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Deterioro cognitivo y mental después de una infección grave por Covid-19
e-Clinical Medicine; Londres, Reino Unido, 6 Mayo 2022

Los síntomas cognitivos y de salud mental son motivo de creciente preocupación, ya que los pacientes recuperados de COVID-19 meses después de la infección informan fatiga, confusión mental, problemas de memoria, dificultad para dormir, ansiedad y trastorno de estrés postraumático (TEPT).

El estudio publicado en la revista eClinicalMedicine*, examinó la asociación entre la COVID-19 grave y los déficits cognitivos persistentes.

A medida que disminuyen los casos de COVID-19 y mejoran las opciones de tratamiento, la atención pública se desplaza gradualmente hacia la COVID prolongada, es decir, al analisis de los síntomas persistentes posteriores a la enfermedad aguda.

Los investigadores del presente estudio examinaron datos de 46 pacientes recuperados de COVID-19 que requirieron hospitalización durante su infección.

Los participantes ingresaron  entre el 10 de marzo y el 31 de julio de 2020 en el Addenbrooke's Hospital. La investigación fue aprobada por el Cambridge Central Research Ethics Committee.

El artículo remarca que ahora está bien establecido que las personas recuperadas de una enfermedad grave por COVID-19 pueden tener un amplio espectro de síntomas de mala salud mental de manera similar a quienes padecen Covid prolongado, hecho que podría contribuir a los déficits cognitivos autopercibidos y medidos objetivamente.

Los déficits incluyen problemas de depresión, ansiedad, estrés postraumático, baja motivación, fatiga, bajo estado de ánimo y trastornos del sueño.
Éste determinó claramente que la gravedad de la enfermedad aguda fue el mejor predictor de déficits cognitivos globales objetivamente medibles durante la fase crónica.
A nivel de características clínicas individuales, la puntuación de gravedad de COVID-19 de la OMS, la PCR más alta y el requisito de ventilación mecánica y soporte de múltiples órganos fueron predictivos de un rendimiento cognitivo más deficiente.

La gravedad de los pacientes varió desde la necesidad de atención hospitalaria hasta la admisión en la unidad de cuidados intensivos con ocupación de 16 de los 46 puestos con ventilacion mecánica.

Los participantes se sometieron a evaluaciones cognitivas computarizadas detalladas que midieron la ansiedad, la depresión y el TEPT con un promedio de 6 meses después de la infección aguda. Completaron pruebas que miden la memoria, la atención y el razonamiento. Los pacientes y una cohorte emparejada se ajustaron por edad y factores demográficos.

Los pacientes que sobrevivieron a una infección grave por COVID-19 fueron menos precisos y más lentos en sus respuestas que la cohorte emparejada.
La enfermedad aguda, no la salud mental crónica, predijo con significativa precisión la desviación cognitiva de las puntuaciones esperadas.

En general, los déficits cognitivos después de una infección por COVID-19 en su mayoría se correlacionaron con la gravedad de la enfermedad. Sin embargo, incluso los casos leves pueden provocar síntomas cognitivos persistentes.
Los sobrevivientes obtuvieron puntajes especialmente bajos en razonamiento analógico verbal y velocidad de procesamiento, hallazgos consistentes con observaciones de disminución del consumo de glucosa cerebral dentro de la red frontoparietal del cerebro después de la infección por COVID-19.

El estudio encontró que el deterioro cognitivo después de una infección grave por COVID-19 podría ser equivalente a perder 10 puntos de coeficiente intelectual, déficit similar al observado entre los 50 y los 70 años de edad.
Los resultados mostraron que estos efectos son detectables durante 6 meses después de la infección por COVID-19, y cualquier recuperación es muy lenta.

"Solo en el Reino Unido, alrededor de 40 000 personas ingresaron a cuidados intensivos con COVID-19; sin embargo, pese a haber estado muy enfermas, no ingresadas al hospital", dijo Adam Hampshire, del Imperial College London y primer autor del estudio. “Esto significa que hay una gran cantidad de personas que aún experimentan problemas cognitivos muchos meses después. Necesitamos urgentemente ver qué se puede hacer para ayudar a estas personas”.



* eClinicalMedicine 
Multivariate profile and acute-phase correlates of cognitive deficits in a COVID-19 hospitalised cohort
Adam Hampshire, Doris A. Chatfield, Anne Manktelow MPhil, Amy Jolly, William Trender, Peter J. Hellyer et al

Edición impresa,  1 de mayo, 2022; versión en línea, 28 de abril, 2022
DOI:https://doi.org/10.1016/j.eclinm.2022.101417