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ANALIZAN FACTORES PREDICTIVOS DE TOXICIDAD POR DOCETAXEL EN DOSIS SEMANALES Sydney, Australia Los pacientes con menor depuración de docetaxel y marcadores séricos de inflamación experimentan más efectos tóxicos luego de la administración semanal de la droga. Por su parte, los individuos que perdieron peso y presentan insuficiencia hepática tienen la peor supervivencia. Clinical Pharmacokinetics 45(6):611-622, 2006 Autores: Charles K y colaboradores Institución/es participante/s en la investigación: Department of Pharmacology, University of Sydney Título original:
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Introducción Las grandes variaciones observadas entre los resultados clínicos de los distintos pacientes tratados con quimioterapia quizá se deben a la diferente biodisponibilidad de las drogas. Muchos de los efectos farmacocinéticos y farmacodinámicos de los agentes citotóxicos varían ampliamente entre individuos, y así sucede en el caso del docetaxel. En varios estudios se ha comunicado el efecto terapéutico de la administración de una dosis cada 3 semanas. Con este régimen, los factores que permiten predecir la farmacodinamia abarcan la concentración plasmática de alfa 1 glicoproteína ácida (AGPA), la edad, la posible disfunción hepática, la concentración de citocromo P450 (CP) y la superficie corporal. Recientemente se ha producido un aumento del empleo de esta droga en administración semanal, con resultados todavía indefinidos, debido en parte a que la dosis y duración del tratamiento no se fijaron por consenso. En pacientes con cáncer avanzado, incluidas las personas ancianas y aquellas con bajo performance status, se ha demostrado que los esquemas de administración cada 3 semanas brindan resultados similares a los de aplicación semanal de la droga pero con mejor tolerancia. Los principales efectos tóxicos que limitan la dosis en esquema semanal incluyen astenia, náuseas, vómitos, diarrea y estomatitis. Sin embargo, según los autores no se habían realizado, hasta el momento del presente estudio, ensayos referidos a la seguridad del docetaxel en dosis de 40 mg/m2 administrada en forma semanal a una población con cáncer. Refieren haber descrito recientemente que de los resultados de la farmacocinética en casos de cáncer avanzado surge que la depuración sistémica de la droga es similar a la que se comprueba con la aplicación cada 3 semanas. Las concentraciones de aspartatoaminotransferasa y la actividad del CP son algunos de los factores de predicción de la depuración de la droga. Por su parte, el número de regímenes quimioterápicos previos, el estado general del paciente, la pérdida de peso, la concentración de proteína C reactiva, entre otros, predicen la respuesta al tratamiento. Los autores se han propuesto como objetivo de este estudio determinar en forma prospectiva los siguientes aspectos: 1) el perfil de seguridad del docetaxel en dosis de 40 mg/m2 suministrado semanalmente a una población mixta de pacientes con neoplasias; 2) la relación entre las características iniciales de los pacientes, la farmacocinética del docetaxel y su toxicidad; 3) los factores que pueden predecir la supervivencia luego del tratamiento semanal con docetaxel. Metodología Se incorporaron al estudio pacientes afectados por cáncer avanzado con confirmación histológica, aptos para quimioterapia paliativa, mayores de 18 años, con performance status menor o igual de 3, recuento leucocitario > 4 x 109/l, recuento de neutrófilos mayor de 1.5 x 109/l, plaquetas > 100 x 10, hemoglobina > 10 mg/dl y pruebas de función hepática igual o mayor de 5 por encima del límite superior normal. Fueron excluidos los individuos con comorbilidades graves. Todos los participantes recibieron 40 mg/m2/semana de docetaxel en forma de infusión durante una hora por 6 semanas con ciclos repetidos cada 56 días, o semanalmente durante 3 semanas con ciclos repetidos cada 28 días. Se tomaron muestras de 1 0 cc de sangre en las 24 horas posteriores a la infusión para determinar la farmacocinética del docetaxel. Los primeros 10 pacientes recibieron esquemas de profilaxis con corticoides el día previo, el de la inyección y el siguiente. En casos de toxicidad se interrumpió el tratamiento o se redujo la dosis a 25 mg. Todos los pacientes fueron evaluados mediante la prueba del aliento con eritromicina para determinar la función del CP. La producción de C14-CO2 refleja la capacidad metabólica: los pacientes que presentan bajo este índice también depuran el docetaxel en forma más lenta y, por lo tanto, en ellos se observa mayor toxicidad. Los parámetros farmacocinéticos se obtuvieron a partir del cálculo resultante de la relación entre la dosis medida en mg y el clearance expresado