Los investigadores observaron una mejoría en las tasas de eventos vasculares en los participantes del estudio con más visitas al dentista, pese a que el tratamiento periodontal intensivo para la enfermedad de las encías después de un evento cerebrovascular (EC) o un ataque isquémico transitorio no afectó la tasa anual de eventos vasculares en comparación con el tratamiento estándar.

Souvik Sen, profesor y presidente del departamento de neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Sur de Columbia, EE.UU., presentó los hallazgos del ensayo PREMIER en la International Stroke Conference (Conferencia Internacional de Eventos Cerebrovasculares).
La reunión de especialistas, convocada todos los años por la American Heart Association de EE.UU., incluyo la exposición de los resultados de su trabajo La enfermedad de las encías o la enfermedad periodontal se asocia con un mayor riesgo de evento cerebrovascular, infarto de miocardio y muerte.

Souvik Sen explicó que estudios anteriores no solo demostraron la relación entre la enfermedad de las encías y los factores de riesgo de EC, hipertensión, hiperglucemia y dislipidemia, sino que también "se asociaron con mediadores del EC, como la inflamación sistémica, la aterosclerosis y, según publicamos recientemente, con la fibrilación auricular”.
Es una afección con un 90% de prevalencia mundial.

Para el estudio PREMIER, los investigadores analizaron si en comparación con el estándar, el tratamiento periodontal intensivo aplicado como prevención secundaria a pacientes con EC reciente o AIT logró disminuir al cabo de un año el riesgo del resultado primario de EC, infarto de miocardio y muerte.

Los resultados secundarios de interés incluyeron controles de la presión arterial, glucemia, dislipidemia, inflamación y grosor de la íntima-media carotídea.

Los investigadores encontraron enfermedad periodontal en el 40 % de los pacientes con EC o AIT recientemente examinados para detectar enfermedad de las encías.

El estudio asignó al azar a 138 participantes (edad media, 59 años; 91 % hombres; 73 % afroamericanos) para recibir un tratamiento periodontal intensivo que incluía la eliminación supragingival y subgingival de placa y cálculo, extracción de dientes perdidos y administración local de antibióticos.

El grupo intensivo recibió un cepillo de dientes eléctrico, enjuague bucal e hilo dental.

Un total de 142 pacientes (edad media, 60 años; 89 % hombres; 73 % negros) fueron asignados al tratamiento estándar, que incluía la eliminación supragingival de la placa y el cálculo, un cepillo de dientes regular y consejos sobre el cuidado dental.

De acuerdo con la presentación, la diferencia entre grupos para el resultado primario no fue diferente: EC, infarto de miocardio o muerte en el 7,7 % del grupo de tratamiento periodontal intensivo en comparación con el 12,3 % del grupo de tratamiento estándar.
Sin embargo, Sen y sus colegas observaron una correlación entre un mayor número de visitas al dentista y una menor probabilidad de eventos vasculares al cabo de 1 año.

Para los resultados secundarios anuales, la PA diastólica mejoró en ambos grupos y tendió a mejorar en el grupo intensivo ( P = 0,1), pero sin cambios significativos en otros resultados.

“En una población con salud dispar, que vive en el límite de los EC, la prevalencia de la enfermedad de las encías moderadamente grave es del 40 %”, dijo Sen durante la presentación.

“La tasa compuesta de eventos fue extremadamente baja tanto en el brazo de tratamiento intensivo como en el de control; no hubo una diferencia significativa. En comparación con un brazo histórico, podría haber alguna. Es importante destacar que el número de visitas al dentista se correlacionó significativamente con tasas más bajas de eventos vasculares. Entre los resultados secundarios, todas las medidas se dirigieron en la dirección hipotética; en especial mostraron algunos cambios significativos la presión arterial diastólica y el colesterol HDL”.