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España: las ocupaciones sanitarias y las menos cualificadas fueron las más expuestas a la pandemia
Revista Española de Salud Pública Barcelona, España 23 Mayo, 2022

Las ocupaciones sanitarias fueron las más afectadas durante la pandemia, en especial antes del inicio de la campaña de vacunación contra el SARS-CoV-2. Además de éstas, las ocupaciones menos cualificadas presentan también incidencias elevadas, poniendo de manifiesto las distintas inequidades en el acceso al teletrabajo, en las condiciones laborales y en otros determinantes sociales de la salud.

Las ocupaciones sanitarias sufrieron la mayor incidencia de infección por SARS-CoV-2 durante las primeras olas en Cataluña, situándose en la media a partir de la cuarta ola. 

El artículo del número actual de la Revista Española de Salud Pública* señala que, además de los sanitarios, las ocupaciones más afectadas fueron las elementales, así como los peones agropecuarios y agrícolas, especialmente en el período del verano de 2020. Pese a ello, el patrón cambia ligeramente en la tercera ola, reduciendo las diferencias entre los grupos con ocupaciones elementales y aquellos con ocupaciones más cualificadas.

Estos resultados son congruentes con los encontrados en la literatura, donde las ocupaciones sanitarias resultan las más afectadas, debido principalmente a una mayor exposición al SARS-CoV-2 y a la carencia de equipos de protección individual, especialmente al principio de la pandemia. 

En el estudio de seroprevalencia llevado a cabo por el Ministerio de Sanidad (ENE-COVID) de España también se observa cómo el personal sanitario, junto con los cuidadores de personas dependientes (sobre todo las mujeres cuidadoras), son los sectores que a nivel nacional presentan una prevalencia más alta de infección por SARS-CoV-2. 

Los autores consideran que esos resultados concuerdan con los suyos donde, excluyendo a los sanitarios y el brote en periodo estival de los temporeros agrícolas, se aprecia que el personal de casas de familia, los profesionales de limpieza, los trabajadores de cuidados personales y el resto de ocupaciones elementales resultan ser las más afectadas por la pandemia. 

Esto podría ser consecuencia de la imposibilidad para el teletrabajo. En cambio, las ocupaciones donde el teletrabajo era posible por sus características o en las cuáles no se podían desarrollar sus funciones con normalidad (por ejemplo, en las agencias de viaje) presentan unas incidencias más bajas en las primeras olas. Así mismo, después de la tercera ola, el grupo de ocupaciones sanitarias ya no se encuentra entre las más afectadas. 

La explicación del hecho se debería a que este colectivo es de los primeros en iniciar la vacunación frente al SARS-CoV-2 y a tanto la mejora como la disponibilidad de equipos de protección adecuados. 


Incidencias en otras áreas de Europa
A partir de la tercera ola se observa un aumento en las ocupaciones más cualificadas, y algunas se sitúan entre las de mayor incidencia. Esto concuerda con lo observado en Barcelona durante el período bajo estudio, ciudad donde las personas con un nivel socioeconómico más alto presentan incidencias más altas. 

A nivel europeo, el sector de la producción alimentaria, que incluye el procesamiento de alimentos y la producción de alimentos agrícolas, es el segundo en presentar más casos después del sector sanitario. 

En el caso de Cataluña, en julio de 2020 se notificaron 12 brotes entre los peones agropecuarios que conllevaron 900 casos positivos por SARSCoV-2. Este pico en la incidencia de los peones agropecuarios es también uno de los hallazgos de nuestro estudio. La alta incidencia en estos trabajadores podría deberse al hecho de trabajar en espacios reducidos o cerrados y sin distanciamiento social durante largas jornadas laborales, compartir vivienda entre los trabajadores en unas malas condiciones higiénicas o de hacinamiento y la utilización de transporte compartido para ir y volver del trabajo. 

Por otro lado, en Suecia se analizaron los casos de COVID-19 diagnosticados entre las diferentes ocupaciones y se encontró que los taxistas eran el grupo de población que presentaba un mayor riesgo de infección, seguido de los conductores de autobuses y tranvías. 

