Introducción
La prevalencia de deficiencia de vitamina D (DVD) está en franco aumento en todo el mundo; se estima que entre el 36% y el 57% de los estadounidenses adultos tienen DVD, y que solo el 2% alcanza la ingesta diaria recomendada de vitamina D. La prevalencia de DVD en atletas en todo el mundo es similar a la de las poblaciones no atletas y genera preocupación en términos del rendimiento atlético, la resistencia aeróbica y el riesgo de lesiones. La vitamina D se considera similar a una hormona, con efectos sobre el 5% al 10% del genoma total. La DVD, definida de manera muy variable, puede tener efectos perjudiciales en la salud ósea, muscular, respiratoria y neurológica. Algunos grupos definen la DVD en presencia de una concentración sérica inferior a 50 nmol/l. Los atletas con mayor riesgo de presentar DVD son aquellos que entrenan temprano en la mañana o tarde en la noche, aquellos que visten uniformes deportivos (cobertura para la luz ultravioleta B) y los atletas que realizan deportes en el interior. Los niveles bajos de vitamina D, es decir, la concentración de 25-hidroxivitamina D (25[OH]D) por debajo de 30 a 50 nmol/l, podrían aumentar el riesgo de lesiones en los atletas, particularmente lesiones por estrés óseo. El objetivo de la presente revisión sistemática fue conocer los efectos del aporte de vitamina D sobre la capacidad aeróbica, las mediciones anaeróbicas, como la fuerza, la velocidad y la potencia anaeróbica; los biomarcadores séricos de inflamación y la salud ósea.
Métodos
Se incluyeron ensayos aleatorizados, controlados con placebo, publicados antes del 30 de noviembre de 2022, en los cuales se investigó el efecto del aporte de vitamina D en poblaciones atléticas. Para el estudio se siguieron las pautas Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses (PRISMA). Los estudios se identificaron mediante búsquedas en PubMed/Medline, Cochrane, CINAHL y Embase (OVID). Se consideraron estudios aleatorizados, controlados con placebo, con una duración de más de 2 semanas y realizados con sujetos con participación activa en el deporte organizado. La búsqueda inicial identificó 2331 artículos, 79 fueron aptos para la revisión del texto completo y 65 fueron excluidos. Un total de 14 de 16 estudios seleccionados fueron adecuados para los análisis finales. El riesgo de sesgo y la calidad metodológica se valoraron con la herramienta Cochrane Risk of Bias 2 para ensayos controlados aleatorizados con seres humanos. Once estudios tuvieron un bajo riesgo de sesgo, 3 presentaron âalgunas preocupacionesâ con respecto al riesgo de sesgo y 2 estudios tuvieron riesgo de sesgo alto, por lo tanto, se excluyeron del análisis primario.
Resultados
Se seleccionaron 14 estudios con 482 participantes (350 hombres, 72 mujeres) para la inclusión en la revisión sistemática. En dos estudios no se aportó información acerca del sexo, de modo que se analizaron 60 sujetos de sexo desconocido. La edad promedio de los participantes fue de 20.87 años (rango, 17.2 a 27 años). El deporte más común investigado en los estudios incluidos fue el fútbol al aire libre, con un total de 226 sujetos en 6 estudios. Otros deportes incluidos fueron el rugby (n = 72), el remo (n = 36), taekwondo (n = 35), natación y buceo (n = 83), y ultramaratón (n = 24).
Método de aporte de vitamina D
En todos los estudios se usaron preparados orales de vitamina D3. En tres estudios se utilizaron gotas orales, mientras que en los 11 estudios restantes se utilizaron cápsulas. La dosis varió entre 2000 unidades internacionales (UI)/día a 7142.86 UI/día, con una dosis diaria promedio de 4959.12 UI/día. Ocho estudios utilizaron una dosis diaria de vitamina D3 (rango, 3000 a 5000 UI/día); 1 estudio utilizó una dosificación dos veces al día (1000 UI/dosis); 2 estudios utilizaron dosificación semanal (rango, 20 000 a 50 000 UI/semana); 2 estudios utilizaron una dosificación 20 000 UI dos veces por semana y 1 estudio utilizó una dosis de 50 000 UI cada 2 semanas. Solo 1 participante refirió un efecto adverso: estreñimiento.
Ubicación geográfica de los estudios
La ubicación en latitud de los estudios en el hemisferio norte varió de 32.43° N a 54.51° N, con una latitud promedio de 45.53° N. Se realizó un estudio entre 45° S y 46,5° S en Nueva Zelanda.
Efectos sobre la capacidad aeróbica
En dos estudios se observaron mejoras en el consumo máximo de oxígeno (VO2máx). En un estudio con jugadores de fútbol polacos se observó una correlación significativa entre el aumento de las concentraciones séricas de 25(OH)D y el aumento del VO2máx (r = 0.4192, p = 0,0024). Un grupo refirió un aumento del VO2máx de 8.65 ml/kg/min en el grupo que recibió vitamina D3, en comparación con 5.03 ml/kg/min en un grupo de jugadores de fútbol sin aporte de vitamina D (p = 0.021). Un estudio con jugadores polacos de fútbol mostró un aumento significativo en la capacidad física de trabajo (PWC-170; una medida de la potencia aeróbica), en comparación con los controles que no recibieron suplementos de vitamina D. Por el contrario, un estudio previo del mismo grupo no encontró diferencias significativas en la PWC-170 en un grupo similar de jugadores de fútbol polacos (p > 0.05).
