Entre 1990 y 2019, el incremento de la mortalidad por cáncer colorrectal en América Latina fue del 20,5% con tendencia al aumento en la mayoría de los países de la región; los datos de crecimiento enfrentan la tendencia global que ha sido a la baja por influencia de los países con altos ingresos.
El estudio Colorectal cancer disparities in Latin America: Mortality trends... publicado en la revista virtual Plos One *, describe las tendencias de la mortalidad por cáncer colorrectal en América Latina durante 30 años, con diferenciación de las categorías según los desarrollos humanos por país.
El reconocimiento de las desigualdades regionales causadas por las diferencias en el desarrollo es fundamental
para descentralizar las acciones para que sean más efectivas, sin perder de vista las disparidades sociales para garantizar la equidad en la gestión de las políticas de salud. De esta manera, incluir el contexto socioeconómico -y sus consecuencias, como la desigualdad- es necesario para un seguimiento adecuado y la prestación de servicios preventivos, diagnósticos y curativos para reducir la carga de enfermedad a nivel mundial.
Además de describir las tendencias de la mortalidad por la enfermedad en América Latina, la investigación llevada a cabo por investigadores de la Escuela Nacional de Salud Pública (Ensp/Fiocruz), el Instituto Nacional del Cáncer (Inca) y la Universidad de California, San Diego, EE.UU. relacionó los datos con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de los países.
El aumento de la mortalidad en la región, la más desigual del planeta, se observó de forma heterogénea. La investigación confirmó que existe un vínculo entre las tendencias de mortalidad por cáncer colorrectal y el desarrollo socioeconómico de los países latinoamericanos. Sin embargo, los autores aclaran que esta relación no es lineal.
Los países con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) bajo tienen una menor mortalidad por cáncer colorrectal. Los factores que influyen en esta relación son principalmente el infradiagnóstico y el menor acceso a factores de riesgo conocidos, como el consumo de alimentos ultraprocesados ??y carnes rojas.
Tendencia general y casos particulares
Los países de desarrollo medio, padecen por su parte de un acceso tardío al diagnóstico y dificultades para recibir un tratamiento oportuno, factor que reduce la supervivencia de los enfermos. Además, tienen una mayor exposición a factores de riesgo, como es el caso de Brasil.
Por el contrario, los países altamente desarrollados diagnostican la enfermedad antes y la población tiende a adoptar patrones de alimentación más saludables.
“Es interesante observar que la desigualdad entre países es tan llamativa que hay algunos, como Uruguay y l Argentina, que se encaminan hacia una disminución de la mortalidad por cáncer colorrectal. A pesar de tener un alto consumo de carnes rojas, son capaces de diagnosticarla y tratarla oportunamente, previniendo muertes.
Los países centroamericanos muestran un escenario diferente: la alimentación implica menos riesgo, pero hay subdiagnóstico y poco acceso al tratamiento”, explicó uno de los autores, Raphael Guimarães, del Departamento de Ciencias Sociales de la Ensp/Fiocruz.
El investigador afirmó que en las áreas investigadoras del cáncer, es una tendencia mundial ahondar en el conocimiento de los llamados efectos contextuales, especialmente los socioeconómicos. “La investigación sobre el cáncer ha buscado ir más allá de los factores biológicos, que ya son bien conocidos. Actualmente hay muchos esfuerzos en esa dirección”, explicó.
En Brasil se están desarrollando investigaciones en la misma línea, afirmó Guimarães.
“Elegimos analizar América Latina precisamente por la desigualdad que existe entre los países que la componen. Esta realidad de la región como bloque es similar a la que tiene Brasil internamente. Por lo tanto, tenemos otras investigaciones en marcha para replicar el estudio. De manera preliminar, podemos afirmar que existe la misma asociación con factores socioeconómicos, la misma paradoja entre el IDH y la mortalidad por cáncer colorrectal”.
La tasa de mortalidad ajustada por edad se extrajo del estudio Carga Global de Enfermedad (CGE) de 22 países, subregiones y grupos de países latinoamericanos previamente clasificados por el estudio según el Índice Sociodemográfico (IDE) en el período analizado. El estudio de la CGE mide la salud poblacional en todo el mundo de forma anual y sus resultados están disponibles por país.
Los investigadores aplicaron un modelo de regresión a la tasa de mortalidad segmentada para analizar la tendencia temporal.
En las conclusiones de la investigación, los autores recomiendan realizar estudios que evalúen los contextos sociales y económicos de los países para una evaluación y provisión robusta de servicios preventivos, diagnósticos y curativos para reducir la mortalidad por cáncer en América Latina.
El estudio del cáncer y su distribución demográfica refleja las condiciones de vida de las poblaciones y el desarrollo de la sociedad. Pueden producirse desigualdades socioeconómicas en el tratamiento de algunos tipos de cáncer; en este sentido, el cáncer colorrectal es uno de los más sensibles a las desigualdades en salud.
La relación entre estos dos fenómenos (cáncer y desarrollo humano) se extiende a la exposición a factores de riesgo conocidos del cáncer colorrectal y a las oportunidades diagnósticas y terapéuticas.
Por lo tanto, reconocer las desigualdades regionales causadas por las diferencias en el desarrollo es fundamental
para descentralizar las acciones para que sean más efectivas, considerando las disparidades sociales para garantizar la equidad en la gestión de las políticas de salud. De esta manera, incluir el contexto socioeconómico y sus reveses, como la desigualdad, es necesario para un seguimiento adecuado y la prestación de servicios preventivos, diagnósticos y curativos para reducir la carga de enfermedad a nivel mundial.
* Plos One
Colorectal cancer disparities in Latin America: Mortality trends 1990–2019 and a paradox association with human development
Camila D. Muzi, Matthew P. Banegas, Raphael M. Guimarães
25 de agosto, 2023
https://doi.org/10.1371/journal.pone.0289675