS-CoV-2 ni de mortalidad por COVID-19; la única excepción fue para el uso de omeprazol en pacientes con enfermedades del tracto gastrointestinal superior que tuvieron riesgo aumentado de infección por SARS-CoV-2.

 



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