Informes periodísticos

EL CONSUMO DE DROGAS DURANTE EL EMBARAZO SE ASOCIA CON EVENTOS OBSTETRICOS ADVERSOS

Los resultados dependen del tipo de droga consumida.

Perth, Australia.


Las mujeres que utilizan drogas ilícitas están más propensas a experimentar eventos obstétricos y perinatales adversos. Las diferencias dependen del tipo de droga consumida.

 Fuente científica:  ANZJOG 44(4):302-306 aSNC

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flecha azul.gif (828 bytes) Conflicto de interés:  tc8264


El uso de drogas ilícitas durante el embarazo es un problema cada vez mas frecuente y se ha transformado en un tema importante de salud pública. El uso de drogas en el embarazo se ha asociado con una significativa disminución del peso al nacer, la edad gestacional al momento del parto, la circunferencia cefálica del neonato y con un aumento de la incidencia de anemia, hepatitis, abruptio placentae y síndrome de abstinencia del neonato. La prevalencia del abuso de sustancias en Australia, como en el resto del mundo está en aumento. Un informe no publicado de la British Home Office (Ministerio del Interior Británico) ha estimado que la mitad de la población menor de 35 años del Reino Unido ha experimentado con drogas y que un tercio las utiliza regularmente.En 1996 el Ministerio de Salud del Reino Unido informó que más del 90% de las pacientes de sexo femenino que se presentaban a los centros de tratamiento de drogas tenían entre 15 y 39 años y entre ellas era común el policonsumo (consumo de varias drogas simultáneamente). Una encuesta nacional realizada en 1993 en las salas de maternidad de Inglaterra y Gales descubrió que el 11% de las mujeres que utilizaban drogas habían dado a luz ese año. Existen al menos 7 000 nacimientos anuales de mujeres que utilizan heroína o metadona en EE.UU.El uso de anfetaminas y otros psicoestimulantes está reemplazando o suplementando el actual uso de heroína. Las anfetaminas específicamente se usan más ampliamente debido a que son más económicas, fáciles de obtener y el efecto inicial es generalmente euforia en lugar de depresión. Tanto la cocaína como las anfetaminas son estimulantes del sistema nervioso central, las cuales tienen efectos y mecanismos de acción similares. Los estudios que investigaron los resultados asociados con el uso materno de cocaína mediante un metaanálisis, mostraron que el conjunto de cocientes de probabilidades de uso materno de cocaína y abruptio placentae es del 3.9% (intervalo de confianza del 95%, 1.75-2.64). Este último estudio fue luego ajustado para el abuso de tabaco. Dada la similitud en los efectos y mecanismos de acción de la cocaína y las anfetaminas, se pueden esperar resultados similares con el uso de anfetaminas en el embarazo.El objetivo de los autores del artículo fue determinar los resultados obstétricos y perinatales de las mujeres que utilizan drogas ilícitas durante el embarazo en comparación con la población obstétrica general.Entre diciembre de 1991 y Abril del 2002, se incluyeron en el estudio a 91 mujeres que utilizaban opiáceos y 50 que consumían anfetaminas. Ambos grupos de consumidores eran más jóvenes que el resto de la población. Hubo una gran incidencia de aborígenes entre las consumidoras de anfetaminas. En el grupo que consumían opiáceos la multiparidad y la anemia fueron mas frecuentes. Las mujeres que consumían tuvieron mayor incidencia de hepatitis C y más necesidad de analgesia farmacológica durante el trabajo de parto y el parto. Sus hijos tuvieron mas probabilidades de nacer antes de las 37 semanas que el resto de la población, pesar menos de 2.5kg, ser pequeños para la edad gestacional y necesitar internación en la unidad de cuidados intensivos de neonatología. Los niños nacidos de mujeres que consumían anfetaminas tuvieron más probabilidades de tener una puntuación de APGAR menor de 7. Los niños nacidos de las madres consumidoras de opiáceos necesitaron resucitación mucho más frecuentemente que el resto.Los autores concluyeron lo siguiente. Las mujeres que utilizan drogas ilícitas están más propensas a experimentar eventos obstétricos y perinatales adversos que las mujeres de la población general. Las diferencias dependen del tipo de droga consumida. Estos hallazgos necesitan ser corroborados en estudios prospectivos de cohorte de gran tamaño, a fin de resaltar el manejo adecuado de estas mujeres y sus hijos. Además ellos destacan que se necesita más información respecto de los efectos de las anfetaminas sobre el embarazo.
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