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La dieta y el ejercicio infantil pueden pasar por alto las causas culturales y socioeconómicas del sobrepeso
Universidad de Vanderbilt; Nashville, EE.UU., 4 Junio 2022

Poner el acento en la dieta y el ejercicio para frenar la obesidad infantil puede ser contraproducente porque implicaría pasar por alto las causas culturales, sociales y económicas que influyen en el sobrepeso.

El artículo Reframing Childhood Obesity: Cultural Insights on Nutrition, Weight, and Food Systems* (Replanteo de la obesidad infantil: percepciones culturales sobre nutrición, peso y sistemas alimentarios) se inscribe en el programa Contextos de salud y bienestar impulsado por la Universidad de Vanderbilt, Nashville, EE.UU.

Childhood obesity epidemic may not be effectively mitigated through just  diet and exercise - Mental Daily
Los autores del informe consideran que centrarse en la dieta y el ejercicio individual de un niño puede contribuir involuntariamente a su discriminación por peso y alimenta los sesgos que juzgan al sobrepeso como resultado de una falta de autodisciplina o de abandono personal.

"Debemos entender que comer es algo más que nutrición: los valores culturales, legados históricos, gustos personales y limitaciones económicas enmarcan nuestras elecciones de alimentos", dijo Ted Fischer, profesor de políticas de salud y uno de los colaboradores del informe.

Un consenso emergente en el campo de la investigación de la obesidad apunta a la necesidad de mirar más allá de las elecciones individuales de alimentos para abordar factores culturales, comerciales y estructurales que influyen en el peso, afirma el informe.

La inclusión de ejemplos representativos del mundo facilita al informe recomendar políticas para que Estados Unidos cambie la mentalidad y reconozca que los alimentos hacen más que solo proporcionar nutrición.
El trabajo sugiere que los programas deben tener en cuenta los contextos culturales relacionados con la alimentación y adoptar la idea del cambio de los sistemas alimentarios en cualquier intervención relacionada con la obesidad.

"Durante demasiado tiempo hemos ignorado o subestimado las formas en que nuestra cultura en general puede contribuir a la obesidad infantil ", dijo Jamie Bussel, oficial sénior de programas de la Fundación Robert Wood Johnson, finaciadora del nuevo informe.

La Organización Mundial de la Salud estima que 39 millones de niños menores de 5 años tenían sobrepeso u obesidad en 2020.
Entre las personas de 5 a 19 años, más de 340 millones cayeron en la categoría en 2016 en todo el mundo, incremento que  desde 1975 representa el 18 % de aumento global en el número de niños obesos.

Los esfuerzos para combatir esta epidemia se centraron en gran medida en la dieta y el ejercicio, pero la investigación de Vanderbilt sugiere que estos enfoques pasan por alto las causas estructurales de la obesidad.

Fischer, junto con los coautores Tatiana Paz Lemus, Alexandra Reichert, Mikayla Alsopp y TS Harvey, argumentan en el informe que la salud es algo más que el peso y que avergonzar a una persona por su índice de masa corporal es ineficaz como herramienta de salud pública.

"Necesitamos luchar contra la discriminación por peso y crear programas que se centren en los sistemas alimentarios y las preferencias culturales, y no solo en la dieta individual", dijo Paz Lemus, coautora y directora de programa.

Al abordar la discriminación generalizada por el peso y las limitaciones del índice de masa corporal (IMC) como medida de diagnóstico, el informe adopta un marco de justicia en el que se considera que todos los tipos de cuerpo merecen salud y atención médica. Si bien ciertos tipos de grasa están asociados con el riesgo de diabetes tipo 2, el estigma general del peso que sienten los niños arroja resultados de salud deficientes y un trauma psicológico duradero.?

"Muchas otras naciones han trabajado para reconocer los impactos de las culturas alimentarias o alejarse de un enfoque de diagnóstico estricto sobre el peso", dijo Bussel. "Sus esfuerzos deben inspirarnos a reimaginar cómo hablamos y abordamos la obesidad en los EE. UU., y tener más en cuenta los contextos culturales a medida que trabajamos para ayudar a que todos los niños crezcan sanos".

Los investigadores señalan a Brasil como un modelo con pautas dietéticas innovadoras basadas en valores sociales y en el equilibrio de nutrientes. Las pautas de Brasil siguen 10 principios amplios que se enfocan en los aspectos culturales y comerciales de la comida y el comer, presentando platos que consumen regularmente todas las clases sociales.
Las leyes federales y locales del país tratan el tamaño corporal voluminoso como una categoría de discriminación y proporcionan fondos públicos para superar las barreras de receptividad.

El informe muestra que la comida supera la elección individual: los sistemas alimentarios globales impulsados ??por las corporaciones se construyen sobre legados coloniales de desigualdad mientras  abastecen al mercado con productos ultraprocesados ??baratos, prácticos e híper-apetecibles que reemplazan los insumos y costumbres alimentarias basadas en la cultura local.

El informe mapea los sistemas biológicos, culturales y comerciales que enmarcan la nutrición infantil y busca en las formas de alimentación autóctonas un modelo para comprender las relaciones entre la cultura, la agricultura, la alimentación y el bienestar.


* Cita recomendada por el informe:
Fischer, Edward F., Tatiana Paz Lemus, Alexandra Reichert, Mikayla Alsopp, T.S. Harvey. 2022.
Reframing Childhood Obesity: Cultural Insights on Nutrition, Weight, and Food Systems.
Nashville, TN: Vanderbilt Cultural Contexts of Health Initiative

Universidad de Vanderbilt
https://www.vanderbilt.edu/cultural-contexts-health/wp-content/uploads/sites/350/2022/06/Reframing-Childhood-Obesity-CCH-Report.pdf

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