Informes periodísticos

ESTUDIAN LA MORTALIDAD Y MORBILIDAD MATERNA GRAVE ASOCIADAS A LA CESÁREA ELECTIVA EN EMBARAZOS DE BAJO RIESGO

Investigación en 46766 cesáreas y 2292420 partos por vía vaginal

Ottawa, Canadá


Con respecto a las mujeres embarazadas que dan a luz por vía vaginal, aquellas con embarazos de término de bajo riesgo que son sometidas a cesárea en forma programada presentan un mayor riesgo de ciertas complicaciones graves como paro cardíaco, histerectomía, infecciones puerperales importantes o complicaciones anestésicas, entre otras. Por su parte, ambos grupos no presentan diferencias significativas con relación a la frecuencia de mortalidad intrahospitalaria.

 Fuente científica:  Canadian Medical Association Journal 176(4):455-460 aSNC

 Autores:  Liu S, Liston RM, Kramer MS

 Palabras clave:  Mortalidad materna, morbilidad, cesárea programada, parto vaginal

 Key Words:  Maternal mortality, morbidity, planned cesarean delivery, vaginal delivery

flecha azul.gif (828 bytes) Institución principal:  Public Health Agency of Canada
flecha azul.gif (828 bytes) Correspondencia:  S Liu, Public Health Agency of Canada Centre for Health Promotion Health Surveillance and Epidemiology Division, ON K1A 0K9, Ottawa Canadá
flecha azul.gif (828 bytes) Los autores no manifiestan conflicto de intereses


En las mujeres sometidas a cesárea programada, el riesgo de morbilidad grave es mayor que el observado en aquellas que dan a luz por parto vaginal. En los países industrializados es cada vez mayor la tasa de nacimientos por cesárea programada. Al respecto, se ha expandido el concepto de que la realización de dicha intervención en las mujeres sanas se asocia con un riesgo muy bajo, por lo cual ésta se ha convertido en una alternativa en la planificación de la forma de dar a luz. A pesar de que históricamente la cesárea ha sido practicada en mujeres con complicaciones obstétricas o enfermedades médicas, es cada vez mayor la cantidad de pacientes en quienes se realiza este procedimiento ante la ausencia de dichos factores. En el presente trabajo, sus autores buscaron comparar los riesgos de la cesárea programada de bajo riesgo con los asociados al nacimiento por vía vaginal, en una población de mujeres sanas con embarazos de término. La investigación, de diseño retrospectivo, se llevó a cabo sobre la base de la información contenida en una base de datos nacional referida a las internaciones producidas en el país (Canadá). El presente análisis comprendió los nacimientos programados producidos durante el período 1991-2005, con exclusión de las mujeres con antecedente de cesárea anterior, de aquellas con embarazos múltiples y de los casos de parto prematuro (<37 semanas). Debido a que los registros no especificaban el antecedente de demanda de la cesárea (por ejemplo, por parte de la embarazada), fueron considerados como casos de cesárea programada de bajo riesgo aquellos con presentación fetal de nalgas. Tanto en este grupo como en aquel conformado por las mujeres que dieron a luz por vía vaginal se analizó la tasa de mortalidad materna intrahospitalaria y la correspondiente a la morbilidad grave. Esta última fue definida como la presencia de una o más de las siguientes complicaciones: hemorragia con histerectomía posterior, hemorragia con necesidad de transfusión, histerectomía, ruptura uterina, complicaciones anestésicas, shock obstétrico, paro cardíaco, insuficiencia renal aguda, respiración asistida o intubación, tromboembolismo venoso puerperal, infecciones puerperales importantes, apertura de la herida quirúrgica y hematoma. El grupo de mujeres con cesárea programada comprendió 46 766 casos, mientras que un total de 2 292 420 mujeres dieron a luz por vía vaginal. En las primeras, la tasa de morbilidad materna grave fue de 27.3 casos por cada 1 000 nacimientos, mientras que entre las segundas, dicha tasa fue 9.0 casos por cada 1 000 (odds ratio -OR- de 3.1). Las mujeres sometidas a cesárea programada presentaron un mayor riesgo de todas las complicaciones estudiadas con excepción de la aparición de hemorragia con necesidad de transfusión, de ruptura uterina y de shock obstétrico, cuyas tasas de riesgo fueron menores que las observadas en el grupo restante (OR de 0.4, 0.5 y 0.4, respectivamente). No se registró ningún caso fatal entre las mujeres sometidas a cesárea, mientras que en el grupo de aquellas que dieron a luz por vía vaginal la tasa de mortalidad fue de 1.8 casos por cada 100 000 nacimientos. Por su parte, en el primer grupo la duración de la estadía hospitalaria fue significativamente mayor. Los incrementos absolutos en el riesgo de morbilidad materna grave por la realización de cesárea programada fueron bajos. Por ejemplo, las diferencias ajustadas en el riesgo absoluto por cada 1 000 nacimientos fueron de 19.3 casos de morbilidad grave en general, 1.6 casos de paro cardíaco, 2.7 casos de complicaciones anestésicas y 4.3 casos de infecciones puerperales de importancia. Los resultados del presente trabajo demuestran que la realización de cesáreas programadas en embarazos de término de bajo riesgo se asocia con una mayor prevalencia de ciertas complicaciones graves con respecto a la observada en las mujeres que dan a luz por vía vaginal. Los autores concluyen que tanto los profesionales tratantes como las mujeres embarazadas deben conocer estos potenciales riesgos asociados con la cesárea en el momento de decidir su realización en forma electiva.
ua40317