Mientras la pandemia de Covid interrumpía la vida en todo el mundo por casi dos años, otras enfermedades infecciosas estaban en retirada. A medida que el mundo desmantela rápidamente las medidas implementadas para frenar la propagación de la Covid, regresan las afecciones virales y bacterianas y se comportan de manera insospechada.
El reciente artículo de Helen Branswell* publicado por el sitio Stats de EE.UU. al referirse a algunos de esos comportamientos imprevistos destaca que los últimos dos inviernos se cuentan entre las temporadas más leves de influenza.
Respecto al adenovirus tipo 41, anteriormente responsable de episodios bastante inocuos de enfermedades gastrointestinales, probable agente de hepatitis grave en niños pequeños sanos. En relación al virus sincitial respiratorio, o RSV, que en situaciones normales causa enfermedades en el invierno, generó cantidad de brotes en los niños de Estados Unidos y Europa, tanto en el verano último como a principios del otoño.
Y ahora la viruela del simio, provocada por un virus que generalmente solo se encuentra en África occidental y central, motivó un brote sin precedentes con Europa como la región más afectada, con 26 países en donde se ratificaron los positivos. Por su parte, en América, además de las infecciones en Canadá, se reportaron 72 en Estados Unidos, cinco en México y Brasil, tres en Argentina, uno en Venezuela y otro en Chile.
"Estos virus no son diferentes de lo que eran antes, pero nosotros lo somos. Por un lado, debido a las restricciones de Covid, tenemos inmunidad adquirida mucho menos recientemente; como grupo, más de nosotros somos vulnerables en este momento. Y ese aumento en la susceptibilidad, sugieren los expertos, significa que podemos experimentar algunos... problemas mientras trabajamos hacia un nuevo equilibrio pospandémico con los virus que nos infectan", expresa Branswell en su nota.
Podrían surgir olas más grandes de enfermedades, que sacarían a la luz problemas ignorados desencadenantes de inconvenientes. Las enfermedades circularían en momentos o lugares ajenos a los habituales.
“Creo que podemos esperar que algunas presentaciones sean fuera de lo común”, dijo Petter Brodin, profesor de inmunología pediátrica en el Imperial College London. “No necesariamente muy grave. Quiero decir que no es una proyección del fin del mundo, pero sí pienso un poco fuera de lo normal”.
Marion Koopmans, jefa del departamento de virociencia del Centro Médico Erasmus en Róterdam, Países Bajos, cree que tal vez nos enfrentemos a un período en el que será difícil saber qué esperar de las enfermedades que supuestamente se entendían. “Creo que eso es posible”, dijo Koopmans.
El papel de los niños
"Este fenómeno, la interrupción de los patrones normales de infecciones, puede ser particularmente pronunciado en enfermedades en las que los niños juegan un papel importante en la diseminación de sus agentes", sugirió.
Los niños pequeños normalmente son imanes y amplificadores de gérmenes, con sus vidas profundamente alteradas durante la pandemia. La mayoría pasó períodos de tiempo sin asistir en persona a jardines de infantes o escuelas.
Es probable que durante la pandemia los bebés hayan nacido con pocos anticuerpos transmitidos por sus madres, porque ellas estuvieran protegidas del RSV y otros patógenos respiratorios durante sus embarazos, dijo Hubert Niesters, profesor de virología clínica y diagnóstico molecular en el Centro Médico Universitario, en Groningen, Países Bajos.
Koopmans comentó que un estudio hecho por su equipo en busca de anticuerpos en niños pequeños mostró el impacto de lo que llama una "luna de miel de infección".
“Realmente ves que los niños en el segundo año de la pandemia tienen muchos menos anticuerpos contra un conjunto de virus respiratorios comunes”, dijo.
Dichos factores pueden ayudar a explicar la reciente erupción de casos inusuales de hepatitis en niños pequeños. Los científicos que investigan los casos creen que pueden ser causados, al menos en parte, por el adenovirus tipo 41, encontrado en un número significativo de niños afectados. La posibilidad es desconcertante, porque no se ha visto que en el pasado el virus causara esta enfermedad.
Branswell considera que algunos científicos teorizan que este virus puede haber sido siempre responsable de una pequeña cantidad de casos de hepatitis pediátrica sin explicación ocurren cada año. Tal vez, el incremento de las infecciones por adenovirus tipo 41 en los últimos ocho meses se debió a una mayor susceptibilidad entre los niños. La novedad podría estar visibilizando lo que antes se ignoraba.
“Creo que a veces para conectar los puntos de complicaciones raras de enfermedades comunes solo necesitas suficientes casos para comenzar a juntar las piezas”, dijo Kevin Messacar, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas del Children's Hospital Colorado. “Y existe cierta sospecha de que eso podría estar pasando con los casos de hepatitis”.
