RESCATE DEL LEGADO IGUALITARIO DE EVITA EN LA SALUD PÚBLICA - Red Científica Iberoamericana (RedCIbe)

Red Científica Iberoamericana

RESCATE DEL LEGADO IGUALITARIO DE EVITA EN LA SALUD PÚBLICA

Alejandro Collia
Ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina

Buenos Aires, Argentina (SIIC)

Se evoca la memoria de Eva Perón y su legado en relación con la salud pública en la Argentina.

El pasado 26 de julio, como todos sabemos, se cumplieron 60 años del fallecimiento de Eva Perón, la mujer más influyente de la historia política argentina, la abanderada de los humildes. No quiero dejar pasar estos días en que se la recuerda y homenajea en incontables lugares sin destacar su visión de la salud pública.

Eva fue una mujer que se adelantó a su tiempo y que logró conquistas que sin su labor apenas habrían podido ser pensadas por esos años. Evita puso el cuerpo, literalmente puso el cuerpo, a la razón que le daba sentido a su vida: un país más justo, más soberano, más igualitario.

En el momento más difícil de su vida Eva decidió atenderse en un hospital público, el Presidente Perón, de Avellaneda. Confió su cuerpo a la política sanitaria que ella había pregonado y logró, así, una identificación de la gente con el hospital público que sigue hasta nuestros días con la misma fuerza que en ese entonces.
La justicia social predicada y llevada a cabo por Evita tenía un fin tan claro como posible si se trabaja todos los días para lograrlo: la vida digna de todas y todos los argentinos. Eva entendía que no hay vida digna si no hay acceso universal a la salud de todos los niños y niñas, de todas las mujeres, de todos los ancianos.

Fue con el peronismo, y con Evita, que la salud pública se convirtió en salud universal, con acceso gratuito e igualitario para todos. En esos años, la Fundación Eva Perón construyó cuatro policlínicos en Buenos Aires y otros cuatro en el interior del país, y proveyó con modernos equipamientos a las unidades hospitalarias.

El Tren Sanitario Eva Perón, dotado de la más moderna aparatología, cumplía con la tarea de relevamiento y protección de la salud de las poblaciones más alejadas de las ciudades. Y en septiembre de 1950 se inauguró la Escuela de Enfermeras, una de las obras más queridas de Evita, cuyas egresadas prestaban servicio tanto en el país como en el exterior.
El mayor logro fue la creación del primer Ministerio de Salud Pública de la Argentina. Antes de Eva y de Juan Perón, un médico sanitarista como Ramón Carrillo no habría podido llevar a la práctica una política de salud tan vanguardista. “Los problemas de la medicina como rama del Estado no pueden resolverse si la política sanitaria no está respaldada por una política social”, afirmaba Carrillo. Nosotros seguimos su legado.
Hoy, la provincia de Buenos Aires lleva adelante una política de salud basada en los ideales de Evita, rescatando su espíritu social y con el firme objetivo de que la buena salud sea, sobre todo, una salud con acceso igualitario para todos los habitantes de nuestro territorio, especialmente para los más vulnerables, cambiando el paradigma de atender la enfermedad por el de promover la salud.

Es bajo esta premisa que junto al gobernador Daniel Scioli pusimos en marcha el Plan “Eva Perón”: una escuela de formación de enfermeros que es la primera en toda América latina en retomar el sueño de Eva con la formación de profesionales idóneos para la atención de nuestros enfermos. Hasta ahora ya egresaron 1 640 enfermeros y otros 4 400 se encuentran en formación.

Las políticas sociosanitarias son una constante en nuestra gestión. La razón es simple. Lo hacemos porque creemos que la mejor salud es la que iguala oportunidades. Así, llevamos inauguradas cinco Unidades de Pronta Atención (UPA) en barrios de los distritos de Lomas de Zamora, Avellaneda, La Matanza, Lanús y Almirante Brown. Estas unidades tienen como uno de sus objetivos principales descomprimir la atención de las emergencias en establecimientos de mayor complejidad y dar respuesta rápida en zonas de alta densidad poblacional. Es decir: garantizar el acceso a la salud.

También podemos hablar de la incorporación de 10 de las 16 vacunas con que cuenta hoy el calendario de vacunación obligatorio y gratuito nacional, como la antigripal o la anti-HPV. Se trata de una de las grandes políticas de democratización implementadas en el país desde 2003 con la presidencia de Néstor Kirchner, y continuadas por Cristina en la nación y el gobernador Scioli en la provincia.
En este punto quisiera recordar que nuestra querida Evita murió por un cáncer ginecológico, en una época en que no existían las herramientas con que contamos hoy para hacer de la prevención nuestra mejor aliada. La vacuna contra el HPV, iniciativa del ministro de Salud nacional, Juan Manzur, es un avance gigante en la salud de nuestra población del cual tendremos la dimensión real en unos 20 años.
También podemos destacar la inversión en equipamiento en todos los hospitales provinciales y municipales, y la inclusión como parte del equipo profesional de la salud pública de los promotores comunitarios: allí donde no llega el hospital o el centro de salud, están los promotores en 42 distritos para realizar un seguimiento de la salud de la población, asesorando a las familias.

La ley de fertilización asistida quizá sea el ejemplo más claro de una política sanitaria que hubiera celebrado Eva Perón. Todas las mujeres, todas, sin distinción de clase, pueden acceder a un tratamiento que les permita ser madre, un derecho que antes de esta ley sólo tenían las mujeres con capacidad económica para pagarse un tratamiento costoso en el ámbito privado.

Cada vez que avanzamos desde la salud pública en políticas que reconocen a la mujer como sujeto de derecho estamos más cerca de Eva, la que les permitió a todas las mujeres tener el derecho civil de votar.
En la provincia tenemos un programa de salud sexual y reproductiva, abordamos la violencia de género y entendemos que no podemos permitir en esta época que no se respeten los derechos de la mujer.
Por eso, en este 60 aniversario del fallecimiento de Evita, enarbolar las banderas de la justicia social ha dejado de ser una cuestión discursiva: es una política y es una práctica. Con más igualdad, más accesibilidad, más inclusión y más prevención, como nunca antes un gobierno nacional y provincial cristalizó en logros tan concretos el pensamiento sanitario del peronismo, que es nacional y es popular.



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