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Introducción
“La salud ambiental infantil es una parte de la pediatría que analiza los efectos del medioambiente sobre la salud y la enfermedad en los niños”. La exposición global a contaminantes ambientales supone una amenaza importante para la salud; en este escenario se deben implementar con urgencia estrategias preventivas y de protección. La salud ambiental infantil se basa en el hecho de que los niños son diferentes a los adultos, en términos cualitativos y cuantitativos ambientales, de exposición y de vulnerabilidades biológicas. En un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2016, el 23% de todos los decesos del mundo fueron atribuibles a factores ambientales y el 26% de todas las muertes en niños de menos de 5 años podría haber sido evitado por medio de la eliminación de factores ambientales de riesgo. Estas exposiciones, cuando ocurren durante etapas específicamente vulnerables del desarrollo, como en la etapa prenatal, fetal y posnatal o en la primera infancia, podrían ser particularmente deletéreas en términos del riesgo de aparición de enfermedades crónicas o de déficits neurológicos años después en la vida. En muchos países en vías de desarrollo, los pediatras no están entrenados para el reconocimiento clínico, el abordaje o la prevención de enfermedades relacionadas con el entorno ambiental. Pocos especialistas recogen información vinculada con el ambiente hogareño y escolar, como parte integral de la historia demográfica y social; tampoco se analizan enfermedades posiblemente vinculadas con las exposiciones ambientales. Asimismo, muchos profesionales carecen de entrenamiento para el reconocimiento y el tratamiento de estos trastornos. La anamnesis ambiental (AA), sin embargo, debería ser un componente natural de la historia clínica habitual. La AA está destinada a comprender la calidad y la magnitud de los riesgos asociados con la exposición en los ambientes en los que están los niños, y a identificar patrones sospechosos que requieren evaluaciones adicionales. En este contexto, el objetivo del presente estudio fue valorar la salud ambiental de una muestra de niños residentes en regiones urbanas y rurales de una ciudad de Uruguayana, Brasil.
Sujetos y métodos
El estudio tuvo diseño prospectivo, de observación y analítico. Los padres o personas a cargo de niños asistidos en la Policlinica Infantil de Uruguaiana fueron invitados a participar en el estudio, de manera independiente del motivo de consulta, entre enero y octubre de 2021. Los participantes completaron el cuestionario de salud ambiental en pediatría del Scientific Department of Toxicology and Environmental Health of the Sociedade Brasileira de Pediatria. Los datos se analizaron en relación con el lugar de residencia (urbana o rural) y los ingresos económicos en el hogar (< 3 o ≥ 3 salarios mínimos).
La zona de estudio tiene 5702 km² y 45.3 km² corresponden a la región urbana. La población total estimada es de 126 766 habitantes, 8020 de los cuales viven en áreas rurales. El índice de mortalidad infantil es de 12.77 muertes por cada 1000 nacidos vivos, el producto bruto interno por cápita es de alrededor de 22 723 reales, en tanto que el índice de desarrollo humano es de 0.744, considerado alto.
Resultados
Un total de 800 padres de niños fueron entrevistados; solo 714 completaron el cuestionario. La mayoría de los participantes residía en áreas urbanas (92.4%; n: 660). De manera independiente de la región de residencia, el 79.1% tenía niños de menos de 5 años, el 89.9% tenía un ingreso mensual promedio por debajo de 3 salarios mínimos (alrededor de 600 dólares estadounidenses), el 29.3% de los participantes recibían ayuda financiera para familias con bajos recursos económicos (Bolsa Família Program, alrededor de 30 dólares estadounidenses por mes), el 20% de las madres había completado la educación primaria y el 28% de los padres refirió haber completado la educación primaria y secundaria. El 16.1% de los sujetos trabajaba en el hogar.
Los participantes residentes en áreas rurales (n: 54) estuvieron significativamente más expuestos a vivir en casas cerca de plantaciones, de ríos y con fuentes de contaminación, a tener hijos que no asistían a la escuela, a tener mascotas, a utilizar pesticidas en la plantación y a estar expuestos a contaminación química.
Entre los residentes de áreas urbanas, los siguientes hallazgos fueron significativamente más frecuentes, en comparación con los residentes de zonas rurales: el uso de gas licuado de petróleo como fuente de energía, la recolección de basura, el suministro de agua, la exposición al tránsito vehicular cerca de la casa, el uso de transporte público y el acceso a los servicios de salud (Family Health Strategy [FHS]).
Respecto de los niños que residían en áreas urbanas, los residentes de áreas rurales tuvieron más probabilidad de estar expuestos a actividades con sustancias químicas (15% y 32.7%, respectivamente; p = 0.004), a vivir cerca de plantaciones (7.5% y 74.5%; p < 0.001) o en cercanías de alguna fuente de contaminación (4.8% y 32.7%; p < 0.001), a tener perro (62% y 87.3%; p < 0.001), al uso de pesticidas (0.6% y 32.7%; p < 0.001) y a contaminación química (2.6% y 18.2%, en el mismo orden; p < 0.001).
Al comparar la renta media mensual del hogar se comprobó que los participantes con renta inferior a 3 salarios mínimos tenían significativamente más probabilidades de recibir asistencia del Bolsa Família Program, de tener madres con educación primaria completa, de realizar actividades con sustancias químicas, de tener perros y de utilizar el servicio FHS. Los participantes con ingresos más altos tuvieron más probabilidades de tener chimeneas en el hogar, y de utilizar desengrasantes y otros productos de limpieza.
Discusión y conclusión
Los resultados del presente estudio demuestran la importancia de la anamnesis ambiental para la detección de condiciones ambientales adversas en el ámbito hogareño y escolar, y en los lugares en los cuales los niños juegan. Los hallazgos son relevantes en términos de las políticas de salud pública, destinadas a reducir las exposiciones desfavorables para la salud en la población pediátrica. Los determinantes sociales de la salud abarcan las circunstancias en las que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, como también los sistemas para obtener protección contra la aparición de enfermedades. Estas situaciones, al igual que los recursos para la educación, la vivienda y la ocupación laboral, determinan, en gran medida, el riesgo de enfermedad y de mortalidad temprana. En conclusión, la AA adecuada permite identificar exposiciones desfavorables a las que los niños y adolescentes están sometidos; la información es sumamente relevante para la implementación de las estrategias necesarias para reducir las adversidades asociadas con las características del medioambiente.