En esta línea, en un análisis realizado sobre las muertes por COVID-19 en Inglaterra y Gales entre hombres de entre 20 y 64 años, también se encontró que los taxistas y choferes, así como los conductores de autobuses y combis o autocares, tenían una mortalidad más alta que el resto. 

Sin embargo, en el estudio los colectivos no presentan una incidencia más alta que la media de Cataluña, situación que se explicaría  por la drástica reducción de actividad que sufrió el sector como consecuencia de las medidas restrictivas adoptadas durante los dos estados de alarma (toque de queda, restricciones en la movilidad, etc.), así como a la disminución del turismo en las grandes ciudades. 


Las situaciones sociales
Los resultados del trabajo, junto a los observados en el estudio de seroprevalencia a nivel español, muestran cómo poblaciones más vulnerables y ocupaciones más elementales presentan una incidencia más elevada de infección por SARS-CoV-2 en las primeras olas, cuando la movilidad aún era reducida. 

Los autores observan que las personas con un nivel educativo más alto tenían más probabilidades de poder teletrabajar durante la pandemia respecto a las que tenían un nivel educativo más bajo. Por otro lado, también aprecian cómo la prevalencia y gravedad de la COVID-19 se magnifica cuando existen otras enfermedades crónicas preexistentes, las cuáles a su vez también tienen un patrón social y se asocian con los determinantes sociales de la salud. 

Así pues, estas desigualdades socioeconómicas se asocian a un riesgo más alto de infección debido probablemente a una combinación de factores que incluyen una mayor exposición, una mayor oportunidad de transmisión, una mayor susceptibilidad y una mayor vulnerabilidad. Alcances y límites


Cualidades de la investigación
Entre las limitaciones del estudio, los investigadores mencionan el posible sesgo de selección debido a que se utiliza la última ocupación registrada en las bajas laborales y, por lo tanto, se excluyen aquellas personas que no trabajan o trabajan en la economía sumergida y también enferman, pero que no causan baja laboral. 

Además, consideran que la limitación anterior puede llevar a una sobreestimación de la incidencia, ya que un trabajador con un resultado positivo de SARS-CoV-2 sufrirá una baja laboral. Sin embargo, la relación entre las ocupaciones con mayor y menor incidencia no debería verse afectada. Esto puede ser distinto en algún caso concreto, como el de los empleados domésticos, donde podríamos estar infraestimando la incidencia real en mayor medida que en otras ocupaciones, por tratarse de una actividad que muchas veces se desempeña sin vinculación contractual. 

Por otro lado, entre las fortalezas del artículo resaltan que la información corresponde a más de 2 millones de personas, cifra que representa al 66% de la población catalana ocupada. 

En consecuencia, los autores agregan que al permitir el estudio la detección de la población más vulnerable en base a la ocupación contribuiría a diseñar e implementar políticas y estrategias públicas más equitativas en un futuro.


* Revista Española de Salud Pública
Infección por SARS-CoV-2 en las distintas ocupaciones en Cataluña
Marta Biarnés-Martínez (1), Mireia Fàbregas (2), Ermengol Coma (2), Guillem Pera (3), Francesc Fina (2) Alejandro Rivera-Arco (2), Carolina Guiriguet (2), Leonardo Méndez-Boo (2), Manuel Medina (2)
5 de abril, 2022
https://www.sanidad.gob.es/biblioPublic/publicaciones/recursos_propios/resp/revista_cdrom/VOL96/O_BREVES/RS96C_202205040.pdf

 

(1) Unidad Docente de Medicina Preventiva y Salud Pública Parc de Salut Mar. Universitat Pompeu Fabra. Agència de Salut Pública de Barcelona. Barcelona. España. (2) Sistemes d’Informació dels serveis d’Atenció Primària (SISAP). Institut Català de la Salut (ICS). Barcelona. España. (3) Unitat de Suport a la Recerca Metropolitana Nord. Institut Universitari d’Investigació en Atenció Primària (IDIAP) Jordi Gol. Barcelona. España.