China aprobó el uso emergente de su sexta vacuna contra la Covid-19. Los reguladores dieron luz verde a la sustancia de la farmacéutica Shenzhen Kangtai Biological Products, de tipo inactivada y que actualmente transita por la última etapa de ensayos clínicos.
Entre diciembre pasado y este mayo, el Gobierno autorizó dos preparados de Sinopharm, uno de Sinovac, el de CanSino y el del Instituto de Microbiología de la Academia de Ciencias, y todos se usaron en la actual campaña de vacunación.
Desde julio pasado vacunó con medicamentos propios a más de 380 millones de ciudadanos nacionales y extranjeros contra la Covid-19, mientras mantuvo los envíos de inmunizantes a un centenar de naciones, ya sea por concepto de exportaciones o de ayudas.
China avaló la nueva vacuna mientras combate pequeños brotes en las provincias de Anhui (este) y Liaoning (noreste), con medidas como la designación de varios vecindarios en la categoría de riesgo medio, el chequeo masivo de la salud y la desinfección de sitios públicos. La situación en estas provincias rompió la racha de 20 días consecutivos sin reportar casos autóctonos de Covid-19.
Especialistas de la Comisión Nacional de la Salud investigan la fuente de transmisión de la enfermedad. El país mantiene bajo control la patología y hasta el jueves solo incluía a importados en las actualizaciones diarias.
De manera general, el gigante asiático acumula cuatro mil 858 muertos y 103 mil 986 contagiados en su parte continental, Hong Kong, Macao y Taiwán desde el surgimiento de la enfermedad en diciembre de 2019.