en l/h. Los efectos adversos considerados para establecer su asociación con las características de lo s pacientes y la farmacocinética de la droga fueron los que expresaron la toxicidad durante las primeras 8 semanas de tratamiento. La supervivencia se calculó desde la fecha de la primera infusión hasta el día de la muerte o bien el último contacto con e l paciente. Las variables capaces de impactar sobre la toxicidad y la supervivencia en casos de cáncer avanzado se agruparon en 4 categorías a los efectos del análisis estadístico: 1) características de los pacientes (edad, sexo, performance status, etc.); 2) medida de la exposición al docetaxel (dosis acumulada y clearance); 3) parámetros indicativos de la función hepática; y 4) estado nutricional e inflamatorio. Resultados Entre julio de 2000 y junio de 2002, 68 pacientes fueron incorporados en el estudio; en todos se evaluó la toxicidad y respuesta, además de los parámetros hematológicos y bioquímicos. La media de edad fue de 63 años. Se presentaron comorbilidades en 50% de los casos. Los fármacos concurrentes abarcaron analgésicos, antihipertensivos, antidepresivos y laxantes, aunque 1 de los participantes recibía altas dosis de dexametasona y otro rifampicina. Una proporción reducida de los pacientes tenía disfunción hepática y elevación de las transaminasas y 15 de ellos presentaban desnutrición. El clearance promedio del docetaxel fue 30.1 (5.3-55.2) y la mediana de dosis semanales recibidas fue de 6 (1-28). La dosis total del tratamiento varió entre 60 mg y 1 802 mg. El 53% de los individuos recibió 6 dosis en 8 semanas de tratamiento, e l esquema terapéutico se prolongó en 63 casos, de una a 4 semanas, en 37 pacientes debido a astenia, mielosupresión, toxicidad gastrointestinal y trastornos cutáneos. En 16 participantes se debió reducir la dosis por causas similares. En el 40 % de los casos se observó toxicidad de grado 3 o 4 relacionada con bajo clearance de docetaxel y elevación de la fosfatasa alcalina. La mediana de supervivencia fue de 8 meses. No se verificó asociación entre ésta y la edad, el sexo, la quimioterapia previa, las comorbilidades, el tipo histológico o el clearance de la droga. Los factores predictivos de importancia fueron la pérdida de peso, el bajo performance status, la disfunción hepática, la alta concentración de CP y de interleuquina 6. De menos significación fueron la anemia y la presencia de metástasis. Discusión Según los autores, el presente es el primer estudio destinado a identificar predictores de respuesta en pacientes tratados con docetaxel semanal para cáncer avanzado. En consecuencia, analizaron la toxicidad de la droga en una población general de pacientes con neoplasias siempre que correspondiera aplicar este tratamiento. Se comprobó una relación significativa entre la farmacocinética y la incidencia de toxicidad hematológica grave durante las primeras 8 semanas, en particular entre los participantes con clearance por debajo de la mediana. La toxicidad no hematológica se asoció con niveles más bajos de AGPA. Se ha propuesto la hipótesis de que el aumento de esta glicoproteína incrementaría la unión del docetaxel con las proteínas; así, el compuesto se distribuye en cantidades más limitadas dentro del organismo y, por lo tanto, los efectos tóxicos son menores para las células normales y para las del tumor. Esto podría influir negativamente sobre la supervivencia. Otra explicación postula que la elevación de AGPA refleja la respuesta inflamatoria asociada a una enfermedad que cursa una etapa más avanzada. En este ensayo, la medida de la exposición al docetaxel no se asoció con la supervivencia. Uno de los predictores de supervivencia en pacientes con cáncer avanzado es la presencia de marcadores de la respuesta en fase aguda, caracterizada por la elevación de la interleuquina 6, CP y AGPA, asociada con menor supervivencia en estos 2 últimos. Además de la inflamación, igual valor pronóstico tiene el mal estado nutricional y la disfunción hepática, en especial manifestada por la elevación de la fosfatasa alcalina. Conclusión Los factores que pueden ayudar a establecer cuáles son los pacientes en riesgo de toxicidad y de menor supervivencia cuando se suministra docetaxel en forma semanal son el clearance reducido de la droga determinante de trastornos hematológico s y los niveles séricos elevados de AGPA asociados con los efectos adversos no hematológicos. La combinación entre supervivencia reducida y AGPA elevada puede reflejar la respuesta inflamatoria que acompaña al cáncer avanzado. La elevación de los reactantes de fase aguda, el mal estado nutricional, la disfunción hepática y la presencia de metástasis son predictores significativos independientes de peor supervivencia, concluyen los expertos.