La interrupción de los patrones de mezcla normales inducida por la pandemia significa que incluso los adultos no han estado generando los niveles de anticuerpos que normalmente se adquirirían a través de la exposición regular que tenemos a los gérmenes, creando grupos cada vez mayores de personas susceptibles.
Koopmans dijo que algunos estudios sugieren que después de un período de uno o dos años de baja transmisión de la gripe, podría verificarse un descenso considerable en la cantidad de personas que poseen anticuerposen niveles lo suficientemente altos como para considerarse protectores.
“Nos eferimos a enfermedades endémicas con cierto patrón de previsibilidad, en parte estacional, pero también en parte impulsado por el tamaño de la población inmune o no inmune. Y lo último, por supuesto, aumentó”, dijo Koopmans.
¿Cómo se desarrollará esto? Todos los ojos estarán puestos este otoño [boreall en los hospitales infantiles para observar si se produce un aumento en los casos de una afección similar a la poliomielitis llamada mielitis flácida aguda (MFA), que la causada una infección con el enterovirus D68.
Messacar, quien también es profesor asociado en la Universidad de Colorado, estudió AFM durante los últimos ocho años, desde que ocurrió la primera de una serie de oleadas bienales de casos a fines del verano y principios del otoño de 2014, 2016 y 2018.
Luego en 2020, nada. Lo mismo en 2021. ¿Eso significa que en el otoño [boreal] de 2022 podría ocurrir una cresta mucho más alta de casos, porque mayor cantidad de niños son potencialmente susceptibles al enterovirus D68? "Necesitamos estar preparados para esa posibilidad", dijo Messacar, mientras enfatizó que no sabe qué esperar.
“En estos mmentos, cuatro años de niños no conocen ese virus. No sabemos qué va a pasar, no sabemos cuándo vuelve. Pero cuando regrese, habrá más niños susceptibles que carecerían de inmunidad”, dijo. “Eso es lo que estamos viendo con una variedad de virus diferentes”.
Thomas Clark, subdirector de la división de enfermedades virales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., comentó que el personal de salud pública temía a la irrupción de enfermedades prevenibles con vacunas porque muchos niños en todo el mundo perdieron la infancia durante la pandemia.
Pero dijo comprender que esa no es la única forma en que la pandemia puede influir en las enfermedades infecciosas.
“Estamos muy enfocados en los niños con vacunas insuficientes de las inmunizaciones infantiles de rutina porque es el escenario para la introducción del sarampión”.
El escenario de la viruela del simio
Clark dijo que podemos ver diferencias en la gravedad de algunas enfermedades, porque los niños pequeños que estaban protegidos de los gérmenes durante las primeras etapas de la pandemia podrán contraerlos cuando sean mayores. Algunas enfermedades causan síntomas acentuados si se contraen en la adultez.
David Heymann, quien preside un comité de expertos que asesora al Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud, dijo que el levantamiento de las medidas de control de la pandemia habría ayudado a impulsar la propagación del brote actual de la viruela del simio.
Muchos de los casos se diagnosticaron en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
Después de dos años de viajes limitados, distanciamiento social y reuniones públicas, las personas se están liberando de los grilletes de las medidas de control de Covid con el regreso al modo de vida anterior a la pandemia.
Los informes de los medios opinan que las raves o fiestas electrónicas recientes celebradas en España y Bélgica provocaron la transmisión del virus entre algunos asistentes.
Heymann, profesor de epidemiología de enfermedades infecciosas en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, reflexionó que el brote de viruela símica habría estado latente a niveles bajos en el Reino Unido o en algún otro lugar fuera de África durante bastante tiempo, pero logró captar la atención del público cuando los viajes internacionales recuperaron la normalidad.
“Si observa lo que acontece en el mundo en los últimos años y lo compara con los sucesos actuales, podría preguntarse si este virus ingresó al Reino Unido hace dos o tres años, se estaba transmitiendo por debajo de la pantalla del radar, [mediante] cadenas lentas de transmisión”, dijo Heymann, quien trabajó en la erradicación de la viruela desde el principio de su carrera. “Y a continuación, súbitamente todo se abrió y la gente comenzó a viajar y entremezclarse”.
Aunque la stuación descripta en los próximos años puede generar inquietud, las cosas se irán calmando, predijo Brodin.
“Creo que una vez infectadas varias personas, se produce la inmunidad colectiva y el virus desaparece”, dijo, refiriéndose a los virus en general. “No hemos cambiado fundamentalmente las reglas de las enfermedades infecciosas”.
* Helen Branswell es redactora sénior en STAT. Cubre enfermedades infecciosas y salud mundial.