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Colombia: propuesta para la adquisición de competencias tendientes a mejorar la educación médica de posgrado
Revista Colombiana de Anestesiología; Bogotá, Colombia, 22 Abril 2024

Los cambios necesarios para cubrir las necesidades de la formación profesional de posgrado requiere el compromiso y la participación de las autoridades nacionales educativas, asociaciones científicas y gremiales, docentes y estudiantes.

Temas principales: Educación médica, capacitación de posgrado, políticas públicas integradas, hospitales universitarios, presupuestos hospitalarios, Ministerio de Educación de Colombia, ASCOFAME , 

El artículo que publica la Revista Colombiana de Anestesiología * detalla una propuesta de educación de posgrado que prioriza la adecuada adquisición de competencias por encima del cumplimiento del tiempo fijado para completar los planes de estudios de las diferentes especialidades médicas.

En Colombia existe una crisis en los modelos de atención en salud debido a la falta de articulación de la educación médica vigente en el país y a la ausencia de una entidad reguladora de los posgrados con funciones claramente definidas.

La educación médica de posgrado, según opinan los autores, debe priorizar la adecuada adquisición de competencias más allá del tiempo fijado para completar los estudios por especialidad.
La propuesta constituye una estrategia inicial para un cambio de conducta de estudiantes y docentes para aplicar modelos pedagógicos con el fin de alcanzar objetivos de capacitación por especialidad que establezcan un conjunto mínimo de conocimientos y habilidades necesarias.

La medicina de posgrado
Los docentes tienen la responsabilidad social de formar estudiantes de pregrado y posgrado en aspectos científicos y académicos en general, pero también con principios sociales, éticos y humanísticos que les proporcionen una capacitación integral como ciudadanos.

Las especialidades médicas también deben contar con sitios de capacitación acreditados, con un adecuado acompañamiento docente y con suficiente oferta de prácticas clínicas. Sin embargo, existe un déficit general de laboratorios, de escenarios clínicos y de personal calificado en la docencia integral para la formación de especialistas.

La carga académica y los horarios de trabajo intensos en los especialistas médicos, además, favorecen el desapego hacia los pacientes y establece una dicotomía entre la persona que aprende y la que atiende, por falta de apropiados procesos formativos carentes de la currícula que trascienda el desarrollo integral y pleno del individuo.

La educación médica es un proceso continuo postulado como una preparación formativa ininterrumpida con el paso del tiempo y que precisa del concurso de las políticas públicas para cumplir su objetivo principal y trascendental: la salud de los pueblos.

En los programas de formación de posgrado de Colombia, la educación con delegación progresiva de responsabilidades ha sido el pilar de la formación de los diferentes especialistas en el país.

Sin embargo, los autores opinan que cuando se considera el desarrollo tecnológico en salud y el papel del sistema de atención frente a la educación médica, se observa un atraso en el contexto nacional que se refleja en el estancamiento de las competencias adquiridas, con escasa articulación entre la educación secundaria y el pregrado y ausencia de estudios generales en la formación de pregrado y posgrado.
El artículo señala que la situación ocasiona falta de conciencia entre los profesionales relacionados con la atención de la salud, acarreando el síndrome de agotamiento físico y emocional (burnout).

Otros problemas identificados que se suman a la falta de recursos para dotar hospitales calificados y acreditados incluyen, entre otros, la ausencia de un sistema de información en aspectos de empleo médico y cobertura con calidad en salud, las condiciones laborales de los profesionales, muchas veces sin estabilidad, subcontratación y bajos salarios u honorarios.

Un modelo basado en competencias
Para los autores, es necesario pasar de la mera transmisión de conocimiento a la sistematización de la educación basada en competencias, con creación de nuevo conocimiento para finalmente aplicarlo de manera eficiente y acorde con las necesidades de la población.

Las universidades deben trabajar en la elaboración de programas que especifiquen los propósitos de las actividades y el nivel que debe alcanzar cada una de ellas, con un sistema de registro y verificación adecuado de todos estos procesos.

El modelo propuesto establece que el Ministerio de Educación de Colombia, junto con el Consejo de Facultades de Medicina (ASCOFAME) y la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas deben dirigir, coordinar y acompañar de manera dinámica y homogénea el proceso de formación que respalde la capacitación de los nuevos profesionales.

Propuestas y conclusiones
La búsqueda del cambio del modelo educativo basado en el tiempo a uno de formación profesional basada en competencias genera varios desafíos.
En primer lugar, afirman los autores, es necesario conocer las competencias necesarias, los esquemas para desarrollarlas, demostrar cómo hacerlo y finalmente, aplicarlas. 

El trabajo remarca la necesidad de incorporar los principios del humanismo, la ética, la compasión y el altruismo de manera integral, además de establecer las competencias clínicas adecuadas y de implementar herramientas para la adquisición de habilidades con evaluaciones objetivas y estructuradas de las destrezas técnicas, especialmente aplicables a las especialidades quirúrgicas.

En resumen, la propuesta de transformación de los autores incluye:
- Implementar el aprendizaje por competencias de acuerdo con cada especialidad, estableciendo lineamientos de autoevaluación.
- Incentivar la responsabilidad social en la formación de los estudiantes de pregrado y posgrado no solo en los aspectos científicos, académicos, clínicos básicos, sino también en aspectos sociales, éticos y humanísticos.
- Trabajar en módulos curriculares que especifiquen las actividades a realizar, el nivel adecuado para alcanzar los objetivos de las competencias y los procedimientos de registro, verificación y autoevaluación.
- Velar porque los sitios de práctica estén acreditados como verdaderos hospitales universitarios, con un adecuado acompañamiento docente y suficiente oferta de prácticas clínicas.
- Superar el déficit general de laboratorios, de escenarios clínicos y de personal calificado en la docencia integral para la formación de especialistas médicos.
- Propender a homogeneizar los posgrados médicos desde el título que otorgan hasta los créditos y las competencias básicas alcanzadas, en consonancia con lineamientos internacionales.

Los ítems anteriores requieren el abordaje de varios aspectos:
- un ente regulatorio local encargado de vigilar y monitorear la formación de los residentes o especialistas médicos del país;
- una fuerte capacitación en docencia universitaria a los profesores que ejercen en las facultades de medicina y hospitales universitarios;
- la homogenización del perfil de los egresados;
- una adecuada financiación de los hospitales universitarios, así como un apropiado acompañamiento en su proceso de acreditación como tal y
- la autoevaluación y mejoramiento continuo de los posgrados médicos. 

Los autores concluyen que la intención de abarcar las necesidades en formación del posgrado que demanda el país, la implementación de los cambios -incluso desde el pregrado- dependen del Ministerio de Educación, las facultades de medicina, ASCOFAME y las asociaciones científicas y gremiales relacionadas con la medicina y la salud.

 

* Revista Colombiana de Anestesiología
La educación médica del posgrado en Colombia. Ideas para mejorarla
Navarro-Vargas JR, Ruiz-Ávila HA, García-Araque FH
7 de marzo, 2024
doi: https://doi.org/10.5554/22562087.e1089