¿Cuál de los siguientes es un efecto adverso que puede atribuirse al docetaxel suministrado en forma semanal? A. Reacción leucemoide. Respuesta Correcta
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LA COMBINACION DE 2 METODOS DIAGNOSTICOS PODRIA EVITAR LA MEDIASTINOSCOPIA EN EL CANCER PULMONAR Basel, Suiza El pronóstico de los pacientes con cáncer pulmonar es mucho peor cuando, a pesar de no haberse diseminado fuera del tórax, presentan ganglios mediastinales metastásicos. Esta situación se certifica mediante mediastinoscopia, una intervención quirúrgica. La asociación de tomografía por emisión de positrones con biopsia transbronquial podría evitar muchas mediastinoscopias por la especificidad, sensibilidad y valores predictivos altos de ambos métodos combinados. European Respiratory Journal 27(5):889-894, May 2006 Autores: Bernasconi M y colaboradores Institución/es participante/s en la investigación: Pulmonary Medicine, University Hospital Basel Título original:
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Introducción La estadificación de los ganglios del mediastino es importante en pacientes con cáncer de pulmón (CP) potencialmente resecable, porque permite diferenciar entre las etapas inoperables y las operables. Los sujetos sin metástasis ganglionares pueden se r tratados con cirugía. Además, son conocidos los beneficios de la quimioterapia neoadyuvante antes de la resección quirúrgica del estadio IIIA por N2, es decir, cuando existe compromiso ganglionar mediastinal homolateral. La tomografía computarizada (TAC) puede ser útil para evaluar el tumor primario e identificar el aumento de tamaño de los ganglios. La sensibilidad de la TAC y de la tomografía por emisión de positrones (PET [positron emission tomography]) para la estadificación del CP es de 0.57 y 0.84, respectivamente, mientras que la especificidad es de 0.82 y 0.89, en igual orden. Como estos resultados no alcanzan para una decisión apropiada se suele requerir la certificación mediante el estudio de una muestra de tejido. En un metaanálisis reciente, la sensibilidad de la biopsia transbronquial (BTB) aspirativa con aguja para ganglios mediastinales fue de 0.76 y la especificidad de 0.96. La sensibilidad y especificidad de la mediastinoscopia cervical es de 80% a 85% y la especificidad, de 100%. Este estudio se realiza en sala de operaciones con anestesia general y tiene una morbilidad y mortalidad del 2% y 0.08%, respectivamente. La broncofibroscopia (BFC) flexible es casi siempre el primer procedimiento diagnóstico efectuado para obtener diagnóstico histopatológico en pacientes con sospecha de CP. La BTB de las adenomegalias mediastinales como recurso para la estadificación pued e efectuarse rutinariamente durante la misma sesión con la guía de las imágenes de la TAC. Una BTB positiva puede evitar una estadificación quirúrgica adicional del mediastino. El valor predictivo negativo promedio de la BTB para ganglios linfáticos es d e 71%, según una publicación previa a la presente. Sin embargo, los autores de este trabajo consideran que no existe información fehaciente sobre una estrategia diagnóstica resultante de la combinación de BTB y PET para identificar en forma correcta si u n ganglio linfático mediastinal es benigno o maligno. Por lo tanto, el objetivo del presente trabajo consistió en determinar si la asociación de BTB de adenomegalias con PET podría incrementar el valor predictivo negativo de uno y otro método por separado y, además, evaluar si esta integración diagnóstica podría reducir el número de mediastinoscopias. Metodología Los autores