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Persistencia de los efectos cognitivos en pacientes mayores afectados por la COVID-19
JAMA Neurology, Wuhan, Hubei, China 9 Marzo, 2022

El deterioro cognitivo a largo plazo en adultos mayores fue común un año después de la hospitalización por SARS-CoV-2.

El impacto a largo plazo de la COVID-19 en la cognición se conirtió en un importante problema de salud pública. El SARS-CoV-2 causa una variedad de secuelas neurológicas en los sobrevivientes de la COVID-19: mareos, dolor de cabeza, mialgias, hipogeusia, hiposmia, polineuropatía, miositis, enfermedades cerebrovasculares, encefalitis y encefalopatía.
Tal susceptibilidad del sistema nervioso central al SARS-CoV-2 despierta un gran interés en las investigaciones neuropsiquiátricas centradas en quienes superaron la COVID-19. 

Entre los 1 438 pacientes COVID-19 dados de alta de los hospitales de Wuhan, China, a principios de 2020, la incidencia de deterioro cognitivo 12 meses después fue del 12,45 %, informa la revista JAMA Neurology* en un artículo publicado ayer 8 de marzo.

Doce meses después del alta, alrededor del 3 % de los sobrevivientes tuvieron demencia incidente y el 9,1 % deterioro cognitivo leve.
En comparación con los controles, después de agrupar a los participantes por edad, sexo, nivel educativo, índice de masa corporal (IMC) y comorbilidades, la COVID-19 se asoció con un mayor riesgo de deterioro cognitivo de inicio temprano, incluso entre personas con infección no grave (OR 1,71, IC 95% 1,30-2,27).

"En este estudio de cohorte de sobrevivientes de COVID-19 de 60 años o más que en la ciudad de Wuhan recibieron el alta de hospitales designados para COVID-19, la infección por SARS-CoV-2 y en especial la grave, se asoció con un aumento en el riesgo de trastornos cognitivos longitudinales", escribieron los autores. "Los hallazgos resaltan la importancia de las medidas inmediatas para hacer frente a este desafío".

"Durante los últimos 2 años de la pandemia, vimos como algunas personas que tienen o tuvieron COVID-19 padecían síntomas neurológicos a corto y largo plazo, incluida la pérdida del olfato y el gusto, como así tambien déficits cognitivos y de atención", señaló Heather Snyder, PhD, vicepresidente de relaciones médicas y científicas de la Alzheimer's Association in Chicago (Asociación de Alzheimer de Chicago).

"Para algunos, estos síntomas neurológicos persisten. Los investigadores están trabajando para comprender por qué ocurre esta disfunción cerebral, en quién ocurre y qué puede significar para la salud cognitiva a largo plazo", dijo Snyder a MedPage Today.

"Conocemos investigaciones con resultados similares durante un seguimiento de 6 meses, incluidos informes presentados en la Alzheimer's Association International Conference (Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer) de 2021 que sugirieron una asociación entre la COVID-19 y los déficits cognitivos persistentes, incluido una mayor presencia de cambios cerebrales relacionados con el Alzheimer ."

Los  investigadores estudiaron a 1438 sobrevivientes de COVID-19 de 60 años o más dados de alta de tres hospitales de COVID-19 entre el febrero y abril de 2020.
La COVID-19 fue diagnosticada con la guía provisional de la Organización Mundial de la Salud y categorizado como grave -según las directrices de la American Thoracic Society- o no.
Un total de 438 cónyuges no infectados sirvieron como población de control.

Ell estudio excluyó a las personas con deterioro cognitivo previo a la COVID, trastorno neurológico concomitante, antecedentes familiares de demencia y personas con enfermedad cardíaca, hepática o renal grave o cualquier tipo de tumor.
El control de seguimiento de la función cognitiva y el deterioro se produjo a los 6 y 12 meses después del alta hospitalaria.

El estado cognitivo se evaluó mediante la versión china de la Telephone Interview of Cognitive Status-40E (Entrevista Telefónica de Estado Cognitivo-40) - TICS-40, provista de 10 variables y alcanza un máximo de 40 puntos. La puntuación de 20 o inferior indica deterioro cognitivo leve, 12 o menos demencia y una disminución a ≥3 puntos entre 6 a 12 meses se consideró significativa.

De los sobrevivientes COVID que completaron la evaluación de 12 meses, el 48 % eran hombres y la edad promedio de 69 años. Estos no diferían de los controles en edad, distribución por sexo, nivel educativo, IMC y frecuencia de comorbilidades, incluidas hipertensión y diabetes, hiperlipidemia, evento cerebrovascular, cardiopatía coronaria y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Los sobrevivientes con COVID grave registraron puntajes TICS-40 de 12 meses más bajos que aquellos con casos y controles no graves.
Para los casos graves, el promedio de puntuación TICS-40 fue de 22,50; para casos no graves fue de 30,00 y para controles de 31,00.

Entre las personas con casos graves, la incidencia de demencia y deterioro cognitivo leve fue del 15 % y del 26,15 %, respectivamente.

En comparación con los controles, la COVID grave se asoció con incremento de riesgos de deterioro cognitivo con inicio temprano, tardío y progresivo.

"Vale la pena señalar que en esta cohorte el 21 % de los casos graves experimentaron un deterioro cognitivo progresivo, lo que sugiere que la COVID-19 puede causar daños duraderos en la cognición", afirman Wang y sus colegas, autores del trabajo. "Estos hallazgos implican que en el futuro la pandemia puede contribuir sustancialmente a la carga mundial de demencia".

Entre las limitaciones del estudio, los investigadores reconocen que, debido al riesgo de infección emergente, se utilizaron cuestionarios telefónicos validados que pueden no ser tan precisos como las entrevistas presenciales. Aclaran también que carecían de información sobre la cognición antes de la infección por SARS-CoV-2, lo que pudo determinar una sobreestimación del efecto de la COVID-19 en el deterioro cognitivo. 


* JAMA Neurology
One-Year Trajectory of Cognitive Changes in Older Survivors of COVID-19 in Wuhan, China: a Longitudinal Cohort Study
Yu-Hui Liu, MD, PhD1; Yang Chen, MD1; Qing-Hua Wang, MD, PhD1; et al
8 de marzo, 2022
 doi:10.1001/jamaneurol.2022.0461