Efectos sobre la fuerza, la velocidad y la potencia anaeróbica
Los resultados fueron heterogéneos. Cinco estudios mostraron mejoras en la potencia/fuerza anaeróbica o la velocidad de carrera corta (sprint speed [SS]), mientras que 3 estudios no demostraron una diferencia significativa entre los grupos con suplementos y sin suplementos. Las SS aumentaron en 2 estudios con jugadores de fútbol que recibieron vitamina D, en comparación con los grupos sin suplementos (p = 0.03). Cuatro estudios con jugadores de fútbol y rugby no encontraron diferencias significativas entre los grupos en las SS (p > 0.05). Se encontraron hallazgos discrepantes con respecto a la fuerza. Las pruebas de potencia y fuerza que mejoraron significativamente en los grupos con suplementos fueron las de peso máximo previsto de 1 repetición dominada con agarre inverso, la fuerza de extensión isoquinética de rodilla, la sentadilla, el peso muerto, y el salto vertical y la prensa de piernas. La potencia anaeróbica, medida con la prueba de Wingate, aumentó significativamente en los atletas de taekwondo que recibieron suplementos. En otro estudio, en cambio, no se encontraron diferencias significativas en el umbral de lactato entre los grupos de jugadores de fútbol.
Biomarcadores séricos y modulación inmunitaria
En todos los deportistas que recibieron suplementos se observaron niveles séricos de 25(OH)D luego de la intervención significativamente más altos en comparación con los grupos sin suplementos. En 2 estudios, todos los sujetos tenían concentraciones séricas basales de 25(OH)D por debajo de 50 nmol/l, el punto de corte propuesto por un grupo para definir la DVD. El cambio promedio en la concentración sérica de 25(OH)D desde el inicio en los 15 grupos que recibieron suplementos fue de +38.03 nmol/l. Solo en 1 estudio se encontró una disminución en los niveles séricos de 25(OH)D en los dos grupos. La disminución fue esperable ya que las concentraciones séricas basales de 25(OH)D eran mucho más altas que las registradas en otros estudios (promedio de 130 nmol/l en el grupo con suplementos), probablemente porque el estudio se realizó en una latitud más cercana al ecuador (38° N) y el deporte (natación y buceo) se practicaba en el interior. No obstante, la disminución en este grupo fue significativamente menor en el grupo que recibió suplementos, en comparación con el grupo de control. Los niveles séricos disminuyeron solo en 2.5 nmol/l en un grupo con vitamina D, en comparación con 50 nmol/l durante 6 meses (p < 0.05) en el grupo placebo.
Se encontró una correlación negativa significativa entre los niveles séricos de 25(OH)D y de proteína C reactiva (PCR) en un grupo de jugadores de fútbol (r = -0.459, p = 0.021). En un análisis posterior, la magnitud de este efecto fue mayor en los sujetos suplementados con niveles séricos basales subóptimos de 25(OH)D, es decir, < 75 nmol/l. En 2 estudios no se encontró correlación significativa entre los niveles séricos de 25(OH)D y los niveles de interleuquina (IL)-6 (una citoquina inflamatoria), mientras que otro grupo encontró niveles significativamente más bajos de IL-6 en el grupo que recibió suplementos, respecto del grupo con placebo (p < 0.01). Otras citoquinas inflamatorias, como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-?) y la IL-1? no parecieron tener una correlación significativa con los niveles séricos de 25(OH)D.
Un estudio encontró un aumento significativo (20%; p < 0.001) en los niveles de hormona paratiroidea (PTH) después de 8 semanas en el grupo que no recibió suplementos. En otro estudio no se observaron cambios significativos en los niveles de PTH a lo largo del estudio en sujetos que recibieron suplementos, y en otro estudio, los cambios en la PTH no se asociaron con las concentraciones séricas de 25(OH)D.
El aporte de vitamina D evitó la disminución de la transferrina (p = 0.007), la hemoglobina (p = 0.009) y el hematocrito (p = 0.019) en un grupo de remeros masculinos de élite, en comparación con un grupo de controles que no recibieron suplementos. Las concentraciones séricas más altas de 25(OH)D se correlacionaron significativamente con los niveles séricos totales de testosterona, pero el aporte no aumentó de manera significativa las concentraciones totales de testosterona.
Salud ósea
Los niveles séricos de biomarcadores del recambio óseo, como la fosfatasa alcalina específica del hueso (BSAP) y el telopéptido N-terminal (NTx), no fueron significativamente diferentes entre los grupos con suplementos o sin ellos. Sin embargo, en 1 estudio, los niveles de BSAP y NTx parecieron ser significativamente más altos en los sujetos que presentaron disminuciones más importantes en suero 25(OH)D. Las concentraciones de BSAP y NTx no se correlacionaron significativamente con las mediciones de densidad mineral ósea (DMO), pero la DMO del fémur proximal (p = 0.02) y la masa magra (p < 0.05) se correlacionaron significativamente con los niveles séricos de 25(OH)D. Por el contrario, en un estudio, los cambios a los 6 meses en las medidas de composición corporal (masa total, masa magra, masa grasa, DMO e índice de masa corporal) no difirieron significativamente entre los grupos.
Conclusión
Los resultados de esta revisión sistemática sugieren que el aporte de vitamina D en deportistas de élite se asociaría particularmente con mejoras de la resistencia aeróbica, y la potencia anaeróbica y la fuerza; no obstante, se necesitan más investigaciones para establecer conclusiones definitivas acerca de los efectos de la intervención a largo plazo sobre la salud ósea.