Francia mantiene las restricciones pese al reflujo de la Covid-19
Les Echos, París, Francia 3 Febrero, 2022

Las contaminaciones y las admisiones en cuidados intensivos están en declive pero los hospitales siguen sobrecargados: hay casi tantos pacientes hospitalizados por Covid como en noviembre de 2020.

La quinta ola de la epidemia de coronavirus rivaliza con la segunda ola. A finales de enero, cerca de 32.400 pacientes estaban hospitalizados con Covid. La abultada cifra se acerca al récord absoluto de 33.500 hospitalizaciones registrado a mediados de noviembre de 2020.

Si bien las camas dejaron de completarse desde hace tres meses y medio, la situación está a punto de revertirse. "Creemos que estamos muy cerca del pico de hospitalizaciones", dice Simon Cauchemez, modelador epidemiológico del Instituto Pasteur.

En Ile-de-France, se elevó a 4.233 hospitalizaciones convencionales el 28 de enero.
Hay 71 pacientes menos que cuatro días atrás. “Las admisiones dejaron de aumentar durante los últimos días. Si no aligeramos demasiado las medidas restrictivas, estas son quizás las premisas de un declive nacional”, saluda Jean-Louis Teboul, jefe del departamento de medicina intensiva del hospital de Bicêtre.

Críticas a Dinamarca
Desde ayer miércoles paracen razonables el fin de la mascarilla de exterior y la obligatoriedad del teletrabajo. Sin embargo, para Teboul “sería peligroso quitar ya la mascarilla de interior y el pase de vacunación. Me daría mucha vergüenza que siguiéramos el ejemplo de Dinamarca que levantó todas las restricciones. En quince días, es probable que se pueda".

Otras señales anuncian un próximo declive hospitalario. El número de casos positivos detectados comenzó a disminuir durante la última semana de enero pero los volúmenes siguen siendo asombrosos (en promedio, 334.000 por día) y la prevalencia extraordinariamente alta en la población en general dado que el 30% de las pruebas resultan positivas.

Pese a la situación, como previeron los epidemiólogos a mediados de enero, el declive ha comenzado.
En la fecha de la toma de muestra, es decir con el dato más reciente de hace tres días, el número de casos positivos se redujo en una semana casi un 7%.
El descenso se está acelerando; cuando las curvas de contaminación dan la vuelta se observa en el hospital entre los 10 a 15 días.

Omicron también puede matar
En reanimaciones, ya, las cosas van mucho mejor desde que Ómicron suplantó a la variante Delta. En Ile-de-France, el pico se alcanzó el 18 de enero con 969 pacientes en cuidados intensivos. A nivel nacional ascendió a 3.985 personas el 12 de enero.

Ciertamente estamos lejos del récord de la primera ola (7.200 pacientes en cuidados intensivos a nivel nacional), pero con el tiempo, la tarea es extremadamente pesada para el hospital.
“Esta ola sigue siendo peligrosa. En cuidados intensivos, Ómicronmata al 30% de los pacientes, exactamente como Delta”, destaca Jean-Louis Teboul. Ómicron es ciertamente menos virulento, pero para aquellos que han llegado a cuidados intensivos, generalmente no vacunados o inmunocomprometidos, el pronóstico sigue siendo sombrío.

La buena noticia es que el hospital no colapsó, mientras que la propagación del virus entre los cuidadores hizo temer una desorganización de todo el sistema.
"Sí, pero ¿a qué precio? En primavera [boreal, a partir de marzo], corremos el riesgo de tener una ola de salidas incluso mayor que la de junio-julio”, teme Jean-Louis Teboul.
Los cuidadores no son los únicos que están al borde de un ataque de nervios. Los pacientes que padecen otras patologías y cuyas intervenciones se han aplazado sufren las consecuencias, a veces con dureza, de la crisis sanitaria.