El sistema inmunológico de las mujeres embarazadas con ansiedad es biológicamente diferente al de quienes no la padecen; por otra parte, las mujeres afectadas también evidenciaron diferencias en la actividad de los marcadores inmunológicos.
Según sus autores, este es el primer trabajo que evalúa la relación de la ansiedad con la trayectoria de los cambios inmunitarios durante el embarazo y el posparto.
El estudio, publicado por la revista Brain, Behavior and Immunity * demuestra que las mujeres embarazadas con ansiedad poseen niveles más altos de células T citotóxicas, capaces de destruir células extrañas, cancerosas e infectadas por virus. La nueva investigación fue llevada a cabo profesionales que se desempeñan en tres instituciones de EE.UU.: Weill Cornell Medicine, Johns Hopkins University School of Medicine y Columbia University Irving Medical Center.
Durante la gestación y después del parto el comportamiento del sistema inmunitario de las mujeres con ansiedad difiere respecto al de las mujeres sanas, expresan los autores del estudio encabezado por Lauren M. Osborne, vicepresidenta de investigación clínica del Departamento de Obstetricia y Ginecología de Weill Cornell Medicine.
Durante el embarazo, se supone que ocurre un delicado "baile", en el que el sistema inmunológico cambia para no rechazar al feto pero sin perder la fuerza necesaria como para evitar la entrada de patógenos extraños.
El estudio intenta fomentar un mejor tratamiento de la ansiedad en pacientes embarazadas al plantear que las mujeres con ansiedad pueden resistirse -a pesar de la evidencia de compatibilidad con el embarazo- a tomar ansiolíticos por temor a que los medicamentos dañen al bebé.
La ansiedad durante el embarazo, autoinformada por más del 20 por ciento de las personas, según los investigadores, es sabido que perjudica a los padres y al niño. Por ejemplo, y respecto a las mamás, puede aumentar el riesgo de parto prematuro y el de menor peso al nacer.
El artículo evalúa 107 mujeres embarazadas -56 y 51 con y sin ansiedad, respectivamente- durante el segundo y tercer trimestre y seis semanas después del parto.
Las muestras de sangre obtenidas pudieron determinar la actividad inmunológica como así también realizar pruebas psicológicas para detectar la ansiedad clínica.
Descubrieron que en las mujeres con ansiedad, los niveles de células T citotóxicas se elevaron durante el embarazo y luego disminuyeron en las semanas posteriores al parto. En mujeres sin ansiedad, la actividad de estas células disminuyó durante el embarazo y continuó disminuyendo después del parto.
Los investigadores también observaron que la actividad de las citoquinas en gran medida proinflamatorias, en mujeres con ansiedad se interrumpía durante el embarazo y aumentaba después del parto, mientras que en las mujeres sanas mostraban el patrón inverso.
"La conclusión es que esta es la primera evidencia clara de que la actividad inmunitaria difiere para las mujeres embarazadas según su estado de ansiedad. Saber que el sistema inmunitario está involucrado es un primer paso no solo para comprender los factores biológicos relacionados con la ansiedad en el embarazo sino también encarar nuevos tratamientos", dijo Osborne. "Sabemos que la ansiedad debe tratarse para garantizar resultados saludables tanto para la madre como para el niño".
* Brain, Behavior, and Immunity
The immune phenotype of perinatal anxiety
Morgan L. Sherer, Kristin M. Voegtline, Han-Sol Park, Kristen N. Miller, Lauren C. Shuffrey, Sabra L. Klein, Lauren M. Osborne
Volume 106, Ps 280-288
Noviembre 2022
https://doi.org/10.1016/j.bbi.2022.09.005