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Un elevado número de mujeres vacunadas contra la COVID-19 experimenta cambios en el sangrado menstrual
Science Advances, St, Louis, EE.UU. 16 Julio, 2022

Las mujeres que estaban menstruando y las que no menstruaban experimentaron un sangrado inesperado después de la aplicación de una vacuna contra la COVID-19.

Un nuevo análisis basado en informes de más de 35,000 personas ofrece la evaluación más completa hasta el momento de los cambios menstruales experimentados por personas pre y posmenopáusicas en las primeras dos semanas posteriores a la administración de la vacuna COVID-19.

El estudio publicado en la revista Science Advances *, suma evidencia respecto a que un número significativo de mujeres experimenta este efecto secundario inesperado.

Las personas que estaban menstruando y las que no lo estaban experimentaron un sangrado inesperado después de la administración de una vacuna contra la COVID-19 a principios de 2021.

Debido a que los ensayos de vacunas generalmente no preguntan sobre los ciclos menstruales o el sangrado, este efecto secundario se ignoró o descartó en gran medida.

Descripción de los autores
Comenzaron con estadísticas descriptivas de la muestra de 39.129 personas completamente vacunadas agrupadas en categorías de edad, omitiendo todas las variables de la segunda dosis para la vacuna Johnson & Johnson de dosis única.
Como se trataba de un fenómeno emergente, los autores hicieron centro en estadísticas descriptivas y tendencias. Realizaron análisis preliminares de las asociaciones entre los cambios menstruales -es decir, cambio de flujo en las encuestadas que menstrúan y sangrado intermenstrual en las que no menstrúan- y raza, etnia, tipo de vacuna (restringido a las vacunas de Pfizer y Moderna), síntomas de la vacuna, la experiencia del período característico, la historia y condiciones reproductivas diagnosticadas en el análisis univariado preliminar de los grupos de muestra utilizando la prueba de independencia de chi-cuadrado, el análisis de varianza de una vía (ANOVA) y pruebas t para diferencias de edad.

El artículo recuerda que después de los primeros informes relacionados con los cambios menstruales posteriores a la vacunación, los médicos desdeñaron las preocupaciones de las pacientes; incluso algunos dijeron que no estaba claro cómo una vacuna podría desencadenarlos.

Sin embargo, otras vacunas, incluidas las de la fiebre tifoidea, la hepatitis B y el VPH, en ocasiones se asocian con cambios en la menstruación. Existe la creencia que estos efectos secundarios están vinculados con un aumento en las vías inflamatorias relacionadas con el sistema inmunitario y es menos probable que se deban a cambios hormonales.

Para la mayoría de las personas -opinan los autores- los cambios asociados con la vacunación contra la COVID-19 son a corto plazo y requieren ser comunicados al médico para recibir atención adicional.
Reiteran en su artículo que la vacuna es una de las mejores maneras de prevenir enfermarse gravemente con COVID ya que padecerlo puede provocar no solo cambios en los períodos, sino también hospitalización, COVID prolongado y muerte.

Los investigadores utilizaron una encuesta para preguntar a mujeres sobre sus experiencias después de la vacunación.
Lanzada en abril de 2021, solicitó información demográfica y de otro tipo, aunque se centró en el historial reproductivo y las experiencias de las encuestadas con respecto al sangrado menstrual.

El equipo descargó los datos de las encuestas el 29 de junio de 2021. Solo se incluyeron en el análisis aquellas que no habían sido diagnosticadas con COVID-19, ya que la propia COVID-19 a veces se asocia con cambios menstruales.
El estudio también excluyó participantes de 45 a 55 años para evitar confundir los resultados con la inclusión de cambios menstruales asociados con la perimenopausia.
Es decir, enfocaron el análisis en las mujeres que menstrúan con regularidad y en las que actualmente no menstrúan pero lo hicieron en el pasado.
El último grupo incluía posmenopáusicas y a quienes recibían terapias hormonales supresoras de la menstruación, mujeres en las que el sangrado es especialmente sorprendente.

Un análisis estadístico reveló que el 42,1% de las encuestadas menstruantes reportaron un flujo más abundante después de recibir la vacuna contra la COVID-19. Algunas lo experimentaron en los primeros siete días, pero muchas otras vieron cambios entre 8 y 14 días después de la vacunación.
Alrededor de la misma proporción, el 43,6 %, no informó alteraciones en su flujo menstrual después de la vacuna, y el 14,3 %, observó una combinación de ausencia de cambios o flujo más ligero.

Debido a que el estudio se basó en experiencias autoinformadas registradas más de 14 días después de la vacunación, los investigadores que no puede establecer causalidad ni ser visto como predictivo para la población general.
Sin embargo, está en condiciones de señalar asociaciones potenciales entre el historial reproductivo, el estado hormonal, la demografía y los cambios en la menstruación después de la vacunación contra la COVID-19.

Por ejemplo, el análisis reveló que las encuestadas con un embarazo podían reportar un sangrado más intenso después de la vacunación con un ligero aumento entre las que no habían dado a luz.

La mayoría de las encuestadas premenopáusicas que no menstrúan y reciben tratamiento hormonal experimentaron sangrado intermenstrual después de recibir la vacuna.
Más del 70 % que usaban anticonceptivos reversibles de acción prolongada y el 38,5 % de las que se sometían a tratamientos hormonales de afirmación de género informaron este efecto secundario.

Las mujeres que se clasificaron a sí mismas como no blancas, hispanas/latinx o mayores, y las que experimentaron fiebre o fatiga como efecto secundario de la vacunación, tuvieron más probabilidades de informar un flujo menstrual más intenso después de la vacunación. Las que padecieron endometriosis, menorragia, fibromas u otros problemas reproductivos también eran más propensas a reportar un flujo menstrual más intenso después de la vacunación.

Si bien el aumento en el flujo menstrual para algunas personas puede ser transitorio y resolverse rápidamente, los cambios inesperados en la menstruación aún pueden causar preocupación. El artículo aclara que el sangrado intermenstrual inesperado es uno de los primeros signos de algunos tipos de cáncer en las personas posmenopáusicas y en aquellas que usan hormonas de afirmación de género, por lo que experimentarlo puede hacer que las personas se preocupen y requieran procedimientos de detección de cáncer costosos e invasivos. Respecto a este tema, los autores remarcan que en esta situación las mujeres deben consultar a su médico. Para fines de diagnóstico, sería útil saber si existen otras causas para el sangrado.

Recomiendan además que las futuras pruebas de vacunas incorporen preguntas sobre la menstruación que trasciendan la detección del embarazo, proceso natural que incluye un sinnúmero de factores estresantes inmunológicos y energéticos. 

Al finalizar acotan que las mujeres notan cambios en sus patrones de sangrado, pero no es costumbre mencionarlo públicamente.

 



* Science Advances
Investigating trends in those who experience menstrual bleeding changes after SARS-CoV-2 vaccination
KATHARINE M. N. LEE HTTPS, et al.
Vol 8, Issue 28, 15 Jul 2022
DOI: 10.1126/sciadv.abm7201