Bogotá: emisiones atmosféricas, contaminación del agua y aumento de los desechos biosanitarios por la Covid-19
International Journal of Environmental Research and Public Health, Bogotá, Colombia 1 Junio, 2022

Los meses de estrictas restricciones generaron en la ciudad de Bogotá cambios significativos asociados a las condiciones ambientales y ecológicas con notable disminución de los principales contaminantes del aire motivado, entre otras causas, por las restricciones de viaje en automóviles privados o transporte público.

El estudio que incluye el número actual de la revista International Journal of Environmental Research and Public Health* analiza el período 2019 - 2020 y exhibe el impacto de la pandemia de COVID-19 en el medio ambiente; describe además los cambios en los factores contaminantes tradicionales de la ciudad de Bogotá.

La pandemia de COVID-19 fue una oportunidad única para analizar los impactos ambientales debido a que las actividades en las grandes ciudades, se detuvieron por el confinamiento. Los efectos fueron tanto positivos como negativos. 

Jeadran Malagón-Rojas y sus colegas del Instituto Nacional de Salud de Bogotá, Colombia, consideran la relevancia de la situación al advertir el descenso de impacto a largo plazo, potencialmente permanente, en los niveles de presión ambiental, con efectos más fuertes en las actividades económicas intensivas desarrolladas en la capital del país.

Fortalezas del estudio 
Los autores destacan haber llevado a cabo el primer trabajo que explora en una ciudad de América Latina los efectos de la COVID-19 en matrices ambientales como el agua, la calidad del aire, los patrones de movilidad y la producción de desechos.

Algunos estudios evaluaron descriptivamente los efectos de la pandemia en la calidad del aire en Argentina, Chile, Colombia y México, mientras que otros informaron los efectos de los patrones de deforestación en Brasil y Perú. Sin embargo, los investigadores manifiestan en su artículo que es escasa la información referida a la vinculación entre la producción de residuos sólidos y la calidad del agua.

Las restricciones establecidas por las autoridades colombianas generaron un cambio en la dinámica de la ciudad. La estricta cuarentena provocó el cierre de muchos lugares con actividades económicas que producen residuos, emisiones atmosféricas y contaminación del agua y un aumento de los desechos sólidos biosanitarios. La disminución de los diferentes efectos ambientales se reflejó en varios escenarios, teniendo en general los efectos positivos sobre el medio ambiente.

En primer lugar, se produjo una reducción del 32% en los residuos sólidos en comparación con la cantidad normal producida en el mes más crítico. Sin embargo, esa reducción fue evidente hasta la apertura económica paulatina, momento en el cual las toneladas de residuos sólidos que llegaron al relleno sanitario correspondieron al promedio de años anteriores.
Además, hubo un aumento significativo en la generación de residuos biosanitarios. Algunos autores consideran que la producción de residuos se ha incrementado como consecuencia de la COVID-19, aunque estos cambios no siguen el mismo patrón en diferentes áreas.
El aumento de la producción de residuos se explica por dos vías: en primer lugar, las actividades de prevención o tratamiento de enfermedades (equipos de protección hospitalarios y de laboratorio) y, en segundo lugar, los efectos de la pandemia en los estilos de vida, como el aumento de la cocina casera y las compras online.
Además, como resultado del uso masivo de equipos de protección personal (EPP), esta categoría de residuos aumentó entre un 18 % y un 425 %.

Por otro lado, la contaminación atmosférica se vio muy beneficiada por las restricciones de movilidad de la ciudad. La capital colombiana tiende a presentar condiciones atmosféricas que no se caracterizan exclusivamente por emisiones locales, pues influye la influencia de la contaminación regional. A pesar ello, la movilidad y las actividades industriales que suelen ser críticas para la ciudad se ralentizaron durante meses.
El estudio menciona que otros autores informaron resultados similares en diferentes regiones. Un trabajo realizado en 10 países de América del Norte, Europa y Asia (observó una reducción en la concentración de contaminantes, aunque en diferente medida, para todas las poblaciones. Según los autores, a excepción de los participantes de China y Noruega, los 9 394 restantes de todos los países percibieron una caída en la concentración de contaminación del aire durante el período de cuarentena.
Sin embargo, el estudio anticipa una gran disminución a nivel mundial a fines de 2021 con “efecto rebote” de la pandemia con un aumento de 36.400 millones de toneladas por emisiones de carbono producidas por la quema de combustibles fósiles. Esta cifra representaría, adelantan los autores, un aumento del 4,9 % en 2021 en comparación con el año anterior, lo que reafirma la continua dependencia del planeta de las emisiones basadas en las tecnologías del carbono.

La calidad del aire se refleja directamente en la tercera matriz evaluada, que se refiere al transporte. Una proporción notable de personas pasó del transporte público al privado, lo cual es lógico dada la exposición al COVID-19 en los masivos.
Estos hallazgos son similares a los informados en un estudio realizado en Pakistán. Los viajeros parecen preferir no utilizar el transporte público durante la situación de pandemia.
Otro estudio realizado en más de 15 países de Asia, Europa y América del Norte encontró que la mayoría de los viajeros cambiaron sus hábitos de viaje.

Este cambio podría no ser muy beneficioso si el porcentaje de personas que comienzan a utilizar vehículos o motocicletas incrementa el mayor impacto en la contaminación del aire. Esta situación puede ser prevenida por el aumento en la elección de modos de transporte que requieren actividad física, generadores de enormes beneficios ambientales.

De manera similar, los autores observaron una mejora en los parámetros de calidad de las aguas residuales. Los informes de diferentes regiones del mundo también exhibieron una reducción de los contaminantes del agua durante el período de cuarentena. Los autores explican el fenómeno por la disminución en el consumo de agua industrial.

Limitaciones del estudio
Los investigadores reconocen que los estudios ecológicos buscan asociaciones entre la aparición de enfermedades y la exposición a causas conocidas o sospechadas. Sin embargo, debido a que no es posible controlar diferentes variables, los sesgos pueden interferir en el análisis con respecto a la asociación entre exposición y resultados.
Por otra parte informan no haber incluido variables relacionadas con el efecto de la pandemia en la biodiversidad debido a la falta de datos.
Admiten también que los datos sobre los cambios en los modos de transporte y la percepción de la calidad del aire no son representativos de todas las ciudades y haber carecido de datos coherentes para todas las variables, es decir, la frecuencia de recolección difería según la matriz ambiental y la fuente de la consulta,

Conclusiones de los autores
"Este estudio mostró el impacto de la pandemia de COVID-19 en el medio ambiente, ofreciendo un panorama de los cambios en los contaminantes durante 2019 y 2020 en Bogotá. La pandemia de COVID-19 fue una oportunidad única para analizar los impactos ambientales debido a que las actividades en las grandes ciudades, como Bogotá, se detuvieron por el confinamiento. Los efectos fueron tanto positivos como negativos", escriben los investigadores.

La promoción del teletrabajo como resultado de las lecciones aprendidas de la pandemia puede impactar positivamente en algunas matrices ambientales. Los autores destacan que se llevaron a acbo exitosos experiencias sociales como “un día sin automóvil” en ciudades como París, Berlín, Bogotá y Toledo, entre otras, que ofrecen resultados interesantes para mejorar la movilidad y la calidad del aire.