Resúmenes amplios

IVERMECTINA PARA EL TRATAMIENTO DE COVID-19


Storrs, EE.UU.
Los resultados de la presente revisión sistemática con metanálisis de estudios clínicos controlados y aleatorizados indican que en comparación con placebo o los cuidados habituales, la ivermectina no se asocia con reducción del riesgo de mortalidad por cualquier causa, la duración de la internación o la depuración viral en pacientes con COVID-19, en su mayoría con enfermedad leve. Por lo tanto, este fármaco no parece una opción válida de tratamiento para COVID-19.

MedRxiv 1-35

Autores:
Hernandez AV

Institución/es participante/s en la investigación:
University of Connecticut School of Pharmacy

Título original:
Ivermectin for the Treatment of COVID-19: A Systematic Review and Meta-analysis of Randomized Controlled Trials

Título en castellano:
Ivermectina para el Tratamiento de COVID-19: Revisión Sistemática y Metanálisis de Estudios Controlados Aleatorizados

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.23 páginas impresas en papel A4

Introducción

La pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) constituye una situación de emergencia sanitaria, social y económica en todo el mundo. Se lograron avances sin precedentes en el transcurso del año de la pandemia, acerca de la epidemiología, la prevención y el abordaje clínico de COVID-19; sin embargo, también se tornaron evidentes numerosas deficiencias en  relación con la información aportada a la población. Numerosos estudios de diverso diseño analizaron distintos fármacos (nuevos o utilizados desde hace tiempo para otras situaciones clínicas) para el tratamiento de COVID-19.

Durante la pandemia, algunas entidades regulatorias autorizaron la utilización de emergencia de tratamientos sin eficacia comprobada contra COVID-19; el uso de algunos de estos fármacos ha sido fuertemente politizado en algunas regiones del mundo.

La ivermectina (IVM) es un agente semisintético con propiedades antihelmínticas que se utiliza por vía oral. IVM deriva de las avermectinas que se aíslan de los productos de fermentación de Streptomyces avermitilis. La IVM y sus análogos se unen selectivamente y con gran afinidad a los canales de cloro regulados por glutamato en las membranas de los músculos de la faringe, los nervios motores, el tracto reproductivo femenino y los poros de los nematodos. En cultivos tisulares, en concentraciones más altas que las asociadas con actividad antihelmíntica, la IVM induce efectos antivirales (virus del dengue), antiparasitarios (malaria) y anticancerosos (cáncer epitelial de ovario). Sin embargo, los efectos observados in vitro no se demostraron en estudios clínicos.

En marzo de 2020, investigadores de Australia sugirieron que IVM sería eficaz contra el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2); en cultivos celulares se observó una reducción muy pronunciada de la cantidad de ARN viral a las 48 horas. Las concentraciones de IVM que se utilizaron en los ensayos fueron 50 veces más altas que la concentración plasmática máxima que se logra después de la administración de una dosis única estándar de 200 μg/kg, de modo que se cuestionó la dosis eficaz y la tolerabilidad de IVM para el tratamiento o la prevención de COVID-19 en los seres humanos. A pesar de ello, la información surgida en diversas fuentes, consideraciones teóricas adicionales y la evidencia a partir de estudios experimentales y de observación motivaron una intensa utilización de IVM para el tratamiento de COVID-19, especialmente en regiones con recursos económicos bajos o intermedios. La IVM está aprobada actualmente por la Food and Drug Administration de (FDA) los Estados Unidos para el tratamiento de la estrongiloidiasis y la oncocercosis. La FDA y la European Medicines Agency no han aprobado el uso de IVM para el tratamiento de pacientes con COVID-19; asimismo, las guías de la Organización Mundial de la Salud y de la Infectious Diseases Society of America (IDSA) no recomiendan el uso de IVM para el tratamiento de COVID-19 en pacientes no incluidos en estudios clínicos aleatorizados y controlados. De hecho, se requieren estudios de calidad metodológica alta y revisiones sistemáticas para determinar con precisión la eficacia y la seguridad de IVM en pacientes con COVID-19. El objetivo de la presente revisión sistemática con metanálisis fue evaluar los efectos y la tolerabilidad de la IVM en pacientes con COVID-19.

Métodos

Los estudios publicados hasta el 22 de marzo de 2021 se identificaron mediante búsquedas bibliográficas en PubMed, MEDLINE, EMBASE-OVID, Scopus, la Web of Science, la Cochrane Library, medRxiv.org, Preprints (www.preprints.org), y la Social Science Research Network.

Se consideraron estudios clínicos controlados y aleatorizados en los cuales se refirieron los beneficios o los daños asociados con el uso de IVM como tratamiento de pacientes con COVID-19, internados o ambulatorios, y de manera independiente de la gravedad de la enfermedad. En los grupos control se incluyeron enfermos que recibieron cuidados habituales o placebo. Los criterios principales de valoración fueron la mortalidad por cualquier causa, la duración de la internación y los efectos adversos. La depuración de SARS-CoV-2 en muestras de secreciones respiratorias, la mejoría clínica, la necesidad de asistencia ventilatoria mecánica y los efectos adversos graves fueron criterios secundarios de valoración.

Se tuvieron en cuenta el tamaño de la muestra, la dosis y la duración del tratamiento con IVM, el tipo de control, la gravedad de COVID-19, el porcentaje de pacientes con infección por SARS-CoV-2 confirmada por reacción en cadena de la polimerasa por transcriptasa reversa (RT-PCR), el ámbito del estudio (hospitalario o ambulatorio), la edad de los enfermos, el porcentaje de mujeres y las comorbilidades.

Resultados

Fueron analizados 10 estudios clínicos controlados y aleatorizados con 1173 pacientes; en 5 y 5 estudios, los grupos control consistieron en cuidados convencionales y placebo, respectivamente. Los trabajos incluyeron entre 24 y 398 pacientes, con edad promedio de 26 a 56 años. Los enfermos de 8 estudios, 1 trabajo y 1 investigación tuvieron COVID-19 leve, COVID-19 moderada y COVID-19 leve y moderada, respectivamente.

El tratamiento con IVM no se asoció con reducción de la mortalidad por cualquier causa en comparación con los grupos control (RR de 1.11; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.16 a 7.65, I2 = 66%, evidencia de muy baja calidad). El tratamiento con IVM tampoco acortó la internación (diferencia promedio de 0.72 días; IC 95%: -0.86 a 2.29; evidencia de muy baja calidad). La incidencia de efectos adversos y de efectos adversos graves y la depuración viral fueron similares en los grupos de IVM y los grupos control (evidencia de baja calidad para los tres criterios de valoración). Los análisis por subgrupos según la gravedad de COVID-19 o el riesgo de sesgo mostraron resultados comparables a los de los análisis principales. Los análisis de sensibilidad, con la exclusión de los estudios clínicos controlados con seguimiento de menos de 21 días, no mostraron diferencias en la mortalidad por cualquier causa, con escasa heterogeneidad (I2 = 0%).

Conclusión

En la presente revisión sistemática, el tratamiento con IVM no disminuyó el riesgo de las variables principales de valoración (mortalidad por cualquier causa, duración de la internación y efectos adversos) ni de los criterios secundarios de valoración (depuración de SARS-CoV-2 en el tracto respiratorio y efectos adversos graves), en estudios que evaluaron, en su mayoría, pacientes con COVID-19 leve. Para todas las variables de análisis, la calidad de la evidencia fue baja o muy baja.



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