revisaron en forma retrospectiva los pacientes con CP no a pequeñas células (CPNPC) en quienes, durante 3 años, se realizaron tanto BTB de ganglios mediastinales como PET, con el objeto de completar la estadificación. A 446 sujetos se les practicó BTB, de los cuales a 202 también se efectuó PET. De este último grupo, se seleccionaron 113 cuyo diagnóstico fue CPNPC. Los 89 restantes presentaban otras neoplasias distintas de CP o eran portadores de patología benigna. Por último, en 51 se logró la confirmación histológica de que las muestras de BTB con citología positiva correspondían a CP. La media de edad fue de 65 años y 75 pacientes eran varones. La BFC se realizó bajo anestesia local con sedación, y la BTB se efectuó en los casos en que por TAC se detectaron ganglios mayores de 1 cm de diámetro. La muestra de BTB se tomó del lado contralateral al tumor y se practicó estudio citológico inmediato. Los resultados se expresaron como positivos, negativos o muestras insuficientes. La PET se realizó 60 minutos después de inyectar fluoro-2-deoxiglucosa (FDG). La decisión de llevar a cabo mediastinoscopia o resección quirúrgica curativa con vaciamiento ganglionar completo se tomó en reunión multidisciplinaria integrada por el neumonólogo, el radiólogo, el cirujano torácico, el anatomopatólogo, el oncólogo y el especialista en medicina nuclear. Cuando se contó con muestras de ganglios mediastinales por mediastinoscopia o toracotomía que permitieran el diagnóstico definitivo, los autores calcularon la especificidad, la sensibilidad, los valores predictivos positivo y negativo y la exactitud global de la BTB, la PET y de la combinación de ambos métodos. Resultados La BTB fue positiva para CP en 29 de las 113 prácticas (26%). A un total de 60 pacientes no se les realizó resección ganglionar porque 47 tenían estadio IIIA y los 13 restantes no podían ser intervenidos. Entre ellos, las BTB fueron positivas en 23. Cincuenta y tres pacientes fueron sometidos a mediastinoscopias (n = 7), mediastinoscopia y cirugía (n = 9) o sólo toracotomía (n = 37) con vaciamiento ganglionar. Dos pacientes fueron excluidos, por lo cual quedó una serie de 51 casos para analizar los resultados: 38 tenían N0 y N1 (ausencia de ganglios patológicos y metástasis ganglionar hiliar, respectivamente), 10 presentaban N2 (adenopatías paratraqueales homolaterales) y 3 eran portadores de N3 (adenopatías paratraqueales contralaterales). En 14 casos, las muestras de BTB fueron insuficientes para el diagnóstico, dado que no se hallaron linfocitos en los extendidos. A 6 se les efectuó resección pulmonar (1 con N0, 3 con N1 y 2 con N2) y 7 pacientes no fueron operados, debido a encontrarse en esta dio IIIA, y 1 por insuficiencia respiratoria funcional. En 51 pacientes se evaluaron 74 estaciones ganglionares. La BTB fue positiva en 6/74 (8%), negativa en 58/74 y muestra insuficiente en 10/74. En las muestras adecuadas, la sensibilidad fue de 54%, la especificidad de 100%, el valor predictivo positivo de 100%, el negativo de 91% y la exactitud de 92%. La sensibilidad de la PET en este subgrupo fue de 81%, la especificidad de 94%, el valor predictivo positivo de 75%, el negativo de 96% y la exactitud de 89%. En 51 pacientes en quienes se realizaron mediastinoscopias se obtuvieron muestras de 153 estaciones ganglionares. En esos individuos se compararon los resultados con los de la PET. La sensibilidad de este último método fue de 68%, la especificidad de 89% , el valor predictivo positivo de 46%, el negativo de 95% y la exactitud de 86%. La combinación de BTB con PET para la detección de