Resúmenes amplios

CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS Y EPIDEMIOLÓGICAS DE LA ESCABIOSIS EN ESPAÑA


Madrid, España
Se pone de manifiesto la necesidad de mejorar el abordaje de la escabiosis; los profesionales deben poner mayor atención al control y al tratamiento del paciente afectado y de las personas de su entorno, para asegurar el correcto entendimiento del proceso terapéutico. El material escrito claro y fácilmente comprensible sería esencial en este sentido.

Actas Dermo-Sifiliográficas 115(1):36-47

Autores:
Grau-Pérez M

Institución/es participante/s en la investigación:
Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda

Título original:
Características Clínicas y Epidemiológicas de Pacientes Diagnosticados de Escabiosis en España: Oportunidades de Mejora. Estudio Transversal Multicéntrico CLINI-AEDV

Título en castellano:
Características Clínicas y Epidemiológicas de Pacientes Diagnosticados de Escabiosis en España: Oportunidades de Mejora. Estudio Transversal Multicéntrico CLINI-AEDV

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.12 páginas impresas en papel A4

Introducción

La escabiosis es una enfermedad infecciosa producida por el ácaro Sarcoptes scabiei var. hominis, parásito obligado de la piel de los seres humanos, en la que desarrolla su ciclo vital completo de 14 días. La transmisión generalmente requiere contacto de piel con piel. A pesar de su similitud con el genoma de la sarna animal, no se considera una zoonosis. Afecta a personas de todas las edades, latitudes y condiciones socioeconómicas, y representa un importante problema de salud pública global. Su incidencia presenta variaciones en el tiempo, y no hay consenso sobre si existe variación estacional. La escabiosis puede tener diferentes características clínicas, pero las habituales se definen como escabiosis clásica o típica.

En la reciente hoja de ruta 2021-2030, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera prioritaria su cobertura sanitaria universal y la determinación de su carga poblacional. Sin embargo, para numerosos aspectos epidemiológicos no se dispone de información precisa, dado que en la mayoría de países, como en España, solo son de declaración obligatoria los brotes en instituciones.

Diversos trabajos sugieren que en España hay un aumento de la incidencia de escabiosis y una resistencia del ácaro a los escabicidas indicados en primera línea. Fuera del ámbito de las publicaciones científicas, distintos profesionales de la salud han comunicado su preocupación por el posible aumento de casos; en este sentido, los dermatólogos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) coinciden. De la misma manera, se ha comunicado un aumento de las ventas y prescripciones de escabicidas en el país, y esta situación ha ido en aumento desde el inicio de la pandemia COVID-19, así como en otros países. Con el fin de contribuir a conocer mejor la situación de la escabiosis en España, la AEDV, en colaboración con el Grupo de Trabajo de Epidemiología y Promoción de la Salud, diseñó el presente estudio. El objetivo principal fue caracterizar el perfil demográfico y clínico de los pacientes con escabiosis en España.

Métodos

El estudio observacional, transversal y prospectivo se realizó con datos de la plataforma CLINI-AEDVp de la AEDV. La población de estudio fueron los pacientes de cualquier edad y sexo, atendidos por cada dermatólogo reclutador, con diagnóstico de escabiosis en el momento de su valoración en una consulta reglada, independientemente de tener o no un diagnóstico previo.

Los investigadores incluyeron consecutivamente a todos los pacientes atendidos que recibieron diagnóstico de escabiosis por primera vez por el dermatólogo investigador. El diagnóstico de escabiosis se basó en los niveles de la Asociación Internacional para el control de la Escabiosis (International Alliance for the Control of Scabies [IACS]): surcos o pápulas de entre 2 y 3 mm o nódulos; presencia de vesículas o pústulas en manos o pies en lactantes, con un mínimo de 3 lesiones en alguna zona anatómica o en un área máxima de 20 cm, en una localización típica en adultos, o en cualquier localización en lactantes. En ausencia de los 3 criterios de escabiosis típica (morfología, número mínimo de lesiones y localización anatómica típica) se consideró escabiosis atípica.

Resultados

Durante los 2 meses de reclutamiento, 44 dermatólogos registraron un total de 186 casos de escabiosis procedentes de 12 comunidades autónomas. El 51% de los pacientes fueron mujeres. El rango de edad fue de 0 a 91 años.

Respecto a las características clínicas, frente a una mayoría de 172 casos (92%) de escabiosis con clínica convencional, se comunicaron 14 (8%) de escabiosis atípica, de los cuales 11 (79%) habían recibido tratamiento previo. En este grupo, además de las localizaciones habituales (manos, muñecas, pies, mamas, axilas, glúteos y genitales), un caso presentó lesiones en cabeza y cuello, 10 presentaron lesiones en tronco y 13 en extremidades no distales. Como manifestaciones cutáneas atípicas, en 3, 2 y 2 casos, respectivamente, se encontraron costras extensas, fisuras y dermografismo. Otros signos atípicos minoritarios fueron nódulos extragenitales, pustulosis, eccema y pápulas monomorfas de distribución folicular.

Un 65% de los pacientes había recibido tratamiento previo para el mismo episodio de escabiosis en los 3 meses anteriores a la consulta, bien por estar afectado (57%) o por ser contacto de un caso (9%). Los fármacos más frecuentemente empleados fueron los piretroides tópicos y la ivermectina oral, y casi la mitad de los pacientes (48%) usaron al menos 2 opciones terapéuticas. De los pacientes usuarios de piretroides tópicos, un 88% realizó la pauta correcta (al menos 2 aplicaciones separadas por 7 a 14 días en casos y al menos una aplicación en contactos), pero solo un 59% estaba seguro de haber aplicado la crema correctamente. Lo mismo sucedió con los usuarios de ivermectina oral, ya que habían realizado la dosis y pauta correctas el 79% y 64%, respectivamente.

Solo un 50% de las personas previamente tratadas afirmó haber recibido recomendaciones escritas, de los cuales un 18% refirió haber tenido dudas al realizar el tratamiento, frente a un 35% de los que no las habían recibido (p = 0.04). La ausencia de recomendaciones escritas se asoció con mayor probabilidad de que el tratamiento no se realizara de forma correcta, esto es, incluyendo una pauta y aplicación adecuadas, y el tratamiento simultáneo de convivientes (p < 0.001). No obstante, el 51% de los pacientes que sí recibieron recomendaciones escritas no había llevado a cabo un tratamiento correcto.

La comparación entre el grupo de participantes que había recibido tratamiento previo y el que no lo había recibido mostró diferencias estadísticamente significativas respecto al sexo, al número de convivientes con prurito, al número de convivientes con diagnóstico de escabiosis, la fuente de contagio probable y el tipo de contacto sospechoso como fuente de infestación.

Conclusiones

Una elevada proporción de los casos de escabiosis atendidos actualmente ha recibido tratamiento previo. En estos se observan defectos corregibles que pueden justificar parte de los fracasos terapéuticos. Trabajar en la mejora de las deficiencias encontradas ayudará a un mejor control de la enfermedad y a evaluar la efectividad actual de los escabicidas disponibles.



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