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España: baja prevalencia de parasitismo intestinal en niños con diarrea persistente
Revista Cubana de Medicina Tropical Sevilla, España 13 Mayo, 2022

En 777 niños con diarrea persistente de la ciudad de Sevilla la prevalencia de parásitos con valor clínico demostrado fue del 2,7 %.

Esto lleva a considerar la conveniencia de incluir el estudio de parásitos en una segunda fase, después de descartar otras condiciones clínicas más prevalentes en niños con diarrea persistente, además de limitar el estudio de parásitos a la detección de Giardia sp. y Cryptosporidium sp.

Los resultados de este estudio publicado por la Revista Cubana de Medicina Tropical* alienta a sus autores a proponer la reconsideración del papel de la etiología de la infección parasitaria en niños de España con diarrea persistente con el fin de encarar para su diagnóstico enfoques distintos a los empleados en la actualidad.
 
La recomendación se basa en la identificación de morbilidad por algunas especies, pacientes coinfectados con bacterias y otros con parámetros de laboratorio que orientaban a procesos patológicos concomitantes.

El estudio detectó la presencia de parásitos en el 6,9 % de los pacientes. Al estratificarse estos resultados en función del tipo de parásito, se observó que el 2,6 % correspondían a los considerados clásicamente patógenos (Giardia sp. y Cryptosporidium sp.) y el 4,6 % restante a parásitos considerados de dudoso valor patógeno (Blastocystis sp., Dientamoeba sp. y Endolimax sp.).

En España no existen estudios específicos que evalúen la importancia del binomio infección parasitaria-diarrea persistente en niños. Sin embargo, los resultados de este trabajo coinciden con otros estudios internacionales que demuestran que los parásitos intestinales son una etiología poco común de diarrea persistente en países desarrollados.

Así, en un estudio de 2012 realizado en Canadá durante 5 años se detectó la presencia de parásitos en el 1,4 % de las muestras estudiadas, coincidiendo con los resultados de un estudio multicéntrico realizado el año anterior en niños norteamericanos donde la prevalencia de parásitos se situaba en el 1,4-1,5 % de los pacientes anaizados. En ambos trabajos, Giardia sp. y Cryptosporidium sp. fueron los parásitos más comunicados.

Otro estudio realizado en pacientes pediátricos norteamericanos con diarrea persistente no demostró la presencia de parásitos.En general, la prevalencia de parásitos en pacientes con diarrea persistente en países industrializados oscila entre el 2 y 5 %.
Lo anterior contrasta con lo comunicado en países con recursos limitados donde en el 82 % de los niños con síndrome de malabsorción se detectaban parásitos (tanto patógenos como no patógenos), siendo una etiología bien contrastada en el síndrome de diarrea persistente.

Este estudio presenta un aspecto no contemplado en los anteriores trabajos reseñados como es la carga parasitaria moderada o baja encontrada en los pacientes con diarrea persistente y que los investigadores opinan que debería ser tenida en cuenta en la evaluación de la diarrea.

Respecto a la edad de los pacientes en los que fue detectada la presencia de parásitos, en los casos de Giardia sp. se observa un agrupamiento en torno a los 4 años (niños relativamente pequeños), con un 77 % de los casos en la franja de edad entre 1 y 5 años. Este aspecto está contrastado en otros estudios generales de prevalencia en nuestro país donde la mediana de casos también se sitúa en los 4 años.

Respecto a los casos de Cryptosporidium sp. se constata un agrupamiento en torno a los 7 años, con un 65,2 % de los casos en la franja de edad de 7 a 13 años.
Estos resultados no coinciden con otros publicados a nivel español y europeo donde la mayoría de casos se sitúan por debajo de los 5 años, pero con poblaciones no comparables a la de este estudio.

Para los casos de Blastocystis sp., la mediana de edad se situó en 7 años, con un 57 % de los casos en la franja de edad entre 6 y 9 años. Este resultado coincide con otro estudio de prevalencia nacional, aunque, en general, la relación de Blastocystis sp. con la edad es muy controvertida.

De forma general, en el 45,5 % de los pacientes en los que se detectaron parásitos se constató la presencia de cuerpos reductores o grasas en heces. Estos resultados demuestran la importancia del diagnóstico de la infección parasitaria en niños con síndrome de malabsorción, coincidiendo con otros trabajos publicados donde se demuestra una importante asociación entre ambas entidades.
Además, estudios más recientes comunican que más del 80 % de los niños con síndrome de malabsorción presentaban infección por parásitos como Endolimax sp. o Blastocystis sp.

Este estudio también pone de manifiesto la presencia de trastornos inmunológicos y extraintestinales en casos de diarrea persistente de etiología parasitaria.

Adecuar la solicitud de estudios parasitarios en entornos de baja prevalencia no es algo nuevo, existiendo trabajos que evalúan la práctica de restringir esta prueba, sobre todo cuando la prevalencia está por debajo del 20 %. En este estudio, aunque la prevalencia general de parásitos fue cercana al 7 %, la prevalencia de parásitos con valor clínico demostrado fue del 2,7 %, es decir, los autores consideran que encontraron un escenario de muy baja prevalencia.

Lo anterior les lleva a considerar el replanteo de incluir el estudio de parásitos en una segunda fase después de descartar otras condiciones clínicas más prevalentes en niños con diarrea persistente. A pesar de la baja prevalencia de parásitos en esta población, sigue siendo importante su estudio mediante técnicas microscópicas convencionales, ya que son más económicas que las técnicas moleculares y presentan una sensibilidad muy alta.