compromiso ganglionar mediastinal dio lugar a los resultados siguientes: sensibilidad de 100%, especificidad de 94%, valor predictivo positivo de 79% y negativo de 100%. Esta asociación permitió establecer que en 27/51 pacientes con BTB negativas y PET sin signos patológicos se confirmara la indemnidad de los ganglios en la exploración. Mediante la aplicación de esta estrategia combinada de 2 métodos para estadificación, en casos en que ambos resultaron negativos a pesar de haberse observado adenomegalias, los autores estimaron haber podido evitar la realización de mediastinoscopias en 29/51 pacientes (57%). Discusión La PET mejora la tasa de identificación de ganglios mediastinales comprometidos por CP, y la mediastinoscopia cervical es recomendable como procedimiento estándar para estadificar esa neoplasia. La sensibilidad de la PET en el presente estudio fue de 68%, la especificidad de 89% y el valor predictivo positivo de 46%, en concordancia con los valores informados en la literatura, que hace que el método por sí solo no se considere suficiente para la estadificación y, por lo tanto, requiera un complemento mediante estudio microscópico en casos en que los ganglios son positivos en la PET y en aquellos negativos con grandes dimensiones y, por consiguiente, sospechosos de alojar metástasis. Los autores manifiestan que la BTB es un procedimiento mínimamente invasivo capaz de evitar otros recursos adicionales para la estadificación como la mediastinoscopia; además, consideran que resulta costo-efectivo si se lleva a cabo durante la misma sesión de la broncoscopia diagnóstica en todos los pacientes con sospecha diagnóstica de CP. Sin embargo, reconocen que es una técnica que se utiliza menos de lo que se debería a pesar de sus ventajas incuestionables; por ejemplo, haberse diagnosticado N3 en 3 pacientes, lo que evitó la operación. También expresan que la sensibilidad fue baja en esta serie, hecho que atribuyen a que los pacientes fueron muy seleccionados al ser incluidos sólo los elegibles para una curación potencial mediante cirugía. Consideran que el rendimiento también podría incrementarse si se empleara en forma sistemática ecografía endobronquial para guiar el curso y la ubicación final de la aguja. Los expertos agregan que la combinación con la PET aumenta el valor diagnóstico que cada componente tiene por separado. Así, la BTB sola es capaz de reducir la necesidad de mediastinoscopia cuando se diagnostica N3 pero, además, permite un diagnóstico de positividad ante un ganglio agrandado que no capta FDG en la PET. Por otra parte, la combinación de BTB y PET podría identificar pacientes con enfermedad N2 y conducir a la cirugía a sujetos con tumores pulmonares sin la necesidad de mediastinoscopia previa (proporción estimada en 57%) cuando correspondan a N0 y N1 y, por el contrario, tratar a aquellos con N2 y N3 con terapia neoadyuvante y posterior cirugía. Conclusiones La BTB aspirativa con aguja durante la BFC es útil para el diagnóstico inicial de enfermedad N3 y para la identificación de ganglios con metástasis aun cuando no capten FDG en la PET. El alto valor predictivo negativo (100%) de la BTB y la PET en ganglios que se observan agrandados en la TAC brinda la posibilidad de reducir significativamente la necesidad de mediastinoscopia mediante la identificación tanto de los candidatos que pueden recibir terapia neoadyuvante como de aquellos que pueden ser sometidos a resección quirúrgica inicial. Los autores proponen un algoritmo, que denominan de Basilea, para aplicación en pacientes con CPNCP asociado con adenopatías.
¿Mediante cuál de los siguientes métodos se realiza la biopsia transbronquial aspirativa con aguja de los ganglios adjuntos a la tráquea, carina intertraqueobrónquica o bronquios fuentes? A. A través de un broncoscopio rígido o flexible. Respuesta Correcta
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PAPEL DE LA RADIOTERAPIA EN EL TRATAMIENTO PALIATIVO DE NEOPLASIAS GASTROINTESTINALES Ann Arbor, EE.UU. En pacientes con neoplasias malignas del tracto gastrointestinal irresecables o metastásicas, la radioterapia puede aliviar los síntomas como dolor y hemorragia, con efectos colaterales en general bien tolerados. Gastroenterology Clinics of North America 35(1):125-130, Mar 2006 Autores: Howell D Institución/es participante/s en la investigación: Department of Radiation Oncology, University of Michigan School of Medicine Título original:
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Introducción Existen diversas opciones de tratamiento paliativo para los síntomas provocados por neoplasias gastrointestinales e intraabdominales. La radioterapia (RT) es útil en ciertas situaciones clínicas en pacientes muy sintomáticos. Esófago Las neoplasias primarias o secundarias que afectan el esófago pueden provocar síntomas como dolor, hemorragia, odinofagia y disfagia. La extensión directa de neoplasias esofágicas avanzadas a la tráquea causa fístulas traqueoesofágicas que se asocian con síntomas como aspiración, tos y mayor riesgo de neumonía aspirativa. En pacientes con cáncer de esófago avanzado o irresecable, el tratamiento con RT externa o intraluminal (braquiterapia [BT]) confiere beneficios paliativos. Un esquema de RT externa puede variar entre 20 Gy en 5 fracciones a 50.4 Gy en 28 fracciones. Est e tratamiento puede administrarse en conjunto con quimioterapia (QT) sistémica citotóxica. La BT intraluminal con fuentes de radiación como iridio 192 provee altas dosis terapéuticas a la luz y al tejido muscular submucoso, a la vez que limita altas dosis de radiación a los órganos adyacentes. Suele administrarse una o 2 veces por semana y se han empleado varios esquemas de fraccionamiento de dosis. El empleo de radiación impacta sobre los síntomas. El grado de alivio depende de la intensidad inicial de los síntomas, del tamaño del tumor y del estado general del paciente. Los efectos de la terapia paliativa pueden notarse pronto, a la semana, pero s e requiere un curso de tratamiento completo para obtener respuesta. La RT focal suele ser bastante bien tolerada con efectos colaterales razonables. La RT puede causar esofagitis aguda. Durante la tercera o cuarta semana de tratamiento, los pacientes pueden referir la aparición de odinofagia o síntomas de pirosis. En los sujetos tratados con QT concomitante, estos síntomas se presentan una semana antes en promedio. Para el tratamiento de la esofagitis con RT puede emplearse una mezcla de difenhidramina, magnesio y lidocaína. En los pacientes que no responden a este esquema se utilizan analgésicos o narcóticos. También puede aparecer irritación por reflujo ácido, para lo que será útil el empleo de inhibidores de la bomba de protones en forma profiláctica o para aliviar los síntomas. Los riesgos a largo plazo de la RT externa o BT sobre el esófago incluyen estenosis o perforación, cuya incidencia es relativamente baja. El riesgo depende de la dosis total de radiación empleada, de la dosis por fracción, la extensión tumoral y el volumen del esófago irradiado. Estómago Las neoplasias del estómago localmente avanzadas, irresecables y con metástasis pueden producir síntomas como melena, dolor, náuseas, vómitos y hematemesis. En estos casos, para paliar los síntomas puede emplearse RT, en general externa, con QT citotóxica o sin ella. Se debe tratar de limitar la dosis de radiación a otros órganos intraabdominales y, en especial, mantener lo más baja posible la dosis que puede alcanzar los riñones y el intestino delgado. Un curso de RT paliativa puede variar de 30 Gy en 10 fracciones a 54 Gy en 30 fracciones. En general, la hemorragia se controla dentro de la primera semana de tratamiento. Los síntomas dependen de factores como la histología y la extensión de la enfermedad, la profundidad del compromiso de la pared gástrica y el volumen del estómago afectado. La radiación puede agravar temporariamente los síntomas como náuseas y vómitos; además, la RT gástrica se asociaría con morbilidad, que simularía o agravaría algunos de los síntomas relacionados con neoplasias. Los efectos colaterales de la radiación comprenden dolor abdominal, náuseas y vómitos, gastritis y úlceras gástricas. En pacientes tratados con altas dosis, sobre todo en el estómago, el compromiso de las células parietales puede reducir la secreción ácida y provocar dispepsia. Por lo tanto, las técnicas actuales emplean radiación gástrica parcial cuando es posible, que se asocia con menor morbilidad. Para el control de los síntomas pueden emplearse antiácidos, bloqueantes H2 y diversos esquemas antieméticos, y para el dolor, narcóticos y combinaciones de analgésicos. Hígado Hasta el momento, el tratamiento de las metástasis hepáticas se basaba en la RT, pero ha surgido una amplia gama de posibilidades terapéuticas. Las metástasis hepáticas provocan plenitud del abdomen superior, distensión, dolor local y referido. Al emplear radiación debe tenerse en cuenta el volumen del órgano tratado y la dosis total para estimar la morbilidad potencial del tratamiento. Por lo general, se emplean de 20 Gy en 8 a 12 fracciones hasta 40 Gy en 4 semanas, de acuerdo con el volumen del hígado a tratar, entre otros factores. En algunos centros se ha utilizado la RT para el tratamiento focal de las metástasis hepáticas o hasta dos tercios de hígado. En estos casos, pueden emplearse técnicas especiales para proteger al menos una porción del órgano. Los efectos colaterales de la RT hepática incluyen mal estado general, náuseas, vómitos y, cuando se emplean dosis elevadas sobre gran volumen del hígado, enfermedad hepática inducida por radiación. Intestino delgado Si bien las neoplasias primarias en este órgano son infrecuentes, el intestino delgado es una causa relevante de morbilidad en pacientes que reciben radiación en el abdomen y en la pelvis, dado que limita la dosis. La incidencia y gravedad de la morbilidad provocada por la toxicidad sobre el intestino delgado depende de la dosis total de radiación administrada, de la dosis por fracción y del volumen del intestino delgado incluido en los campos de RT. La toxicidad aumenta con el empleo concomitante d e QT, el antecedente de cirugía abdominal o pélvica y la enfermedad vascular. Los síntomas de la toxicidad del intestino delgado varían entre diarrea o dolor y procesos crónicos como isquemia, obstrucción, ulceración y fibrosis. El tratamiento de los efectos colaterales agudos es sintomático, con antidiarreicos y antieméticos. Además, los síntomas pueden mejorar con empleo de dietas reducidas en residuos y en grasas y libres de lactosa. Respecto de la obstrucción, el tratamiento comprende el reposo intestinal y, si es grave, la resección quirúrgica, la derivación del segmento obstruido o la adhesiolisis. Páncreas La mayoría de las neoplasias de páncreas son incurables al momento del diagnóstico y pueden presentarse con síntomas como dolor, anorexia, ictericia y pérdida de peso. En estos casos, la RT suele emplearse para intentar suprimir la enfermedad local y paliar los síntomas asociados. La radiación se administra mediante múltiples técnicas de campo con dosis entre 45 y 50.4 Gy en 5 a 5.5 semanas sobre el páncreas y el tejido adyacente. Si bien suele reducir el dolor en forma significativa, el pronóstico es adverso. Los efectos colaterales pueden asemejarse a los asociados con la RT del estómago, que incluyen náuseas y vómitos. Como el volumen de intestino delgado que recibe radiación es pequeño, la diarrea es menos frecuente. Pueden administrase antieméticos o bloqueantes H2 en forma profiláctica o para tratar los síntomas en pacientes que reciben radiación en esta área. Arbol biliar La mayoría de los pacientes con neoplasias del tracto biliar requieren procedimientos paliativos quirúrgicos o endoscópicos para aliviar los síntomas obstructivos. El empleo de RT externa con QT citotóxica sistémica o sin ella puede aliviar sustancialmente el dolor y, en ciertos casos, asociarse con supervivencia a largo plazo. También se ha descrito el empleo de BT intraluminal. Es infrecuente el control permanente de la enfermedad y de sus síntomas. Intestino grueso Los síntomas del cáncer de colon recurrente –dolor local o hemorragia– pueden controlarse con radioterapia local. Se debe tener presente el lugar y tamaño de la recurrencia y el empleo previo de radiación en esta región, dado que son factores que pueden limitar la dosis total a administrar. Para incrementar la respuesta también puede utilizarse terapia sistémica. Debido a la ubicación del intestino grueso en el abdomen y la pelvis, la morbilidad potencial de la terapia depende de la ubicación de la enfermedad recurrente o irresecable y la dosis empleada. Recto Una de las situaciones clínicas más difíciles que deben enfrentar los oncólogos es la recurrencia pélvica de las neoplasias rectales. Los pacientes pueden experimentar dolor difícil de tratar, de acuerdo al tamaño y a la ubicación de las recurrencias . Los síntomas asociados con neoplasias rectales localmente avanzadas e irresecables incluyen hemorragia, dolor local, obstrucción y fístulas. La radiación paliativa varía entre 40 Gy en 20 fracciones a 54 Gy en 30 fracciones. Para aumentar la respuesta suele administrarse en forma concomitante QT citotóxica sistémica. En la tercera semana de tratamiento se produce alivio de la hemorragia. La RT del recto puede provocar síntomas como hemorragia y tenesmo y la lesión de la mucosa rectal, conducir a hemorragia, úlceras, estenosis y fístulas. Para tratar los síntomas de urgencia y tenesmo se emplea difenoxilato y atropina o loperamida. El dolor local se controla con narcóticos o analgésicos y, en ocasiones, con supositorios con opiáceos y belladona. Para la proctitis crónica se indican enemas de esteroides y, en casos avanzados, procedimientos endoscópicos o quirúrgicos. Conclusiones La RT puede aliviar los síntomas en pacientes con neoplasias del tracto gastrointestinal irresecables o metastásicas. Aunque no suele lograrse el control de la enfermedad a largo plazo, pueden controlarse los síntomas como dolor y hemorragia. Los efectos colaterales asociados suelen ser bien tolerados y pueden controlarse con medidas conservadoras. El autor concluye que el objetivo de proveer alivio al paciente comprende emplear el menor tiempo posible, con morbilidad reducida y extensión de la respuesta.
¿Qué sustancias suelen emplearse para tratar la esofagitis por radioterapia? A. Difenhidramina. Respuesta Correcta
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DESCRIBEN CONSECUENCIAS TARDIAS DE LAS TERAPIAS CONTRA EL CANCER EN NIÑOS San Francisco, EE.UU. Análisis de la prevalencia creciente de supervivencia de los niños con cáncer y de los riesgos a largo plazo relacionados con el tratamiento. Pediatric Drugs 8(2):71-84, 2006 Autores: Goldsby R Institución/es participante/s en la investigación: Division of Pediatric Hematology/Oncology, University of California Título original:
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Introducción ¿Cuál es el trastorno tiroideo más frecuente en los niños que sobreviven a una neoplasia? A. Hipotiroidismo. Respuesta Correcta
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EL GOSERELIN PROLONGA LA SUPERVIVENCIA EN PREMENOPAUSICAS CON CANCER DE MAMA TEMPRANO Londres, Reino Unido El agregado de goserelín a la terapia adyuvante convencional prolonga la supervivencia global y libre de eventos en mujeres con cáncer de mama temprano. European Journal of Cancer 42(7):895-904, May 2006 Autores: Baum M y colaboradores Institución/es participante/s en la investigación: Department of Surgery, Institute of Surgical Studies, University College London Título original:
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Introducción ¿Qué efecto tiene el goserelín en mujeres premenopáusicas con cáncer de mama precoz? A. Prolonga la supervivencia global. Respuesta Correcta
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